Un nuevo deslizamiento de tierra obliga al cierre de la carretera Olaberria-Ventas
El alcalde lamentó ayer la falta de actuaciones y de mantenimiento de la Diputación en este vial de competencia foral, con graves problemas desde hace exactamente un año
- M.A.I.
- IRUN
Las lluvias intensas del fin de semana han vuelto a hacer mella en un punto delicado de la carretera entre los barrios de Olaberria y Ventas. Se trata de un punto de este vial, GI-3452, cercano al acceso desde Ventas y en el que a finales de febrero del año pasado, ya se produjo un corrimiento de tierras que afecto seriamente al firme. Desde entonces, al paso por ese lugar, la carretera sólo tenía un carril habilitado y obligaba a la circulación alternativa de vehículos. Tras un nuevo movimiento de tierras este fin de semana, el tráfico ha tenido que cortarse de nuevo.
El alcalde, José Antonio Santano, lamentó «la falta de previsión, de diligencia y de medidas urgentes en la carretera de Olaberria» que ha supuesto «un nuevo cierre de esta vía, con el consiguiente problema para los vecinos y las actividades económicas del entorno.»
Tras lo ocurrido, el primer edil insistió en recordar que tanto desde el propio Ayuntamiento como por parte vecinal, «se llevan años solicitando actuaciones urgentes en esta carretera y no se han tenido en cuenta. Hace apenas un mes el departamento de Carreteras anunció, por fin, que se actuaría en ella a lo largo de este 2016, sin embargo dada la mala situación de la carretera y la falta de previsión y de actuaciones mínimas de mantenimiento urgente, este fin de semana hemos vuelto a tener un desprendimiento que supone un nuevo e importante corte en la carretera». El alcalde no quiso obviar que, en la práctica, esto supone «un trastorno importante que va a ocasionar muchas dificultades» tanto para los vecinos del valle como para las actividades económicas que se ubican en ese entorno. Santano insistió en que «la situación allí venía haciendo necesaria una intervención desde hace años» y en que «se había convertido en algo especialmente urgente tras el desprendimiento que tuvo lugar por las fuertes lluvias del mes de febrero de 2015».
Santano no ha vacilado a la hora de hablar del «abandono de esta carretera» sufrido «durante años por parte de la Diputación y que en este caso es especialmente flagrante porque recordamos que, en el proceso de participación de los presupuestos forales que puso en marcha el Gobierno de Bildu, ésta fue una de las actuaciones votadas y que el anterior Gobierno no quiso incluir aludiendo que ya estaba previsto actuar. El actual Gobierno foral ha confirmado las actuaciones pero no ha hecho un seguimiento de la carretera y no ha previsto que, como ha terminado por pasar, un nuevo desprendimiento supone cortar otra vez el paso».
El alcalde solicitó en la mañana de ayer una reunión urgente con la diputada foral de Infraestructuras Viarias Aintzane Oiarbide. Su departamento respondió también ayer, fijando el encuentro para el día 4 de marzo. Por su parte, la delegada de Obras y Movilidad, Cristina Laborda, realizó también las consultas pertinentes para conocer la última hora de las medidas que prevé aplicar la Diputación, en su caso, a través de la directora de Carreteras. Fuentes municipales indicaron que la Diputación espera poder continuar con el procedimiento para hacer realidad el proyecto que ya tenía aprobado y que ya está en licitación para poder ejecutarse este año.
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