POLÍTICA SOCIAL
Al menos 150.000 vascos viven con algún tipo de dependencia
La gran mayoría son personas mayores con enfermedades crónicas. El gasto público y privado en servicios sociales en Euskadi ascendió en 2010 a 990 millones
09.10.12 - 01:16 -
Uno de cada dos hombres y tres de cada cuatro mujeres van a necesitar en algún momento de su vida de cuidados sociosanitarios, lo que les convertirá en dependientes transitorios o permanentes. En el País Vasco, esta proporción significa que al menos 150.000 personas, la mayoría de ellas mayores de 65 años, tienen algún tipo de dependencia.
La cifra la ofreció ayer el director de la fundación vasca para la innovación sociosanitaria, Etorbizi , Fernando Fantova, durante la apertura del I Congreso de Innovación Sociosanitaria. Durante tres días, 750 especialistas internacionales analizarán en Bilbao «cómo hacer las cosas mejor» en la atención sociosanitaria a las personas dependientes o con enfermedades crónicas.
El punto de partida de los debates será el hecho incontestable de que el envejecimiento de la población hará que cada vez haya más personas a las que será necesario prestar algún tipo de cuidado. Y, sobre todo, que estos cuidados serán cada vez más prolongados. En la actualidad, el 70% de los fallecimientos se producen por enfermedades crónicas y, de estas personas, nueve de cada diez acaban siendo dependientes.
Solicitudes
Según los datos que facilitaron ayer los responsables de Etorbizi, solo el segmento de la dependencia congrega en Euskadi a 39.114 usuarios que reciben más de 46.000 prestaciones de servicio. Entre ellas, las más utilizadas son la prestación económica para cuidados en el entorno familiar y la atención residencial, seguidos de los centros de día y la atención a domicilio.
En estos momentos en el País Vasco hay 118.000 solicitudes de dependencia, de las que 80.000 ya han sido valoradas. Al 68% de ellas se les ha reconocido el grado II (dependencia severa) o el III (gran dependiente).
Por encima de las cifras oficiales se hallan esos 150.000 vascos, «como mínimo», que necesitan cuidados continuos aunque sea de forma transitoria. La gran mayoría, afirmó Fantova, son «personas mayores por acumulación de enfermedades crónicas que, sin estar calificadas como dependientes, tienen un período que requieren esa atención sociosanitaria». Como ejemplo, citó el caso de alguien que se tiene que operar la cadera debido a una caída y que, por este motivo, pierde la autonomía que tenía hasta ese momento. Además, aunque en menor medida, también hay bebés o niños que, aunque no están calificados como dependientes, requieren de una atención coordinada e integrada de los ámbitos sociosanitarios.
El incremento de la dependencia ha venido acompañado por un cambio social. El director de Etorbizi recordó que ya no está disponible «el ejército de mujeres» que tradicionalmente se encargaba de cuidar en el hogar a sus familiares y señaló que el hecho de que las familias «no cuenten con suficiente soporte social» eleva el riesgo de ingreso hospitalario en un 50%. Es en este punto donde quieren incidir los organizadores del congreso, que se han fijado la meta de «buscar actuaciones que ofrezcan una atención integral mejor y más eficaz a las personas que requieren de cuidados prolongados, buscando la colaboración del ámbito público y privado y la coordinación entre los servicios sociales y los de salud».
Importancia económica
Euskadi dedicó en 2010 un gasto de dependencia de 990 millones entre las aportaciones públicas y las privadas. El gasto medio por habitante en servicios sociales para personas mayores o con discapacidad se elevó, en ese mismo ejercicio, a 485 euros, lo que representa el 1,5% del PIB, mientras que el esfuerzo por habitante/año en dependencia de las administraciones públicas se situó en 174,9 euros, frente a los 124,38 de media estatal.
El ámbito de los servicios sociales genera en el País Vasco cerca de 30.000 empleos directos e indirectos, lo que representa al 3% de la población empleada afiliada a la Seguridad Social. El crecimiento del personal ocupado en este campo entre 2000 y 2099 ascendió al 14%, mientras que el personal medio ocupado en los servicios sociales lo hizo en un 95%. De este modo, uno de cada diez nuevos empleos generados en Euskadi en este periodo corresponde al ámbito de esta actividad. Un total de 804 empresas vascas tienen como actividad principal los servicios sociales y el 67% de ellas se dedican a la atención residencial y diurna de personas mayores y con discapacidad.
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