UN REGALO DULCE PARA DESPEDIR LAS NAVIDADES
Este viernes, víspera del día de reyes se repartirán de forma gratuita más de 2.000 raciones de roscón en los jardines de Luis Mariano a partir de las 12h.
El obrador irunés Arbelaitz será el encargado de preparar este tradicional postre
El obrador Arbelaitz ya está a pleno rendimiento trabajando en el roscón de Reyes gigante que este viernes 5 de enero se repartirá en Luis Mariano, dentro de la campaña de dinamización comercial que el Ayuntamiento ha organizado para estas navidades.
El delegado de Impulso de Ciudad Miguel Ángel Páez, área que ha dado forma a todo el programa de animación que se viene desarrollando estas semanas, destaca que "el año pasado fue una novedad que tuvo muchísimo éxito, y este año repetimos la fórmula con el obrador irunés Arbelaitz. La idea es repartir más de 2.000 raciones de este tradicional dulce de navidad animando así a la gente a que se acerque y se tome un descanso en un día que habitualmente utiliza mucha gente para hacer sus últimas compras de navidad".
La cita es este viernes 5 de enero a las 12h. en los jardines de Luis Mariano, concretamente en la entrada al parking junto al parque de juegos infantiles. En el caso de mal tiempo, está previsto que a actividad se traslade al otro extremo de los jardines, aprovechando la cubierta junto a los locales comerciales más próximos a la avda. Gipuzkoa.
Tres días de preparación
Como confirman desde el obrador Arbelaitz, donde también tienen servicio de atención al público, el pasado martes por la noche comenzaron con los primeros preparativos dando forma a la masa. En total se van a emplear aproximadamente 100 kilos de harina, unos 200 huevos y más de 100 kilos de limones, a lo que hay que añadir otros ingredientes habituales en este típico postre de Navidad como el azúcar, el agua de azahar, levadura o mantequilla.
Explican también desde Arbelaitz que una vez obtenida la masa deben dejarla descansar en frío antes de fermentar durante 3 horas para posteriormente su proceso de cocción en el horno. El último paso es dejarlo enfriar y ya está listo para degustación. Se necesitan en total alrededor de tres días para un proceso en el que llegarán a trabajar hasta 15 personas. El resultado, un roscón con nata de 50 metros al que no le faltarán sus trozos de fruta y el haba de la suerte.
En imagenes adjuntas: José Mari Arbelaitz y Constantin Colta.
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