Santano denuncia que la posible moción de censura contamina la comisión de investigación en Irun
El alcalde, que cerró las comparecencias, criticó «las contradicciones de Iridoy» y sembró dudas sobre la «objetividad» de Podemos y EH Bildu
La Comisión de Investigación que desde el pasado mes de mayo se viene desarrollando en el seno del Ayuntamiento de Irun vivió ayer una maratoniana última sesión de comparecencias. Este órgano se constituyó a petición de Sí se Puede Irun (la marca de Podemos en la ciudad) y EH Bildu con doble objetivo: determinar si la actuación del portavoz del PNV y exdelegado de Urbanismo, Xabier Iridoy, fue «coordinada y ajustada a los criterios técnicos municipales» cuando anunció un acuerdo en el ámbito de Korrokoitz, una promoción privada de 300 viviendas; y si las declaraciones del alcalde, el socialista José Antonio Santano, se ajustaron a la realidad cuando, al cesarlo como responsable político del área, le achacó «trabajo falto de transparencia y al margen de la legalidad urbanística».
Después de seis sesiones, solo corporativos municipales han acudido a declarar ante esta comisión. Técnicos del consistorio (actuales y pasados) y representantes de varias empresas han rehusado hacerlo. Sobre esto incidió ayer Santano cuando realizaba la intervención que cerró la fase de comparecencias. «En otras comisiones del estilo de esta los técnicos sí han participado. Deberíamos reflexionar por qué en esta no. Constata el fracaso de una comisión en la que solo acaban constando nuestras opiniones, las de los políticos». Pero el alcalde fue más allá con sus apreciaciones sobre la comisión y, sobre todo, sobre el resultado que pueda deparar. Su grupo siempre ha defendido que se trataba de una herramienta política de desgaste contra el Gobierno municipal fruto de la connivencia de PNV, Podemos y EH Bildu. Estos dos últimos mostraron hace apenas un mes su disposición a desbancar a Santano de la Alcaldía mediante moción de censura por «la parálisis del Gobierno municipal» desde que quedó en minoría tras romper con los jeltzales. «Me parece difícil creer en su objetividad», valoraba ayer Santano. «Si añadimos la ausencia de los técnicos y que estos grupos ya han ido adelantando sus posiciciones, el excepticismo es total», aseguró.
Pese a todo, el primer edil irundarra se reafirmó en aquello que achacó a Iridoy el día que anunció su cese. «Él mismo reconoció en su intervención que actuó con falta de transparencia, que no informó a la Comisión de Urbanismo, ni al Gobierno, ni al alcade. Y las razones que aportó (una carrera interna en el gobierno por quién daba las noticias) me parecen una frivolidad», añadió. Insistió en que el anuncio que realizó Iridoy lo hizo «sin informes técnicos y en este Ayuntamiento se respeta el procedimiento y no hay acuerdos políticos sin aval técnico previo. Es lo que dije y lo que mantengo».
«Contradicciones»
Santano se mantuvo firme también en que la decisión del cese «fue la correcta» pese a que derivó en la ruptura de la coalición de gobierno y dejó a los socialistas en minoría y expuestos a esa posible moción de censura de la que ya se empieza a hablar. «En materia de urbanismo no puede actuarse de cualquier forma. Hice lo que debía, sean las que sean las consecuencias». Aprovechó para señalar algunas «contradicciones en las que Iridoy incurrió durante su comparecencia», especialmente cuando trató de justificar que el acuerdo que anunció se refería sólo «a la ordenación y no a la viabilidad de la operación. Eso es imposible», insistió Santano, que citó algunas frases del jeltzale en las que aludía a cuestiones de gestión que se abordaron durante el proceso de negociación técnica del que derivó, según dijo, el acuerdo que anunció.
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