Confianza perdida
:: txeska. Un político puede equivocarse alguna vez, se le perdona, pero no puede mentir porque eso no se perdona. No decir toda la verdad es igual que mentir y si hay ocultación hay también voluntad de engañar. Digo esto, al hilo de las manifestaciones que sobre Ficoba, están apareciendo. La prometida claridad en la gestión, no significa ser claro solo en ocasiones, hay que serlo siempre. La confianza, si se obtiene, es un bien preciado a conservar y si se pierde ésta, se pierde también la colaboración futura y se abre la puerta a la sospecha permanente. En la vida pública como en la privada, una vez perdida, la confianza es difícil de recuperar. Ficoba necesita replantear cuál puede ser su destino para que sea rentable. Porque, hoy es evidente que está infrautilizada. Maquillar resultados con doble personalidad societaria, no soluciona los problemas que puedan existir. En este momento en que las arcas del ayuntamiento están renqueantes, hay que jerarquizar los gastos según su utilidad pública. Ficoba nos está costando un dinero. Que gestionar opiniones diversas es difícil, está claro que lo es, pero aceptar una responsabilidad directiva implica enfrentarse y resolver estas cuestiones.
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