Noticia publicada en Diario Vasco sección Gipuzkoa el 14 de Enero de 2010.
INFRAESTRUCTURAS
«Hondarribia sin controladores sería un aeropuerto inseguro»
La climatología y orografía del enclave los hacen imprescindibles. Los sistemas que les suplantarían «solo informan de las condiciones meteorológicas pero no organizan el tráfico aéreo»
14.01.10 - 03:34 -
JUANMA VELASCO SAN SEBASTIÁN.
«Hondarribia sin controladores sería un aeropuerto inseguro»
La climatología y orografía del enclave los hacen imprescindibles. Los sistemas que les suplantarían «solo informan de las condiciones meteorológicas pero no organizan el tráfico aéreo»
14.01.10 - 03:34 -
JUANMA VELASCO SAN SEBASTIÁN.
La figura del controlador se ocupa de organizar el tráfico aéreo en los aeropuertos. Sus órdenes son de obligado cumplimiento para los pilotos. Son algo así como «los semáforos» que hacen que un avión tome tierra en un momento dado y que otro despegue con la seguridad de que no se va a topar ningún obstáculo ni en la pista ni en el espacio aéreo. «Si se elimina la figura del controlador, el aeropuerto de Hondarribia no sería seguro», explican fuentes cercanas a los controladores.
Los planes del ministerio de Fomento anunciados el lunes por el titular José Blanco plantean eliminar la figura del controlador en una docena de aeropuertos que, como el de Hondarribia, registran menos de 50 vuelos diarios. El objetivo explicado por el ministro busca ahorrar costes en la navegación aérea ya que permitirá «ocupar a los controladores en los aeropuertos en los que son estrictamente necesarios». En su lugar, en esos aeropuertos elegidos se implantaría un sistema Afis, controlado por un técnico con menor cualificación que un controlador y que se ocuparía de dar información a los pilotos.
Ayer mismo, en Aena desconocían si el aeródromo guipuzcoano estaría dentro de esa lista de aeropuertos. No obstante, fuentes cercanas a los controladores avanzaron que la medida no podría llevarse a cabo en el caso del aeródromo guipuzcoano «porque se perdería en seguridad aérea». La especificidad de Hondarribia, enclavado en una «orografía complicada» y la climatología de la zona los hacen «más necesarios» si cabe.
Hay aeropuertos en los que la orografía permite que las entradas y las salidas, «uno de los momentos más críticos en la fase de vuelo», estén automáticamente separados. «En Hondarribia, en cambio, todos los aviones deben sobrevolar la estación de Oiartzun (radioayuda Vordopler) en las operaciones de salida y en las de entrada. Si no hubiera controladores, los aviones se moverían como en una rotonda pero sin tenerla dibujada en la carretera. Llegarían a un cruce y tendrían que mirar si hay algún otro avión alrededor... Operar sin controladores hoy en día sería impensable teniendo en cuenta la orografía y la climatología de la zona», señalan las mismas fuentes.
Guardia de tráfico
El trabajo del controlador es «el de guardia de tráfico para que dos aviones nunca estén en el mismo sitio». En Hondarribia, actualmente trabajan ocho controladores en la torre. Aunque «no haya mucho movimiento» en el aeropuerto, las operaciones «se concentran en las mismas horas», a primera hora de la mañana y al final de la tarde. Además, junto a los vuelos comerciales, también siguen operando aviones de aprendizaje y vuelos de aficionados y particulares. Alguien debe de ordenar las salidas y llegadas del aeropuerto guipuzcoano.
«Con mal tiempo, los pilotos prefieren despegar hacia el mar y aterrizar haciendo la aproximación por el mar. Con lo cual, muchas salidas y entradas se encuentran de frente, algo diferente a lo que ocurre en otros aeropuertos que tienen diferentes zonas de aterrizaje y despegue. Si no hubiese un controlador, esos dos aviones tendrían muchas posibilidades de chocar».
Control del espacio francés
En el caso del aeropuerto de Hondarribia, a la complicada orografía se une el hecho de tratarse de un aeropuerto fronterizo. «Cuando hace mal tiempo, en la aproximación completa para aterrizar por la pista preferente del aeropuerto los aviones entran varios minutos en espacio aéreo francés, lo que necesita una coordinación con los controladores del aeropuerto de Biarritz», señalan las mismas fuentes. Entre ambos aeropuertos existe un acuerdo en el que está establecido el protocolo de información de cada vuelo.
Según fuentes cercanas a los controladores, su trabajo no podría ser suplantado por el sistema Afis que implantaría Aena en esa docena de aeropuertos pequeños. «Las siglas de Afis corresponden a Servicio de Información de Vuelo, que no es ni más ni menos que dar una información a las aeronaves de las condiciones de la pista. Eso funcionaría en los aeropuertos en los que apenas hay tráfico, como aeroclubes, en los que al piloto le basta con saber el viento en la superficie para saber si toma tierra por un lado o por el otro. Pero no para organizar el tráfico de aviones comerciales», añaden.
Los Afis estarían controlados por técnicos. «Jóvenes de más de 18 años que se formarán con un curso de seis semanas». Para ser controlador, en cambio, a los actuales profesionales se les pidió una diplomatura, superar la oposición, realizar un cursillo de 14 meses y un período de prácticas. «Ahora, han cambiado los requisitos y se pide bachillerato en lugar de diplomatura», explican las mismas fuentes.
«En manos del piloto»
Un piloto que habitualmente opera en Hondarribia también considera que es «imposible» que se elimine la figura del controlador. «Por ser un aeropuerto muy especial y fronterizo. En este aeropuerto es necesario que alguien indique a las naves que sobrevuelan la zona su posición, sobre todo para no colarse en espacio aéreo francés y entrar en conflicto con Francia».
Este piloto recuerda que el sistema Afis se lleva usando «toda la vida» en aeródromos pequeños. «Este sistema ofrece información a los pilotos pero no da las órdenes de los controladores, que autorizan los aterrizajes. El Afis deja las decisiones en manos de los pilotos, que se autorregulan», explica.
En su opinión, aquí sería necesaria la figura del controlador. «En los vuelos comerciales, la situación y el rumbo en todo momento dependen exclusivamente del controlador. Los pilotos vamos teledirigidos. Los controladores dan las órdenes para bajar mil metros o las autorizaciones para aterrizar. En vuelos con cien personas a bordo por seguridad, es muy difícil que se arriesguen a eliminar la figura del controlador».
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