CULTURA
La obra de Menchu Gal se mostrará este verano en Nueva York
El primer año de difusión de su trabajo ha tenido buena acogida de público y expertos. Las fundaciones Kutxa y Menchu Gal y el Ayuntamiento de Irun quieren poner en valor a la artista y su obra
25.02.12 - 03:53 -
Sólo en los últimos años de su vida pudo recibir la artista irundarra Menchu Gal cierto reconocimiento por su contribución a la pintura. Es más de lo que muchos otros han tenido, desde luego, pero Joxe Joan Gonzalez de Txabarri, que la conocía bien, señalaba que cuando murió hace poco menos de cuatro años, lo hizo «con una herida abierta: el autoconvencimiento de que su obra no había sido suficientemente valorada».
En sus últimos años la pintora tuvo dos gestos que parecían querer solucionar esa cuestión para el futuro que ella no vería. Por un lado, realizó una importantísima donación de fondos al Ayuntamiento de su ciudad natal, Irun, que hace dos años inauguró una sala de exposiciones con su nombre. También manifestó su voluntad de que se constituyera una fundación para difundir su obra. Así ocurrió, y es precisamente Joxe Joan Gonzalez de Txabarri quien dirige la Fundación Menchu Gal. Un convenio entre ésta, la Fundación Kutxa y el Ayuntamiento de Irun, se ha fijado el objetivo de «difundir y catalogar la obra de Menchu Gal y poner en valor la figura de la pintora asociándola a su ciudad».
Bajo la fórmula de un convenio a tres bandas, estas instituciones han fijado un calendario quinquenal para lograr un objetivo que comparten. «Es la suma de ideas, esfuerzos e inteligencias para poner a Menchu en el lugar que merece», explicaba ayer el alcalde de Irún, José Antonio Santano, tras la primera reunión de la comisión de seguimiento de ese convenio. Y no es sólo una acumulación de intangibles. Tanto el consistorio irunés como ambas fundaciones cuentan con un importante fondo artístico de una autora «nuestra», como la definía Mikel Mendarte, de Kutxa Fundazioa.
Hasta Nueva York
El trabajo de difusión de la obra de la artista comenzó el pasado año. La extensa colección conjunta de la que disponen estos promotores ha permitido que aunque se hable de una exposición itinerante, en realidad, ninguna de las muestras sea igual que la anterior. «Cada comisario elige aquello que más se ajusta a su idea de la exposición», explicó Gonzalez de Txabarri. Lo que sí tuvieron en común las cuatro muestras de 2011, en Pamplona, Málaga, Tolosa y Marbella, fueron buenas críticas de público y expertos.
Esto ha llevado a las tres instituciones difusoras a creer que había un espacio para la artista en los museos de bellas artes más renombrados. Así, desde hace unas semanas, Menchu Gal está en el IVAM valenciano, «la segunda gran pinacoteca después del Reina Sofía», según el profesor y crítico de arte Edorta Kortadi, que acompañó ayer a los representantes institucionales.
El siguiente alto en el camino será Nueva York. El propio Kortadi recordaba ayer que «Menchu Gal fue dos veces la representante de España en la bienal de Venecia. Expuso en Roma, en Londres y en muchos países sudamericanos...» En esta difusión de su trabajo «aquella internacionalización tenía que tener un 'feed-back'», alegaba Gonzalez de Txabarri. El Instituto Cervantes en Manhattan tiene disponibilidad de agenda para dar cobijo al arte de Menchu Gal este verano. «Ahora nos queda cerrar los patrocinios que nos permitan afrontar esta exposición». González de Txabarri no quiso ocultar que «detrás de todo lo que estamos haciendo hay un gran esfuerzo económico que hasta ahora está soportando la Fundación Kutxa principalmente».
Pero el camino de la colección de la pintora no terminará, ni mucho menos, en Estados Unidos. Antes de fin de año, se expondrá en Bilbao. Como en las experiencias de Pamplona, Málaga y Valencia, esta muestra vizcaína irá acompañada de un trabajo de extensión universitaria para analizar las características del estilo de Menchu Gal y profundizar en su lenguaje.
Diálogo Donosti-Irun
Durante 2013, el programa de actividades mirará al hogar de la autora, Gipuzkoa, y más concretamente, Irun. Entre los meses de marzo y junio, sendas exposiciones ocuparán la Sala Kubo del Kursaal donostiarra y la irundarra Sala de Exposiciones Menchu Gal. «Es un programa novedoso, de diálogo entre los dos espacios, entre las obras que se expongan en cada uno», decía Gonzalez de Txabarri.
Al margen de otras oportunidades que, seguro, irán surgiendo por el camino, el programa quinquenal tiene prevista una visita a Madrid en 2014 para la que no hay aún lugar ni fechas concretas. También para ese mismo año está prevista una exposición antológica sobre la artista en el recinto ferial Ficoba de su Irun natal. La posibilidad de contar con las colecciones de las tres instituciones promotoras augura una oportunidad como ninguna otra de conocer a la artista, su vida y su obra.
Kortadi incidió en que la producción de Menchu Gal es extensísima, porque además de ser una autora intensiva y muy productiva, «pinta durante casi 80 años. Empezó a pintar con 13 años en los márgenes de los libros de texto porque se aburría en clase, y siguió pintanto hasta el final de su vida», a los 90 años de edad. Pese a tantísima producción «es difícil encontrar un Menchu Gal malo», valoraba el experto tolosarra.
Por todo lo ya realizado, por todo lo que está previsto en el futuro inmediato, Gonzalez de Txabarri afirmaba convencido que «estamos cumpliendo su sueño».
CULTURA
La experiencia de este primer año de exposiciones itinerantes ha dejado ya una primera conclusión positiva. «Sabemos que el producto que tenemos entre manos es bueno», sentenciaba Gonzalez de Txabarri. Las obras expuestas de Menchu Gal han sido bien acogidas por el público. «Hemos oído a los visitantes decir cosas como que pondrían cualquiera de los cuadros en el salón de su casa». No sólo eso, las críticas más técnicas también han dejado en buen lugar el legado pictórico de la artista irundarra. «Muchos expertos nos han hecho ver la importancia de su obra».
Edorta Kortadi la citó ayer entre las cuatro grandes de «la pintura española de la segunda mitad de siglo XX junto a María Blanchard, Carmen Laffon y Maruja Mallo». Él define a Menchu Gal como una artista que «pintaba como respiraba, como le salía. Hacía una pintura muy expresionista; fresca, viva, que llega fácil al expectador porque es muy intensa».
IRUN
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