domingo, 30 de marzo de 2014

Irun la noche hermética

Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa,el domingo día 30 de Marzo de 2014.

Irun la noche hermética

SE TRATA DEL CUARTO MUNICIPIO DE LA CAV CON MAYORES TASAS DE DELINCUENCIA, NADA INSÓLITO EN UN PASO FRONTERIZO DE 60.000 HABITANTES. ES "EL MANTO DE SILENCIO QUE PERSISTE ANTE MUCHOS SUCESOS" LO QUE CENSURAN AGENTES Y VECINOS
UN REPORTAJE DE JORGE NAPAL - Domingo, 30 de Marzo de 2014 - Actualizado a las 05:51h
Varias personas alternan en la calle Cipriano Larrañaga, en Irun, donde el Ayuntamiento ha anunciado la adopción de una serie de medidas frente a la inseguridad.
Varias personas alternan en la calle Cipriano Larrañaga, en Irun, donde el Ayuntamiento ha anunciado la adopción de una serie de medidas frente a la inseguridad. (Iker Azurmendi)

A Napoleón Zangmeni le arrebataron la vida hace unas semanas en pleno centro de Irun. Los agentes tienen serias sospechas de quién pudo ser el hombre que asestó las puñaladas al joven de origen camerunés que cayó muerto en el Paseo Colón.
La víctima, de 24 años y domiciliado en Madrid, perdió la vida en la madrugada del 2 de marzo tras verse implicado en una trifulca cuando salía de una discoteca. Había venido a pasar unos días con su novia.
Afortunadamente, sucesos trágicos como este no ocurren con frecuencia, incluso se advierte una tendencia decreciente de las tasas delictivas desde 2010. Pese a ello, la ciudad bidasoarra sigue siendo, tras Bilbao, Barakaldo y Gasteiz, el cuarto municipio de más de 20.000 habitantes con las tasas de delincuencia más elevadas en la Comunidad Autónoma Vasca, según datos de la Ertzaintza.
La actividad delictiva es alta, pero más que ello extraña sobremanera "el manto de silencio" que persiste en una ciudad en la que "muchos sucesos nunca trascienden", indican distintas fuentes consultadas.
"Para despejar incógnitas y especulaciones", dice Agustín González Callejo, "sería deseable una total transparencia". El presidente del Foro Ciudadano Irunés asegura que llevan "mucho tiempo pidiendo que se realice la Memoria Anual de la Policía Local".
Esta agrupación entiende que "los índices de inseguridad están muy por debajo de otras ciudades y pueblos, y además los puntos problemáticos están muy focalizados". No creen que haya motivos "para caer en alarmismo", si bien opinan "que no vendría mal alguna intervención pública que, de alguna manera, nos tranquilizara a los ciudadanos".
Este periódico se puso en contacto el miércoles con el Ayuntamiento de Irun para recabar su opinión sobre la "falta de trasparencia" que critican algunos vecinos. El Consistorio declinó hacer valoraciones de lo que "no son más que percepciones".
Pese a ello, al día siguiente de la llamada telefónica de este periódico ofrecieron una rueda de prensa para anunciar que piensan "abrir un debate sobre la situación de la calle Cipriano Larrañaga".
Es aquí donde fue asesinado el joven camerunés, con un modus operandi que no es nada excepcional. "La cultura de la navaja está muy presente de madrugada", asegura un agente.
Desde que se produjo el apuñalamiento mortal, la Ertzaintza ha realizado un trabajo de campo que por el momento no ha arrojado resultados.
El fin de semana siguiente a la muerte del joven se desplegó un amplio dispositivo policial ante la previsión de "una batalla campal" por un ajuste de cuentas que finalmente no tuvo lugar. Varias furgonetas con agentes de refuerzo de otras comisarías se dieron cita en la calle Cipriano Larrañaga, habitual escenario de trifulcas. Ese fin de semana se saldó sin incidentes. El sábado no hubo ni una sola pelea, algo que ocurre prácticamente durante el resto del año en una zona donde los vecinos aseguran que "se ha enquistado" la inseguridad.
RECLAMO DE FIESTA La calle Cipriano Larrañaga, donde tuvo lugar la puñalada, se convierte durante los fines de semana en un reclamo para muchos amigos de la fiesta que no son vecinos de Irun, en buena medida, provenientes de otros puntos del territorio como Donostia y Lasarte-Oria. Los agentes no les ven durante el resto de la semana, lo que de algún modo entraña mayores dificultades a la hora de hacer seguimientos. "No les tenemos tan controlados", admiten. "Pero la verdad es que puñaladas vemos muchas. La agresión que sufrió Napoleón no ha sido un hecho aislado. Cualquier persona que va a hacer una transacción de droga guarda en el bolsillo una navaja, porque nunca se sabe cómo acabará la operación, y aquí hay mucha gente que pasa droga". Los agentes es lo primero que les reclaman, que enseñen las manos y saquen cuanto tengan en los bolsillos. Siempre acaba apareciendo el arma blanca tras este primer intercambio de palabras y, como precisa un policía, "sean del tamaño que sean, las navajas hacen el mismo daño".
Según explican, cuando uno de los contendientes va ganando por los puños, no se plantea otros sistemas de pelea, pero sí tira de otros medios cuando ve peligrar su integridad. "Si lleva una navaja, la acabará utilizando en cuanto se vea apurado. Ni vasos ni botellas rotas. La navaja la acaban sacando para acojonar más".
Agentes policiales consultados aseguran que transitar "por delante de determinadas personas" puede ser complejo a ciertas horas de la noche. La droga circula habitualmente por zonas como Behobia, uno de los barrios menos habitados, donde funciona un entramado muy bien organizado que tiene controlada la zona mediante vigías, encargados de dar la voz de alerta en cuanto las cosas se ponen feas. La impunidad aguarda al otro lado del Puente Internacional.
"Ves a uno en cada esquina. Suele haber una veintena a diario, creando un problema de salud pública e inseguridad". Dice Ruben Fraile que Irun es "una pequeña ciudad con problemas de gran urbe". El presidente de la Asociación de Comerciantes de Behobia asegura que encararse con ese entramado delictivo no es aconsejable debido a los problemas que siempre conlleva. "Hay épocas en las que se les ve que están más nerviosos y sacan navajas y machetes. Hemos denunciando un montón de veces esta situación, pero al final aquí seguimos teniendo a nuestros habituales vendedores de drogas, de lunes a domingo, de ocho de la mañana hasta la madrugada".
El trapicheo en Behobia, pese a todo, ha bajado notablemente en los últimos tiempos debido a la presión policial, lo que ha obligado a este entramado a desplazarse a otros municipios como Errenteria, según las últimas informaciones que maneja la Policía. Pero la droga también está presente en otras zonas de Irun, como la plaza Urdanibia. Según las mismas fuentes, suelen registrarse también actuaciones con algunos ciudadanos procedentes del Este de Europa trasladados a diario en furgoneta hasta la plaza Pío XII. Buena parte de ellos se dedican a pedir dinero, pero los problemas surgen con aquellos que asaltan a personas de edad avanzada poco después de sacar dinero en entidades bancarias. "Están muy bien organizados".
Los agentes han solido ver a chicas que aguardan en las puertas de los bancos y se acercan a las personas mayores para ofrecerles favores sexuales. Los ancianos se ven cohibidos y ellas consiguen su botín. "La semana pasado tuvimos el caso de una chica que había ofrecido favores sexuales a un varón. Al parecer, cuando llegaron a casa, le arrancó la cadena de oro y se marchó. Enseguida sospechamos de una chica en concreto. Efectivamente, era ella, una chica que voló porque sabía que la íbamos a detener. Aquí los delitos están muy bien definidos", detallan las mismas fuentes. Otra zona conflictiva suele ser la calle Joaquín Gamón, en torno a la cual se dan cita franceses con altísimas tasas de alcohol. Suelen protagonizar lo que los agentes llaman "peleas habituales de borrachos", o de consumidores de otro tipo de estimulantes ilegales.
Lucas Quintana, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Oiasso 2000 de Irun, solicita "que se vele más por la seguridad en ciertos establecimientos". No observa que haya habido un repunte de la delincuencia. "Ni mucho menos se pueden hablar de alarma social", recalca, si bien apuesta por una revisión de licencias de locales.

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