«Tengo equipos muy buenos de los que aprender y pronto empezaré a aportar»
Igone Virto Directora del área de Bienestar Social
Acaba de regresar «oficialmente» a su ciudad natal para hacerse cargo de la dirección técnica del área de Bienestar Social, Educación y Juventud
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
Igone Virto ocupa, desde el pasado día 18, el despacho de directora del departamento de Bienestar Social, Educación y Juventud del Ayuntamiento de Irun. Afronta con ilusión esta nueva etapa profesional, después de trabajar durante casi tres décadas por la inclusión social y laboral de personas y colectivos en riesgo de exclusión y por la promoción del empleo de ciudadanos con dificultades. Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación, ha sido promotora y directora de la Asociación de Reinserción Social Sartu Taldea, una entidad privada sin ánimo de lucro y de la Plataforma de Iniciativa Social de Gipuzkoa Sargi. Es, precisamente, la inclusión social y laboral el campo que, en su opinión, precisa de urgentes mejoras en los recursos y servicios.
-Aunque nunca se ha ido del todo, ¿podemos decir que regresa a Irun?
-Para mí, es como una especie de vuelta oficial. Me hace ilusión que sea el Ayuntamiento de Irun y no otro para el que voy a trabajar. Yo estudié fuera y he trabajado durante 28 años en Donosti. Pero tampoco me he alejado mucho de aquí, porque llevo veinte años viviendo en Hondarribi, mi familia sigue en Irun y he estado siempre en contacto con lo que pasa en la comarca.
«En tiempo de crisis, hay que reforzar la lucha por mejorar la dotación de recursos»
«Hace falta un plan de inclusión del Gobierno Vasco con los recursos y servicios adecuados»
-¿Por qué decidió participar en el proceso de selección para la dirección del área de Bienestar Social?
-He estado 28 años en Sartu. Ha sido una etapa muy importante de mi vida en lo personal y en lo profesional, por mi implicación en el proyecto. Estuve desde el comienzo en esa entidad y he ido creciendo y aprendiendo con ella. Pero en los últimos años, sentía la necesidad de cambiar, de participar en un proyecto diferente. Cuando surgió esta oportunidad y vi que cumplía con los requisitos de entrada, pensé que podía aportar algo. Por mi trabajo anterior, he tenido contacto con los Servicios Sociales de la comarca, conocía a la gente y eso también me animó. Me lancé, he tenido la suerte de que hayan confiado en mí y espero cumplir con las expectativas.
-¿Con qué profesionales se ha encontrado?
-Con unos equipos muy buenos, que me han acogido muy bien. En estos primeros momentos, me apoyaré en ellos, como no puede ser de otra manera. Necesito aprender y ubicarme y espero que en breve pueda empezar a aportar.
-Por su trayectoria profesional, se da por hecho que conoce las necesidades de los ciudadanos más desfavorecidos. Pero viene de una entidad social y ahora tendrá que tratar los problemas desde la Administración. ¿Será muy diferente?
-Todavía es pronto para hablar, aunque entiendo que una administración tiene un funcionamiento muy distinto y más una adminstración como ésta, que es un Ayuntamiento importante. Todos los procedimientos y requerimientos jurídicos son muy diferentes. En Sartu trabajábamos en colaboracion con la Administración, a través de subvenciones y convenios y ahora yo voy a estar al otro lado y voy a ver realmente lo que se cuece. Voy a vivir lo que en algún momento he vivido como problemático desde el otro lado y seguramente lo voy a entender mejor.
-En el departamento de Bienestar Social, los profesionales se enfrentan a problemas de verdad, a situaciones graves. ¿Cómo combinan la necesidad de resolverlas con los procedimientos administrativos necesarios o para darles salida?
-Las personas del equipo están en contacto directo con problemáticas muy delicadas y al mismo tiempo están en contacto con las administraciones local, foral y vasca. Todas ellas tienen sus procedimientos, sus solicitudes y sus ayudas y muchas veces, aunque para las personas que los sufren los problemas sean urgentes, no entran por esa vía y hay que encajarlos en los procedimientos administrativos. Las situaciones vulnerables impactan al profesional, pero muchas veces no puede solucionar las cosas en el momento en el que se lo piden. Aquí hay grandes profesionales con mucha trayectoria y mucha experiencia y eso les hace llevar las cosas bien. De todas formas, tenemos que tratar de mejorar continuamente los mecanismos de atención a las personas, siempre dentro dela ley.
-¿Cuáles cree que son las necesidades de atención más urgentes que deberá afrontar en Irun?
-Es muy pronto para hablar, pero, por la experiencia que tengo y en un marco general, creo que será el trabajo de inclusión social y laboral de personas con dificultades. Esa es una de las áreas que más carencias tiene a nivel de recursos y servicios. Así como en el mundo de la discapacidad, de la dependencia y de la infancia, seguramente hay mucho que mejorar, pero hay unos mimbres bastante importantes, el mundo de la exclusión todavía adolece de un plan de inclusión del Gobierno Vasco que se ponga en marcha con una dotación de servicios adecuada.
-Hay una asignatura pendiente en esta ciudad, que es el albergue de transeúntes.
-Es un servicio que está en el programa de Gobierno para esta legislatura. No cabe duda de que en estos años se pondrá en marcha, porque es un servicio muy importante para una ciudad como Irun, con el volumen de población que tiene y también por su ubicación como ciudad de paso. Hay otros ayuntamientos que no tienen estas características y que ya disponen de un albergue y hay muchos modelos por ahí de los que aprender, tanto en la CAV como fuera.
-En tiempo de crisis, hay recortes en todas las áreas, pero cuesta entender que haya recursos para asuntos prescindibles, cuando faltan para departamentos como el que usted dirige.
-Los recortes no sólo están en las empresas privadas y en los particulares, sino que también están en las administraciones. Eso supone que todas las áreas de un municipio sean tocadas. Yo entiendo que no todos los departamentos se tocan de la misma manera. Políticamente, se establecen prioridades de atención y, sin duda, se han tenido en cuenta las necesidades sociales prioritarias. A pesar de eso, también hay recortes en este departamento, en un momento en el que hay más demanda. Ahí nos metemos en un tira y afloja y el departamento refuerza su lucha por mejorar la dotación de recursos, más ahora que estamos en época de aprobación de presupuestos.
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