jueves, 13 de septiembre de 2012

Cuando el río suena…

Articulo aparecido en la revista AIA del mes de Septiembre.

Cuando el río suena…

            Las aguas del río Bidasoa han sido a lo largo de la historia testigos de excepción del devenir de Irún a lo largo de los tiempos. Desde la Antigüedad, pasando por la Edad Media, Edad Moderna y tiempos recientes, son numerosos los distintos autores que se refieren a este río como parte fundamental de Irún. Se han escrito innumerables leyendas, detalladas descripciones, canciones, hazañas, crónicas… de este río que siempre ha estado ligado a Irún e Irún a su río Bidasoa. Una fuerte unión que ha marcado geográficamente a Irún y ha forjado el carácter y personalidad de este pueblo.

            Como toda relación, la de Irún con su río no siempre ha resultado tan idílica como la describe alguna conocida canción. Durante siglos se miraba al río con temor de ser atacados por el “enemigo”, mirar al río ha constituido una “muga” político-administrativa muchas veces absurda, otras veces se miraba a sus crecidas aguas con incertidumbre y preocupación, en ocasiones mirar al río suponía la añoranza de tiempos mejores y el recuerdo de familiares que tuvieron que huir de la ciudad, no hace mucho mirar al río era un espectáculo dantesco de aguas multicolores y olores extraños etc.

            El siglo XXI parece a todas luces la gran oportunidad de reconciliación entre la ciudad y su río, una oportunidad de oro para dejar de dar  la espalda y saber aprovechar todas las ventajas y opciones que nos puede proporcionar.

            En la actualidad, el río Bidasoa parece volver a recobrar actividad como en tiempos pasados, las gabarras que surcaban sus aguas cargadas de mercancías y gentes han sido sustituidas por embarcaciones para la práctica deportiva, las garitas y patrullas de vigilancia han sido sustituidas por paseantes que disfrutan de un entorno privilegiado, las empresas que vertían todo tipo de residuos contaminantes han sido reconvertidas en instalaciones de servicios a los ciudadanos o adaptadas a las normativas de vertidos.

            Para que el río siga siendo parte activa e importante de Irún es necesario saber preservarlo y mantenerlo como lo que es, un espacio natural que requiere de especial atención y protección.

             Últimamente se han sacado a la luz o recuperados viejos proyectos, en ocasiones fruto del oportunismo político, que no responden ni a la necesidad ni a la realidad económica en la que nos encontramos actualmente. Espacios como los de Oxinbiribil, Iparralde-Gal, Azkenportu y tramo de la N-1 hasta Behobia son una oportunidad para acercar Irún al Bidasoa e integrar el río en la vida de la ciudad. Los espacios antes mencionados tienen que responder y saber adaptarse a las necesidades de la ciudad y del río, manteniendo siempre un equilibrio necesario.

            También habrá que saber resolver los problemas que plantea el río en su estuario que con la entrada de aguas marinas durante la pleamar retiene las aguas del río y decanta en su fondo lodos y materiales arrastrados durante sus 70 kilómetros de cauce por tierras navarras e irundarras hasta fusionarse con el mar Cantábrico. La cantidad de lodos y materiales acumulados en los últimos años están produciendo graves y cada vez más continuos problemas a vecinos de Behobia.

            Está claro que Irún tiene una deuda con su río y que tendremos que saber hacer frente a los problemas, pero también saber aprovechar las oportunidades que nos ofrece nuestro río.

            El tiempo y las gentes pasan, pero el río e Irún permanecerán siempre unidos siendo testigos de la historia y el devenir de nuestro territorio. En nuestras manos está el saber entender esta unión y sacarle el mayor rendimiento posible.
Foro Ciudadano Irunés.

No hay comentarios: