Una propuesta con opciones de hacerse realidad
Éste es el tercer Plan Especial para San Miguel-Anaka después de los intentos frustrados de 2001 y 2007. Cuenta con todas las bendiciones de servidumbres y aglutina los avances logrados en todo este tiempo, fundamentalmente, las parcelas que se han ido adquiriendo y la implicación del Gobierno Vasco lograda en 2010. Con la nueva planificación, las cargas urbanísticas se reducen de 34 millones a casi 22 y, desvinculando Sancheski del resto de un desarrollo planteado por etapas, se facilita que pueda arrancar.
No es mal punto de partida para que a la tercera vaya la vencida pero el escenario es el que es. Iridoy prefiere no hablar siquiera de cuándo se podrá ver trabajo sobre el terreno. Se limita a anunciar lo que en 2016 quiere hacer el consistorio. «Mientras seguimos trabajando con el Gobierno Vasco, queremos hacer el estudio de contaminación del suelo y luego abordar el PAU (Plan de Actuación Urbanizadora), el Proyecto de Reparcelación y el Proyecto de Urbanización». Y no será poco si lo consigue todo.
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