domingo, 2 de noviembre de 2014

“Este oficio es mucho más tranquilo que estar subido a un tejado, como hacía yo antes”

Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa,el domingo día 2 de Noviembre de 2014.


GORKA IGUÍÑIZ ARRIOLA CONDUCTOR DE LA EMPRESA DE AUTOBUSES AUIFSA DE IRUN

“Este oficio es mucho más tranquilo que estar subido a un tejado, como hacía yo antes”

Gorka Iguíñiz, irundarra de 32 años, es nieto, hijo y sobrino de conductores de autobús, y de la misma empresa, además. “Un caso nada habitual”, aunque no fue este su primer oficio.
XABIER SAGARZAZU - Domingo, 2 de Noviembre de 2014 - Actualizado a las 06:11h
Gorka Iguíñiz Arriola

IRUN 
- Gorka Iguíñiz es parte de una familia muy ligada a los autobuses y a una empresa de Irun, Auifsa, que gestiona los servicios de transporte público de Irunbus y también la línea entre Irun y Hondarribia. Su abuelo, José Francisco Iguíñiz, fue conductor de esta empresa, como lo son sus hijos, José Luis y Paloma, padre y tía, respectivamente, de Gorka, que es la tercera generación familiar de conductores de autobús en la familia.
¿Lo de conducir autobuses lo llevaba casi en los genes o ha sido la vida la que llevó a este oficio?
-Siempre he vivido rodeado de este ambiente de los autobuses, pero mi oficio era otro. Estudié y trabajé como carpintero, hasta que me quedé en paro. Entonces, hace como tres años, surgió la oportunidad de entrar en Auifsa como conductor y ni me lo pensé. Me saqué el carnet y aquí sigo, muy contento con este trabajo, que es mucho más tranquilo que lo que solía hacer antes. Mi especialidad era la carpintería de tejados, y ahí andaba siempre, subido en lo alto de casas y edificios Aquello era mucho más agobiante y peligroso que conducir un autobús, desde luego que lo era.
¿Qué siente al formar parte de una tercera generación de su familia en este oficio? ¿Se imagina en el futuro a sus hijos trabajando en lo mismo?
-Para mí es un orgullo, la verdad. Siempre tuve ahí esa posibilidad de trabajar como conductor, y tanto mi padre y mi tía como mi abuelo me animaban a ello, pero la vida me llevó por otros caminos. Ahora estoy muy contento de hacer este trabajo y de estar en la misma empresa que mi padre y mi tía, algo que es poco habitual hoy en día. Mi abuelo, mi padre y mi tía están encantados de que yo haya entrado en esta profesión. Además, hay gente que me reconoce por mi padre o mi abuelo, y la verdad es que cuando te lo dicen, te ilusiona. ¿Si me gustaría que mis hijos, si algún día los tengo, trabajaran en esto? Por qué no. Es un buen oficio. Me haría ilusión que hubiera una cuarta generación de conductores de autobús en la familia Iguíñiz.
¿Qué tipo de servicios realiza y cómo es la relación con la gente?
-Trabajo sobre todo en las rutas de transporte escolar y en servicios discrecionales, que son los que se hacen para entidades, empresas y demás. Me muevo sobre todo por Gipuzkoa y Euskadi, y alguna vez un poco más allá. Pero es un trabajo tranquilo y agradable, más relajado que el de los servicios de transporte público, en los que los compañeros van a veces algo agobiados para cumplir con los horarios. En mi caso, no estoy tan atado al cumplimiento de un horario, porque los servicios no son tan continuos.
¿Le toca alguna vez hacer servicios en las líneas de transporte público? ¿Ahí no andan un poco justos para cumplir los horarios?
-A veces me toca hacer servicios de de las líneas de transporte público, cubriendo a algún compañero que esté de baja o así. Normalmente, no suele haber problemas para cumplir el horario. Las frecuencias están diseñadas para poder dar el servicio con cierta holgura, aunque siempre pueden presentarse problemas. Sobre todo en verano, cuando hay mucho tráfico. Ahí, a veces, es cuando la relación con los viajeros tiene sus pequeñas tensiones, porque la gente va con prisa y los conductores tampoco pueden hacer mucho.
Al margen de conducir, ¿es usted también usuario del transporte público en Irun? ¿Qué le parece?
-Vivo en Puiana y suelo utilizar el autobús con cierta frecuencia para desplazarme al centro de la ciudad. La verdad es que con los cambios de rutas y mejoras de horarios y frecuencias que se han hecho en los últimos años, la comunicación por autobús dentro de Irun ha mejorado mucho. Te puedes desplazar casi a cualquier punto de la ciudad con unos tiempos de viaje y frecuencias que son bastante razonables.
Las circunstancias de la vida y la crisis económica le llevaron a conducir un autobús, que era casi tradición en su familia. ¿Se ve ahora volviendo a trabajar de carpintero, subido en los tejados?
-¡Para nada! Estoy muy contento con este trabajo y no me veo volviendo atrás. Es un oficio mucho más tranquilo y menos peligroso de lo que hacía antes, desde luego. Espero seguir en esto muchos años, hasta que me toque jubilarme, aunque a veces la vida te da sorpresas y nunca se sabe.
Su txoko guipuzcoano favorito. Donde más a gusto estoy es en mi casa. Soy bastante casero.
Un monte. Me gusta mucho ir al santuario de Guadalupe, en Hondarribia. Las vistas son estupendas.
Un paisaje. Hay muy pocos como el del mirador de Jaizkibel.
Una playa. La de Hendaia.
Una fiesta. Los Sanmarciales. Es cuando más nos vemos la cuadrilla.
Gipuzkoando

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