Las aguas del Bidasoa bajan ya hermanadas con las del Sella
El acto simbólico de ayer en Endarlatsa se completará el próximo 5 de agosto cuando Santiagotarrak vierta en el Sella agua del Bidasoa
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
Ochenta años celebra el Descenso del Sella en este 2016. Desde hace mucho, cada edición de esta prueba comienza con un acto de hermanamiento entre el Sella y algún otro río. En un aniversario redondo como el que celebran los organizadores astures, han encontrado en el Bidasoa las aguas con las que mezclarse. «Es un hermanamiento muy especial. El Bidasoa tiene mucho que ver con el Sella», explicaba ayer Juan Manuel Feliz, presidente del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (Codis). «Son ríos cantábricos y salmonícolas y en los dos se realiza un descenso de piraguas de larga tradición», añadía. Pero para hacerlo aún más especial, el descenso local cumple hoy su quincuagésima edición y el club que lo organiza, Santiagotarrak, celebra en 2016 su 50 aniversario. Era el año para este hermanamiento y el hermanamiento para este año.
«También quiero recordar», dijo Feliz, «la relación entre Santiagotarrak y el descenso del Sella». Se refería al papel que el club irundarra ha jugado en la prueba asturiana y su presencia en el palmarés. «Ya en los años setenta empezaron a descender el Sella en la competición y enseguida llegaron los triunfos. En el 79 ganaron Pedro Campo y Enrique López, en el 82 Enrique López con Pedro Alegre y en el 83 repitió Pedro Alegre, aquella vez, con Miguel Ángel Varela», recordó Feliz sonriendo al propio Alegre, presente en el acto como actual concejal de Deportes del Ayuntamiento de Irun. «Además, en los años 81 y 82 Santiagotarrak venció por equipos».
Por su parte, Olatz Zabala, como presidenta de Santiagotarrak, mostró en nombre del club el agradecimiento a los organizadores del Descenso de Sella «por este hermanamiento que hoy mezcla para siempre las aguas del Bidasoa y el Sella, un gesto simbólico entre dos zonas en las que el piragüismo es un deporte característico». «Es un hecho original, singular, bonito», valoraba también el alcalde en funciones, Miguel Ángel Páez, «que deja a Irun y al Descenso del Bidasoa en muy buen lugar; un reconocimiento al trabajo de Santiagotarrak en estos 50 años». Tras las intervenciones, fue Feliz quien, entre música de txalapartas y albokas, vertió en la cuenca del Bidasoa las aguas que llegaron del Sella en un bonito recipiente, encargado para la ocasión, que después le fue obsequiado al club irundarra.
Lo de ayer fue sólo un primer paso. Un aperitivo del intenso fin de semana piragüista en la ciudad, con el Campeonato de España de Ríos y Travesías, en el que ayer por la tarde participaron 457 palistas en 356 barcos, y el Descenso, hoy por la mañana, con 370 inscritos que representan a cuarenta clubes de trece comunidades autónomas. También en lo relativo al propio hermanamiento fue sólo la mitad del recorrido. El 5 de agosto, víspera del Descenso del Sella, una delegación irundarra viajará al río Astur para compensar con aguas del Bidasoa las del Sella, que ayer se vertieron en Endarlatsa.
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