Descargas que pueden salvar una vida
En instalaciones públicas y también en algunos espacios privados de la ciudad hay DEAs, desfibriladores externos automatizados para situaciones de emergencia
- JOANA OCHOTECO
- IRUN
El PAS y los DEA salvan vidas. Detrás de estas siglas se encuentran, en primer lugar, la conducta 'Proteger, Alertar, Socorrer', el códico básico de los primeros auxilios; y en el segundo caso, el Desfibrilador Externo Automatizado. Conocer en qué consiste el PAS y cómo se utilizan los DEAs puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Actualmente, en Irun pueden encontrarse DEAs tanto en espacios privados, como pueden ser supermercados y centros comerciales; como en recintos públicos: por ejemplo, en Ficoba y en las instalaciones deportivas. Artaleku cuenta con uno desde hace doce años y Azken Portu desde su apertura, hace diez. También hay desfibriladores en las denominadas instalaciones deportivas periféricas: el frontón Uranzu, Gal, el pabellón de remo y piragüismo, el centro de tenis de mesa y los campos de fútbol de Ugalde-Ventas, Artia y San José Obrero. El área de Deportes indica que, cuando se instalaron, se impartió formación al respecto a los trabajadores de los polideportivos y a los clubes que utilizan o gestionan las instalaciones periféricas.
Aunque tener una formación sobre cómo hacer uso de ellos sería lo idóneo, están preparados «para que un niño de ocho años pueda utilizarlos», explica Félix Flores, formador de Cruz Roja Irun. «Un DEA reconoce si la persona en cuestión está en parada, indica el momento en que se debe realizar la descarga y, luego, la realiza». Antes eran automáticos, pero ahora, debe ser la persona que esté utilizándolo quien active el botón para que el desfibrilador haga la descarga.
Antes de tomar la decisión de hacer uso de un DEA, sin embargo, hay una serie de pasos previos que se deben llevar a cabo. Lo ideal es realizar un cursillo de primeros auxilios que nos prepare para enfrentarnos adecuadamente a este tipo de situaciones. Félix Flores explica cuáles son los pasos que se deben seguir, y que se aprenden correctamente en dichas formaciones: «la utilización del DEA va acompañada de lo que se denomina un soporte vital básico», señala. Y ello implica aplicar la conducta PAS antes mencionada: en primer lugar, proteger tanto a la persona que necesite asistencia como a nosotros mismos. Si no es posible atenderle sin ponernos en riesgo, se debe alertar a los servicios de emergencia. Por ejemplo, en el caso de un accidente de tráfico «alguien se puede parar con la intención de ayudar y terminar siendo atropellado. Hay que tener mucho cuidado y, siempre, protegernos también a nosotros mismos».
La cadena de supervivencia
Una vez protegidos, es muy importante pedir ayuda antes de atender a la persona inconsciente, el paso 'Alertar' antes de 'Socorrer'. A continuación, «nos arrodillamos y vemos el nivel de consciencia. Empezamos con estímulos verbales», gritándole, y, si no responde, «pasamos a los estímulos dolorosos». Pellizcar el cuello, tirar de la oreja... «Si sigue sin reaccionar, pedimos ayuda. A continuación, realizamos la operación frente-mentón». Consiste en abrir las vías respiratorias de una persona que está tumbada boca arriba: colocando una mano sobre la barbilla y otra sobre la frente, se empuja suavemente la cabeza de la persona hacia atrás «y la vía aérea queda abierta».
A continuación, se comprueba si la persona respira aplicando tres premisas: «ver, oír y sentir». Para ello debemos acercar nuestra cara hacia la suya, mirando hacia su pecho y situando nuestro oído junto a su nariz y boca. De este modo, se puede oír y sentir el aliento y ver subir y bajar el pecho, en caso de que la persona esté respirando. «Si respira, la ponemos en posición lateral de seguridad para que, si vomita, no tenga una broncoaspiración», es decir, que el vómito obstruya la vía aérea.
Si no respira, «activamos la cadena de supervivencia». Teniendo en cuenta que antes de comprobar si la persona respiraba se ha solicitado ayuda, previsiblemente habrá acudido gente. «Debemºos pedir que llamen al 112», para que cuanto antes llegue la asistencia médica. Es primordial asegurarse de que la ayuda está en camino. A continuación, se iniciaría el proceso de RCP, la reanimación cardio-pulmonar. «Si no sabemos cómo hacerlo, existe un nuevo sistema al llamar al 112 en el que se nos permite realizar una RCP asistida». La persona al otro lado del teléfono indicará qué pasos seguir.
La RCP consiste, en resumen, en la realización de compresiones «que tienen que ser efectivas». Deben acompañarse «de insuflaciones», el conocido como 'boca a boca'. «Hay gente que es un poco reacia a hacerlo y no son obligatorias si la persona no quiere hacerlas. Pero simplemente con las compresiones, estimulamos el corazón para que siga bombeando y enviando oxígeno al cerebro. Si esto ocurre, las posibilidades de sobrevivir son mayores».
Importancia de la formación
Es en este punto cuando entra en juego el DEA. Si bien en base a la legislación de Euskadi cualquier ciudadano puede utilizarlo si es preciso, Félix Flores subraya que «hay que hacer hincapié en la formación». Haber recibido unas nociones de primeros auxilios contribuirá a que realicemos la reanimación de la forma más adecuada. «Si tenemos la formación, mejor; y si no es así, la persona que nos esté atendiendo a través del 112 nos irá dando instrucciones. Relizar una RCP efectiva y utilizar un DEA, en los cuatro primeros minutos, aumenta mucho las posibilidades de salir de la parada».
Una vez se abre el DEA, este se pone en funcionamiento y empieza a indicar los pasos que se deben seguir, tanto de forma acústica como visualmente, en una pantalla. En primer lugar, la máquina pide que se enchufe el conector de electrodos, incluido en el propio equipo. A continuación, el DEA indica que se debe romper el paquete que contiene los electrodos adhesivos, extraerlos desenvolviendo el forro plástico y colocarlos sobre el pecho de la persona, en los lugares que indica el dibujo. Es muy importante asegurarnos antes de que la persona no esté mojada, ni de agua ni de sudor.
Durante todo este proceso, es preciso continuar con las compresiones. Con los electrodos colocados, el DEA indicará si se aconseja una descarga o no. En caso afirmativo, «mientras el aparato se carga para lanzar la descarga, seguimos haciendo compresiones. El DEA empezará a pitar y nos alejamos, gritando bien fuerte '¡Fuera!' para que todos lo hagan también. En el momento de la descarga no puede haber nadie tocando el cuerpo de la persona, porque le puede pegar una sacudida y entrar él también en parada». Es entonces, cuando nadie está cerca de la persona, cuando se debe pulsar el botón 'Shock/Descarga'.
Estas son, en resumen, las instrucciones para utilizar un DEA. En cualquier caso, hay que reiterar la idoneidad de tener una formación para utilizarlos o de seguir las instrucciones del 112 si nos encontramos con una emergencia que aconseja su uso.
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