El Gobierno cuenta ya con un programa que guiará su acción los próximos cuatro años
Socialistas y jeltzales no consiguieron más apoyos aunque con la abstención del Grupo Popular evitaron el voto contrario de toda la oposición
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
El Programa de Gobierno, documento que guiará la acción gestora de la coalición PSE-PNV al frente del Ayuntamiento durante los próximos cuatro años, fue aprobado en la última sesión plenaria del año. Socialistas y jeltzales avalaron con su mayoría el dictamen, que recibió los votos en contra de EH Bildu y Sí se Puede Irun mientras que las ediles del PP optaron por la abstención.
El alcalde, José Antonio Santano, fue el encargado de defender la propuesta, confeccionada a partir de que los grupos de la coalición de gobierno comparten «una hoja de ruta bien definida y un objetivo claro. Pero también hemos sabido escuchar y compartir» para poder «sumar compromisos adquiridos en numerosos encuentros y reuniones con vecinos y vecinas». Santano admitió que el documento podría haber incluido más acciones «porque el papel lo aguanta todo, pero hemos querido hacer un programa real» para llevarlo a cabo con «diálogo, trabajo y compromiso; desde la convicción de que las personas son el centro de nuestra acción». Destacó que las medidas que plantean van acompañadas de una memoria económica y se enmarcan en doce epígrafes que definen Irun como una ciudad «solvente, de oportunidades, viva, de política transparente, participativa, para todos y todas, solidaria, de relaciones institucionales prácticas, comprometida con la sostenibilidad, construida barrio a barrio, con corazón y que piensa en su futuro».
Bajo esa docena de características apuntó algunas de las medidas concretas previstas. Muchas suponen dar continuidad a líneas de trabajo ya emprendidas o desarrollar conceptos e ideas recogidos ya en el Plan General de Ordenación Urbana. Por novedosos, merecen mención el Plan Estratégico de Juventud, coordinar con los colegios el fomento de la cultura de la participación entre los escolares y abrir locales sociales para mayores en Anaka Puiana y Palemera-Montero. Por significativos, los proyectos más destacables tienen que ver con invertir más de 2 millones de euros en VPO de alquiler (al margen viviendas vacías y acuerdos con el Gobierno Vasco), el desarrollo de un museo de la ciudad en Ikust-alaia, un Plan de Barrios con proyectos de gran volumen, la activación de los ámbitos Korrokoitz y Papinea y el desarrollo de la Ronda Sur (con su conexión con la A8 y la petición para que ésta sea gratuita entre Behobia y Ventas). Aunque los datos apenas ocuparon espacio alguno en la intervención, hubo dos muy relevantes. «Al ritmo actual, dentro de ocho años, además de haber seguido mejorando la ciudad, el Ayuntamiento tendrá deuda cero», dijo Santano, que más tarde aportó que el objetivo a finales del mandato, con las novedades que se introducirán, es alcanzar «el 50% en el reciclaje de los residuos que generamos en el municipio».
El PP quiere juzgar «los hechos»
Las intervenciones de los grupos de la oposición fueron de perfiles muy distintos. Juana de Bengoechea, portavoz popular, entró casi una por una a las acciones previstas en el programa, para valorar positivamente algunas, mostrar dudas en cuanto a otras y, sobre todo, llamar la atención sobre lo que no aparece por ningún lado. Entre otras cosas, señaló una línea de trabajo que agrupe las diversas ofertas culturales para fortalecer la idea de «'Irun, ciudad de la cultura'», la accesibilidad al parque Mendibil o un nuevo plan para Iparralde-Gal, dado que la urbanización aprobada actualmente «es, como ya dijimos en su momento, irrealizable». La abstención se justifica porque «lo que hay que juzgar es lo que se hace, no lo que se dice que se va a hacer». También apuntó que «es difícil que haya un gran acuerdo como ha pedido el alcalde, si no se deja participar», aludiendo a que el programa presentado era sólo de los grupos de Gobierno, que no lo habían contrastado con el resto de formaciones.
Bildu planteó su cambio de modelo
Euskal Herria Bildu, por voz de Oinatz Mitxelena, aprovechó la ocasión para plantear un modelo de ciudad diferente. Criticó el sistema de presupuestos participativos socialista, como había hecho Bengoechea, y el Alcalde en los barrios porque «no es democracia directa»; denominó «marketing puro, porque no hay soluciones reales», las propuestas para el fomento de la actividad económica y el empleo, y criticó que no se varíe el rumbo en las políticas sociales que «son claramente insuficientes. De lo de la transparencia... De eso mejor ni hablar». Mitxelena planteó «una apuesta clara por el primer sector; un sistema de participación que dé, de verdad, capacidad de decidir a los ciudadanos» y un alejamiento de las «grandes obras» para «acercarse a las necesidades de los ciudadanos». Pero sobre todo, Bildu criticó que este programa «está elaborado por el PSE y firmados por los dos grupos del gobierno». Insistió en que le sorprendía que los jeltzales aceptaran «tantas cosas que han criticado y que recoge ese documento» y terminó asegurando que «por la forma de funcionar de este Gobierno hasta ahora, además, ya no creemos lo que decís».
Muchas discrepancias en SPI
Los presupuestos participativos recibieron también las criticas del portavoz de Sí se Puede Irun, David Soto, «porque no nacen de la ciudadanía y están viciados». En otros temas (alcalde en los barrios, universidad en la ciudad, gestión de desahucios, viviendas públicas de alquiler), mostró puntos de coincidencia aunque siempre acompañados de matices clave que alejan al grupo de la postura del Gobierno. Sí se mostró duro en dos asuntos. Por un lado, en que el desarrollo de la plaza de San Juan «no se puede poner como ejemplo de participación cuando lo que se ha hecho termina siendo nada de lo que se aprobó», aunque mostró, al mismo tiempo, sus dudas en cuanto a que deba desarrollarse el edificio anexo al consistorio para la ampliación de servicios municipales a la vista de «lo que nos han dicho que puede costar». El otro asunto tiene que ver con la discrepancia total con un modelo urbanístico que ejemplificó con «lo que hemos visto recientemente en Ikust-Alai, sacando de allí la VPO», o con con el enquistado caso de los ámbitos Korrokoitz y Papeinea.
El PNV defendió sus aportaciones
Xabier Iridoy defendió la importancia del documento que el Pleno aprobó e identificó varias de las aportaciones de su grupo al Programa de Gobierno que partían, dijo, «del proyecto de ciudad que hemos elaborado a lo largo de los últimos años, un proyecto abierto, dinámico y participativo». Ante las críticas de la oposición porque la propuesta incluye cosas que los jeltzales criticaron en el pasado, explicó que «para llegar a acuerdos, tienen que ceder unos y tienen que ceder otros. Eso significa llegar a acuerdos», remarcó, y recordó que «también había una amplia base de coincidencia con los planteamientos socialistas» que llevó a los jeltzales, subrayó, «a votar a favor del Plan General estando en la oposición».
Oferta a contribuir del PSE
El portavoz del grupo Socialistas de Irun, Miguel Ángel Páez, aprovechó su turno de intervención para recordar que el programa «está abierto a partir de hoy a nuevas incorporaciones. Es un programa flexible», dijo, «para que los grupos políticos municipales, los ciudadanos y los movimientos en torno a los que se agrupan los ciudadanos no se queden al margen de lo que va a ser la acción municipal en este mandato». Como había hecho alcalde, como había hecho Iridoy, incidió en que «la transparencia y la participación son los grandes pilares» de una propuesta confeccionada «con ilusión, pero con solvencia; con ambición, pero con solvencia» y añadió en ese sentido que, «por primera vez, un documento de estas características se presenta ante el Pleno con una valoración económica que lo hace realista».
Coalición de gobierno. El alcalde Santano, flanqueado por los portavoces socialista, Páez, y jeltzale, Iridoy, fue quien defendió el programa de Gobierno para los próximos cuatros años. / FOTOS: F. DE LA HERA
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