Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa,el miércoles día 31 de Diciembre de 2014.

La enmienda a la totalidad de Bildu reflejó «el choque entre dos modelos»

• La coalición pidió al Gobierno unas cuentas que no perpetúen «este modelo agotado» y PSE, PNV y PP se opusieron

• I.M. |  IRUN.

31 diciembre 201400:14

Oinatz Mitxelena, portavoz de Bildu, en la defensa de su enmienda a la totalidad, habló de «un choque de modelos, el del Gobierno y el nuestro. Podemos colaborar, pero somos fieles y coherentes con el nuestro». Criticó al Gobierno por recurrir, «sobre todo, a la beneficencia» ante una situación «crítica» con una «tasa del paro del 18%. La administración debe garantizar los derechos de los ciudadanos, responder a sus necesidades» y por eso reclamó «un giro de 180º que no se da en este presupuesto».

Como ejemplo de otro modelo, planteó propuestas en temas clave: «gestión directa de servicios, banco de tierras para cultivo, entrar en la cooperativa Goiener de energía renovable, dinero para AES sin esperar a que la aportación del Gobierno Vasco se agote, incorporar al mercado viviendas vacías en lugar de seguir construyendo...». Achacó al PSE «30 años en el gobierno sin voluntad de cambio» y, aunque le felicitó por iniciar un presupuesto participativo, «ha sido algo del Gobierno, no de la Corporación; ni siquiera han traído a esta sesión el resultado para que podamos votarlo. Si viene para quedarse, hay que mejorar el proceso de participación».

La respuesta de Páez destacó las cosas «de las que Bildu habla aquí, pero no aplica ni en la Diputación ni en los municipios que gobierna» y otras que sí aplica «con un modelo que, efectivamente, no es el nuestro, que yo al menos no quiero para Irun, que ha llevado a perder miles de empleos en Gipuzkoa, que persigue a pequeños y medianos empresarios, que invierte menos, que impone sin interesarse por la opinión ciudadana. Llevan tres años y medio gobernando entre inactividad, quejas, líos y mucha bronca que, eso sí, es lo suyo. Un día les escuché aquí decir que Irun era una isla. Pues me alegro. No entienden la forma de vivir y sentir de esta ciudad. Quieren traer el discurso que llevan a Oñati o Pasaia, la misma capa gris por encima de todo, igual para todos. Su modelo, visto lo que ha supuesto en otros sitios, no lo quiero en Irun. Eso sí, la mano está tendida si quieren un diálogo tranquilo y constructivo sobre un modelo que reúna a la mayoría de irundarras».