EUROPA SOCORRE A ESPAÑA
La puntilla del FMI
El organismo precipita el rescate al adelantar su informe sobre las necesidades de la banca. Estima que en el peor escenario harían falta al menos 40.000 millones de euros, pero aconseja tener cobertura para el doble
10.06.12 - 02:30 -
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha jugado un papel clave en arrastrar a España hacia el rescate de la banca. A finales de abril publicó un informe en el que, sin citar el nombre pero dejando bien claro que se refería a Bankia, advertía de su vulnerabilidad y, en contra del criterio del Gobierno, exigía dinero público para su salvación. Este aviso fue determinante para la nacionalización de la entidad. El viernes se repitió la historia. El organismo internacional dirigido por Christine Lagarde adelantó a ese día, más bien a esa noche, la publicación prevista para el lunes del documento que fijaba en al menos 40.000 millones de euros las necesidades de capital de la banca española. El mensaje que lo acompañaba no podía ser más claro: España debía estar preparada para atender una cifra de hasta el doble de esa cantidad -«mejor sobreestimar que subestimar», subrayaba el comunicado-, lo que aumentaba la presión para que solicitase, sin más dilación, la ayuda europea.
Durante la caótica jornada del viernes, que transcurrió agitada por la noticia de la agencia Reuters de que España iba a pedir hoy el rescate de la banca al Eurogrupo, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se escudó en que había que esperar a conocer las cifras de los evaluadores -el FMI en primer lugar y las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman antes del 21 de junio- sobre el agujero a cubrir.
Pues bien, si hacían falta números, Lagarde decidió poner los suyos sobre la mesa, con lo que se sumó a la presión de Alemania y otros países europeos para que el Gobierno de Mariano Rajoy solicitase el rescate de forma inmediata. Lo hizo de madrugada, tras el cierre de Wall Street.
Las cifras del Fondo Monetario Internacional ya se habían filtrado a lo largo de la semana, pero entonces se conoció la versión oficial. El informe, coordinado por Ceyla Pazarbasioglu, subdirectora del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital, concluye que, en el escenario adverso, «los bancos más grandes estarían suficientemente bien capitalizados como para resistir nuevos deterioros, en tanto que varias entidades necesitarían incrementar el capital en 40.000 millones de euros (en concreto, 37.100 millones sin redondeos)». Ahora bien, está cifra podría resultar mucho más elevada como consecuencia de «los costos de reestructuración y la reclasificación de préstamos que puedan identificarse en las valoraciones independientes de los activos». Hay que recordar, por ejemplo, que Bankia, bajo los estrictos criterios aplicados por su nuevo equipo gestor, ha trasladado 13.000 millones de euros de créditos considerados 'sanos' a la categoría de alto riesgo de impago.
Colchón necesario
En este sentido, una funcionaria del Fondo explicó en una conferencia telefónica posterior a la publicación del informe que, para estar tranquilos, habría que disponer de un colchón que cubra entre 1,5 y 2 veces esos 40.000 millones de euros, lo que arroja una horquilla de entre 60.000 y 80.000 millones, aunque en el texto el máximo que sale son 58.000 millones. Las cifras están en la parte baja de lo que manejaba el mercado aunque obligan a España a recurrir al fondo europeo de rescate. Por si había alguna duda al respecto, la propia Christine Lagarde señaló posteriormente en una entrevista a CNN que era de vital importancia transmitir que «habrá recursos suficientes en caso de que fuesen necesarios más fondos para la banca». Más claro agua.
La funcionaria del Fondo Monetario Internacional también detalló que el escenario desfavorable para el que se estiman las citadas necesidades de capital contempla una caída del 4,1% del PIB en 2010 y el 1,6% en 2013; un desplome del precio de la vivienda de un 24% adicional; y una tasa de desempleo que alcanzaría el 26,6%. Son parámetros muy negativos que contrastan con los pronósticos que el FMI mantiene para este año y que contemplan una contracción del 1,8% este ejercicio y un crecimiento positivo del 0,1% el siguiente. En ese escenario más favorable solo harían falta 25.000 millones.
Las cajas rescatadas
¿Donde está el agujero? Como ya había indicado el FMI en un informe anterior, el organismo entiende que el 70% del sistema financiero español es «sólido». Este porcentaje incluye a los dos grandes bancos, el Santander y el BBVA, que acumulan el 33% de los activos; y las antiguas cajas que no han recibido ayudas como La Caixa y Kutxabank. En el otro extremo, el de los vulnerables, figuran a la cabeza las siete antiguas cajas que ya han pedido ayudas, que suman un 22% del sector y que absorberían el 80% de esas nuevas necesidades de 40.000 millones de euros. Entre ellas figuran Bankia, CatalunyaCaixa y Novagalicia. Después de ellas, los bancos pequeños y medianos con mayor exposición al crédito inmobiliario, que suponen un 11% de los activos.
El informe entra asimismo a evaluar la supervisión del sector financiero y no escatima críticas al Banco España, cuyo gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, acaba de ser relevado por Luis María Linde. Aunque el FMI alaba que la institución cuenta con «un personal sumamente experimentado y respetado», censura que «en los últimos años el enfoque gradual aplicado a la adopción de medidas correctivas les permitió a las bancos débiles continuar operando en detrimento de la estabilidad financiera». Culpa también del lento avance de la reestructuración a la «complejidad legal y de gobierno corporativo de las cajas de ahorros». «Es necesario mejorar los procesos y el marco de rendición de cuentas», concluye.
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