El Gobierno Vasco responde a Santano y defiende su labor con los migrantes
Le ha remitido una carta en la que muestra su «perplejidad» por las declaraciones del alcalde de Irun en las que acusa al Ejecutivo de Urkullu «de falta de liderazgo»
El Gobierno Vasco recibió ayer con «sorpresa» las declaraciones realizadas por el alcalde de Irun, José Antonio Santano, a este periódico en las que echa en falta mayor liderazgo por parte del Ejecutivo vasco a la hora de buscar soluciones al tema de los inmigrantes que llegan a Euskadi.
Desde Lehendakaritza no se entiende la razón de las palabras de Santano porque «él sabe que las competencias corresponden al Gobierno español y a los ayuntamientos, así como a las diputaciones en el caso de los menores».
Hasta hace poco los temas relacionados con los migrantes se gestionaban en la Secretaría General de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, dirigida por Jonan Fernández y dependiente de Lehendakaritza, pero ahora es el Departamento de Empleo y Políticas Sociales quien se ha responsabilizado del tema.
Por eso, fue la consejera de ese departamento, Beatriz Artolazabal, en representación de todo el Ejecutivo, quien remitió una carta al alcalde de Irun, a la que ha tenido acceso DV, para expresarle «la perplejidad que ha provocado su comentario sobre lo que usted califica 'falta de liderazgo del Gobierno Vasco'» e insiste en que «creemos profundamente en la colaboración y el respeto interinstitucional y vamos a seguir trabajando en esta línea, a pesar de declaraciones como las que usted ha realizado».
Por ello, la responsable de Políticas Sociales «en tono positivo, de colaboración y para una mejor atención a las personas migrantes», solicita a Santano que «evite ese tipo de comentarios y participe de lleno, como le corresponde en su representación de Irun, de la cual suponemos conocedor en la comisión interinstitucional, en la atención a la situación que requieren las personas migrantes».
En su escrito, Artolazabal le recuerda que desde «hace años el Gobierno Vasco viene trabajando en el ámbito de la migración, así como en relación a personas refugiadas o en crisis humanitarias», pero se centra especialmente en la actuación que ha desarrollado desde la llegada de un autobús con inmigrantes a la estación donostiarra el 4 de julio.
Entre otras cuestiones, además de recordarle que la competencia corresponde a la administración central, le señala que «el Gobierno español no nos ha notificado hasta el momento las circunstancias, fechas o número personas que son dirigidas desde el sur peninsular a Eukadi» y que la información de la que disponen «se basa en la buena actuación de organizaciones como la Cruz Roja».
Preocupación por la frontera
En su misiva, la consejera repasa los movimientos realizados por el Gobierno Vasco como la participación en reuniones sectoriales en Madrid donde ha trasladado su «preocupación ante la situación que se está generando sobre todo en zonas fronterizas», la constitución de tres mesas interinstitucionales territoriales o la puesta en marcha de recursos que permita a los migrantes más vulnerables -mujeres con niños, convalecientes, personas sin contactos...- una estancia más prolongada en Euskadi.
A fecha de ayer son 2.507 las personas migrantes que han sido atendidas desde el 28 de junio en Euskadi por las distintas instituciones -Cruz Roja, Gobierno Vasco, diputaciones forales de los tres territorios y los ayuntamientos de Bilbao, Donostia, Vitoria e Irun-, que han realizado 3.019 pernoctaciones en sus caminos hacia el norte de Europa y procedentes de los puertos y localidades del sur peninsular.
El director de Políticas de Familia y Diversidad del Gobierno Vasco, Ernesto Sainz Lanchares, estima que «se actúa ante todo con humanidad y urgencia'» y para ello «hace falta una estrategia común europea, bien planificada y teniendo en cuenta los motivos de estos movimientos humanos».
Esa necesidad de una acción común ha llevado a Artolazabal a enviar una carta al presidente del Comité Europeo de las Regiones, Karl-Heinz Lambertz, en la que apuesta por que «los países y regiones de la Unión Europea trabajen y colaboren con el resto de instituciones europeas y de las comunidad internacional para definir una eficaz política que afronte y solucione el fenómeno de las grandes migraciones».
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