La memoria del viejo puente
El centenario puente Avenida luce desde ayer una placa en recuerdo de todos los que sufrieron la injusticia durante la Guerra Civil y el franquismo
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
Los años de la Guerra Civil y del franquismo crearon los recuerdos más dolorosos que guarda el centenario puente Avenida. Desde ayer, una placa colocada por el Ayuntamiento de Irun, recuerda «a todas las personas que sufrieron injusticias» en aquellos difíciles años. Como dijo el alcalde, José Antonio Santano, antes de mostrar la placa, se trata de «mantener viva la memoria de quienes lucharon por la libertad, de quienes sufrieron por la barbarie y la sinrazón» y hacerlo «sólo unos metros por encima de las aguas del Bidasoa, en un puente que fue pensado para unir pero que fue también escenario de división, puerta de salida para escapar de la guerra y de la dictadura. Hoy», incidió, «es punto de encuentro».
Lo fue sobre todo ayer, porque para descubrir esta placa de homenaje que redondea los actos que se han celebrado con motivo del siglo de vida del puente y del 80 aniversario del incendio de la ciudad durante la guerra fratricida española, muchas y distintas sensibilidades se encontraron allí. Todos los grupos municipales del consistorio irunés dieron el visto bueno al nuevo panel y representantes de todos ellos acudieron al acto. Estuvo el Ayuntamiento de Hendaia, con su alcalde Kotte Ecenarro al frente. También estaban invitados los republicanos de ambos municipios, así como tantas otras asociaciones que a lo largo de este año habían solicitado placas de reconocimiento que se han querido aunar en la que se colocó ayer.
Ecenarro, que ayudó después a Santano a descubrir el nuevo símbolo en esta frontera que ya casi no lo es, intervino para agradecer al Consistorio irundarra ese homenaje de ayer. «Como alcalde de Hendaia, como hijo de republicano, esto que los irundarras hacéis hoy, me toca el corazón. En estos tiempos en los que los populismos asolan Europa, no debemos olvidar que la libertad y la democracia no se pueden negociar». Terminó recordando que «durante cuarenta años, el franquismo recordó a sus caídos, pero no a los nuestros. Por eso esta placa tiene tanta importancia, por acordarse de aquéllos también, por acordarse de aquéllos sobre todo».
Retirada la tela azul que la cubría, las más de cincuenta personas presentes pudieron leer el texto trilingüe de la placa, incluida la frase que había citado Santano: «Nadie puede sentirse con legitimidad para utilizar la violencia con la finalidad de imponer sus convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y a la dignidad de la ciudadanía, lo que merece la condena y la repulsa de nuestra sociedad democrática», una idea que, aunque apelaba al pasado, tiene aún, desgraciadamente, plena actualidad en estos tiempos.
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