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«Sin recortes en el buen humor»
Los mayores irundarras disfrutaron ayer en el ferial de la comida anual y del baile de sobremesa. Más de 700 personas acudieron al almuerzo de homenaje a la tercera edad que el Ayuntamiento organiza cada año con motivo de los samarciales
25.06.13 - 00:05 -
«Aquí la crisis no se ha notado: no ha habido recortes ni en la calidad de la comida ni el buen humor de la gente», decía Paquita en la pista de baile en la que se convirtió ayer por la tarde el pabellón 3 de Ficoba, tras el almuerzo de homenaje a los mayores de la ciudad. Antes, había sido comedor, lo bastante grande como para acoger a los más de 700 comensales que tenían entrada para el encuentro de este año.
Entre halagos al menú, especialmente «a la sopa de pescado, que hacía muchos años que no probaba una tan buena», y a la música en directo de la orquesta, la sobremesa fue de lo más animada, sin envidia alguna respecto de lo que apenas 48 horas antes habían vivido, exactamente en el mismo espacio, los irundarras más jovencitos que se habían apuntado a la Comida Popular celebrada el sábado.
Y es que la experiencia, en eso del bailoteo, también es un grado. «Muchos de los que están bailando son habituales de los bailes que organizamos cada sábado aquí mismo, en Ficoba», decía con orgullo Carmen Barbero, de Soroxarta, la asociación que cada semana, «desde hace ya unos siete años», llena el ferial de esforzados bailarines que gracias a tanto entrenamiento, «hoy son los que mejor lucen. A más de uno le sorprende lo que baila la gente y decían que habrán aprendido en Benidorm. Pues no, no; lo han aprendido aquí, en los bailes de Ficoba».
Todas las asociaciones
No era Soroxarta la única asociación de mayores que estaba representada en la comida. En realidad, lo estaban todas. «Es una ocasión especial para los mayores de la ciudad y, por lo tanto, también los es para nosotros», comentaba Amador Hernández, de Makila. «Nos juntamos todos aquí en este día y pasamos un rato realmente bueno», «y tenemos así la oportunidad de comentar muchas cosas», añadían Carlos Martín y Mari Paz Oronoz, de Gure Altxor. De Zelaiburu, de Ventas, Itziar Egurbide apuntaba que «estábamos comentando, precisamente, que nos tenemos que juntar más». Todo ello en un círculo amistoso que completaban Luisa Arenaz (Gure Altxor) y Gregorio Gallo (Makila), que era otro de los entusiasmados con la sopa de pescado que habían disfrutado en la comida.
Luis fue uno de los que se vino arriba cuando la orquesta, apoyada en una versión de la bilirrubina de Juan Luis Guerra, hizo la transición de las baladas a la marcha. «Mira, lo importante no es la comida, que estaba bien, sí, pero lo bueno es la orquesta, y la música, y el baile...». En lo que sí coincidían tanto él, como las asociaciones de mayores y el resto de los presentes es en que se mantenga ésta como parada obligatoria del programa de fiestas de cada año. Así lo tuvo que escuchar una y otra vez el alcalde, José Antonio Santano, que como otros corporativos se acercó ayer a Ficoba a compartir mesa y mantel con los mayores irundarras.
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