El ascensor de Artia se ubicará entre el 10 y el 12 de Darío de Regoyos
Terminado el estudio de alternativas, el Gobierno local trabaja ya en la redacción del proyecto con el objetivo de sacar a concurso la obra tan pronto como sea posible
El presupuesto de este año incorporó, por mandato del proceso de participación ciudadana, una partida de 450.000 euros para construir un ascensor en el barrio de Artia de Irun que completará el camino de mejora en la movilidad del barrio que habían iniciado las que fueron las primeras escaleras mecánicas de la ciudad y la llegada de una línea de autobús urbano.
En el mes de enero se sacó a concurso la redacción de proyecto y se adjudicó unos meses después. El contrato para formular el proyecto técnico estaba dividido en dos partes, «una primera de análisis de alternativas en la que se ha venido trabajando estos meses y una segunda de redacción del proyecto concreto en función de lo que saliera de la primera», explicó ayer el alcalde de Irun, José Antonio Santano.
La opción central
La primera fase ha supuesto un intenso trabajo para localizar distintas ubicaciones posibles y estudiarlas atendiendo a muy diversas cuestiones: altura que habría de salvarse, necesidad o no de pasarela y longitud de la misma, proximidad a viviendas, sinergia con otros elementos de movilidad, afección sobre el arbolado, anchura de las aceras... «Ha sido una labor exhaustiva y el resultado se ha contrastado con la A VV de Artia y se presentó ayer ante la Mesa de Movilidad, en la que están todos los grupos políticos municipales y otras entidades, sin que nadie presentara objeciones».
Esa opción elegida es la que está en medio de las tres que se barajaban, en el espacio que se abre entre los números 10 y 12 de Darío de Regoyos y que, en su parte superior, llevará al usuario, mediante una pasarela, frente al portal 16 de la calle Pío Baroja, muy cerca de donde ésta se torna peatonal.
En esta fase previa de elección de ubicación ya se han adelantado algunas características que tendrá el proyecto, como que «el ascensor será transparente para que se vea siempre lo que pasa dentro y cumplir así con los requirimientos desde la perspectiva de género», comentó el primer edil. Además, se retranqueará el muro para incrustar el ascensor y que no tape a la vivienda más cercana ni le quite luz.
Para la redacción del proyecto propiamente dicha se estimaba un plazo de cuatro meses. Dado que la empresa ya ha comenzado esa tarea y que en la primera fase se definieron varias cuestiones técnicas, «vamos a intentar que la obra salga a concurso antes de que acabe el año, porque además tenemos la partida presupuestaria para poder hacerlo. Si no, será a comienzos del próximo», anunció Santano. «Cuando la obra esté terminada va a completar muy bien las soluciones de movilidad que hemos puesto en marcha en Artia».
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