La estación de Irun se acomete en fases para no cortar la circulación
Con un presupuesto de 75 millones de euros, estará operativa a mediados del año que viene

Irun – La futura estación de tren de Irun, con un presupuesto de 75 millones de euros, se acometerá en fases para “favorecer la continuidad de la circulación ferroviaria”. De la misma manera, esta estación y la de Donostia serán “las primeras en Euskadi en estar preparadas para la llegada de la Alta Velocidad”.
Así lo aseguró ayer el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, quien aseguró en una visita a la ciudad de la que fue alcalde que las obras van a buen ritmo y que la estación estará finalizada a mediados del año que viene, con lo que Gipuzkoa contará ya con sus dos estaciones preparadas para el tren de alta velocidad, ya que la de Donostia estará lista a finales de este año.
Para Santano, la nueva terminal irundarra será “un antes y un después para la movilidad de la ciudad y de Gipuzkoa” y anunció que la primera fase de estas obras está “a punto de finalizar”, en concreto “la puesta en servicio del primer módulo del edificio de viajeros y las vías 1, 2 y 3”.
Santano estuvo acompañado en su visita a las obras por el presidente de Adif, Pedro Marco; la delegada del Gobierno español en el País Vasco, Marisol Garmendia; la consejera de Movilidad Sostenible del Gobierno Vasco, Susana García Chueca; la alcaldesa de Irun, Cristina Laborda; y la diputada foral de Movilidad de Gipuzkoa, Azahara Domínguez.
En su comparecencia ante los medios, recordó que dicha actuación “culminará con un nuevo edificio sobre las vías, la reorganización de las vías para distintos usos ferroviarios y su integración en el entorno, promoviendo la movilidad sostenible y la regeneración urbana”.
En la primera fase se ha demolido el edificio de Cercanías y el de agentes, así como las marquesinas y andenes 1, 2, 3 y 4. También se han levantado varias vías y se ha construido un nuevo edificio para el Gabinete de Circulación, otro para los equipos de comunicaciones y otro edificio técnico en las dársenas de la nueva estación de autobuses.
La estación ferroviaria se configura a modo de puente, sobrevolando las diez vías con servicios al viajero y conectando en su extremo oeste con la ciudad, a través de una nueva plaza. De esta forma las obras se irán realizando en tres fases para evitar cortes en la circulación.
La estación estará integrada por tres niveles. La planta baja-calle, de acceso principal al edificio, que incluirá un vestíbulo y los núcleos de comunicación (escaleras fijas y mecánicas y ascensor) hacia el vestíbulo principal, ubicado sobre las vías. También habrá una entreplanta con oficinas para los trabajadores de la estación y la planta primera-vestíbulo principal, que conectará con la zona de embarque –Cercanías, media y larga distancia e internacionales– a través de unas “cajas”, situadas en el lado sur. “Cada una de ellas estará dotada de controles de acceso y servicios auxiliares para el embarque”, afirmó Santano, explicando que esta zona albergará también los servicios de asistencia al viajero, espacios comerciales, cafetería y venta de billetes.
Frente al edificio de viajeros se ubicarán los puntos de venta y atención al cliente de los operadores de autobuses y las empresas de alquiler de vehículos. Estos espacios compartirán una zona común de espera y contarán con acceso directo, tanto a las nuevas dársenas como al aparcamiento. La estación contará con 180 paneles fotovoltaicos para captar la energía solar.
Asimismo, se reorganizará la playa de vías y se ensancharán los andenes, con el fin de ampliar su capacidad y albergar trenes de larga distancia y, en el futuro, de alta velocidad. La actuación incluye el cambio de ancho a estándar entre las vías 6 a 10, así como la incorporación del tercer carril en la vía 5. También se ejecutarán cinco andenes adaptados a la nueva playa de vías, que permitirán un servicio especializado a Cercanías, media y larga distancia y servicios internacionales. La actuación contempla por otra parte la reorganización del aparcamiento, que contará con 150 plazas, incluidas plazas para personas con movilidad reducida y para vehículos eléctricos.
Normalidad a finales de 2026
Santano aseguró, además, que el sevicio de Cercanías recuperará la normalidad en Irun a finales de 2026, después de casi una década de afecciones por las obras del tercer hilo ferroviario.
Esta estación, que cuenta con una inversión de 75 millones de euros, constituye la mayor obra pública de la historia de la ciudad de Irun y servirá para acoger la llegada futura del tren de alta velocidad, además de integrar la línea de EuskoTren del Topo. –
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