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Música y danza en la calle para honrar a Oteiza como 'animal fronterizo'
Tres puntos de la avenida Iparralde unidos por la obra del oriotarra acogerán actividades el próximo día 30 por el décimo aniversario de su fallecimiento
20.11.13 - 00:05 -
Aquel edificio que Jorge Oteiza y Néstor Basterretxea diseñaron y levantaron en la irundarra avenida de Iparralde ha ligado profundamente al artista oriotarra con la ciudad. La misma avenida en la que se yergue esa casa-taller, hoy abandonada y transformada hasta resultar irreconocible, es también donde se encuentran sus otras dos obras en el espacio público irundarra, ambas escultóricas pero profundamente diferentes entre sí. Una es la estela de piedra que se encuentra en el puente internacional; la otra la escultura Arista Vacía en una versión de gran tamaño ubicada en el centro artístico, que no geométrico, de la plaza Amunarriz, ante el juzgado.
Entre todas ellas dibujan una línea recta de poco más de un kilómetro que el próximo día 30 de noviembre se convertirá en el escenario de una actividad cultural multidisciplinar organizada por la asociación Ezmugak en colaboración con el Ayuntamiento y la Fundación Museo Jorge Oteiza y el patrocinio de Super Amara. Una propuesta incluida en el programa por el décimo aniversario de la muerte del artista.
Música para la ocasión
La actividad en sí, presentada bajo la denominación 'Oteiza. Animal fronterizo', tendrá como piedra angular la fusión de la música y la danza con la obra de Oteiza. Con ese objetivo, ante cada una de las obras del oriotarra se interpretará una pieza escrita para la ocasión por alumnos de Composición del Conservatorio Superior de Música de San Sebastián Musikene. Las tres piezas están inspiradas, no podía ser de otra manera, en el propio Oteiza y su trabajo y serán estrenadas ese mismo día.
En el puente de Santiago se encuentra una estela que le fue encargada a Oteiza para separar los dos Estados, aunque él incluyó algunos aspectos para que, en lugar de eso, parezca que pretenda unirlos. Allí, un quinteto de metal interpretará la composición de Miguel Matamoro. Será a las doce y marcará el arranque de la actividad propuesta.
La casa-taller que Oteiza y Basterretxea dibujaron y en la que vivieron y trabajaron será la segunda estación. Este inmueble, de línea racionalista, es su único legado arquitectónico y aunque luce un aspecto terrible, está llamado a alojar en el futuro un centro artístico. Allí, un cuarteto de saxofones hará sonar la obra escrita por Francisco José Ríos.
La tercera y última parada será ante el Palacio de Justicia, junto a la escultura Arista Vacía. La música de Paula Álvarez para cuarteto de acordeones contará con la complicidad escénica del coreógrafo de la compañía Ertza, Asier Zabaleta. Creará para esta ocasión una pieza de baile original en diálogo con la escultura.
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