IRUN
Una fiesta navideña por todo lo alto
Pin, pan, pun!, el parque infantil instalado en Ficoba revoluciona las Navidades de los niños irundarras. Pensado para edades de 3 a 13 años, el parque lúdico del ferial ofrece muchas y variadas alternativas
27.12.13 - 00:13 -
Pin, pan, pun! El Parque Infantil de Navidad de Ficoba está estos días en plena ebullición. Es todo muy dinámico. Muy dinámico. Luces, música y un flujo continuo de gente que va y viene. Pin, pan, pun.
Los niños entran con el entusiasmo desbordado y en cuanto reciben luz verde van a la caza de la primera actividad. Puede ser en el pabellón 1, en el 2 o en el 3, porque el parque ocupa todo el espacio ferial. Al fondo del todo, en el extremo del pabellón 3, van dando saltos las cabinas del 'canguro', aquí bajo la denominación 'Crazy Jump'. Aún es pronto, pero hay algo de cola. «Vamos al fútbol, al fútbol», dice un crío de la mano de su aitona. Se refiere al Bubble Soccer, un futbolín humano 3 contra 3, en el que los jugadores se rodean de una gigantesca burbuja de aire. Meter el balón en la portería tiene menos interés que chocarse entre ellos continuamente, pin, pan, pun. Es tan divertido para los futbolistas como para los padres que ven el juego desde la barrera.
¿Las camas elásticas están llenas? Cojo uno de los ordenadores... Pin, pan, pun. Todo dinámico, todo intenso. Como el laserdromo, que desata la adrelina. «Entramos por equipos...» «Unos con cinta roja y otros azul». «Y tenemos cinco vidas, cada uno. Y tenemos que disparar...», «a los del equipo contrario». Son Telmo, Hugo, Adrián e Inoo, que se cortan el uno al otro para explicar de qué va el juego. «Tienes una mira para apuntar mejor», «y un contador con las vidas, con las tuyas y las del otro». Y el equipo que mejor se apaña con las armas láser, gana. Salen del recinto y se ponen a la cola para echar otro pique. Pin, pan, pun.
Que no falten las consolas
En la zona de las Wii de Nintendo Raúl y Xabier hacen cola «para jugar al Wii Sport», concretamente, «al de beisbol». Usando los mandos de movimiento de la consola, uno lanza y el otro batea. Bueno. Lo intenta. Parece que no se les da muy bien hasta que en una de esas, pin, pan, pun, tres buenas jugadas en la penúltima entrada y victoria azul. «Cada uno decide a qué quiere jugar», explican en el espacio Wii, «Mario Kart, deportes o bailes. Una carrera, un partido o una canción y se cambia de jugadores». Pin, pan, pun, y al siguiente juego. Pueden ser talleres; o coches teledirigidos, de la mano del Club de Automodelismo Bidasoa, en una atractiva pista que pueden recorrer los mayores de seis años a los mandos de un bólido bien amortiguado que, en la mayoría de los casos, avanza a trompicones e intentando, con poco éxito, no salirse del circuito.
Hay otras opciones ligadas a los videojuegos, cortesía de Fnac, que propone PS3, PSVita y Xbox 360. «Está todo guapo porque no son muy buenos y les gano a todos», dice Óscar, que maneja con soltura a su Real Madrid en el Fifa 2014 para marcar otro gol, el tercero, a un endeble Barcelona que manejan manos más jóvenes y, la verdad, poco hábiles. Acaba el partido y, pin, pan, pun, cambio de jugadores.
La excitación domina el ferial. Se oye a los padres insistir en frases del tipo «baina, lasai, eh, lasai». Pero ni que fuera tan fácil. ¿Es que no habrá visto la ama que hay autos de choque y que casi no hay cola? suena la sirena, un par de giros, alguna maniobra torpe, una embestida lateral y suena la sirena. A otra cosa. Pin, pan, pun.
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