"Los ciudadanos de Irún decidirán si continúo o no. Es un veredicto inapelable"
"Dan a entender que hay un derecho a decidir absoluto y eso no existe nunca"
El alcalde de la segunda ciudad de Gipuzkoa va a su trabajo en autobús, come en un restaurante con el menú del día a 9 euros y sueña con la transformación de su ciudad. Asegura que mantiene la misma ilusión con la que escribió con 12 años una redacción escolar sobre su Ayuntamiento. José Antonio Santano (Irún, 1965) viste vaqueros, camisa blanca y americana. Pero, tras acompañar a los jubilados como cada lunes en sus protestas para conseguir unas pensiones más dignas, Santano se quita la americana para explicar los retos de Irún, una ciudad «con mucha historia», y para reclamar apoyo para dar un enorme salto hacia el futuro a través de un gran proyecto urbanístico y económico.
- ¿Cómo se mantiene la ilusión cuando lleva 16 años en la alcaldía y desde los 18 años en política cuando ya era concejal?
- En el carácter. Soy como un espejo y cuando me encuentro con una sociedad que te apoya, que reconoce lo que haces y percibes el buen rollo de los vecinos eso te carga las baterías. Hay mucha gente que reconoce la transformación de Irún y nos apoya en los retos pendientes.
- Le va a hacer falta para acabar la legislatura porque el PNV que era su socio de gobierno ahora le ha pedido su dimisión, ¿dimitirá después de una comisión de investigación municipal le señalara?
- Lo asumo con tranquilidad y sosiego. Nosotros tenemos un compromiso con una ciudad y vamos a pasar un examen en mayo. La palabra la tendrán los ciudadanos. Nuestro mandato está sometido a la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas de Irún que decidirán si José Antonio Santano sigue siendo alcalde de Irún o no. Ese veredicto es inapelable. Todo lo demás son ruidos que generan distorsiones por cuestiones meramente personales. No hay que pensar en uno mismo sino en la ciudad.
- ¿Es usted un alcalde bajo sospecha tras aprobar el resto de grupos un dictamen que el señala porque no actuó de buena fe?
- Todo esto se ha retransmitido y mucha gente sabe que la gestión que se juzgaba era la del concejal de Urbanismo no la mía porque a mí se me juzgó por unas palabras. Palabras que están contrastadas y fue el ejercicio de la libertad de expresión. Pero quedó claro que la gestión del entonces concejal de Urbanismo no fue transparente y, en mi opinión, no defendió el interés general. Y eso lo mantengo.
- ¿Pero qué ha pasado para que Irún haya sido la excepción en la sintonía entre PNV y PSE-EE en los gobiernos de coalición local?
- Irún no ha sido distinto. ¿Cuántos municipios gobernados por los socialistas tienen acuerdos con el PNV? Allá donde gobernamos y tenemos fuerza, el PNV no ha entrado a gobernar como en Eibar, Portugalete o Ermua. Lo que yo escucho a mis compañeros es que la oposición del PNV es durísima contra ellos. Nosotros sí hemos entrado a gobernar en coalición en las instituciones controladas por el PNV.
- ¿El PNV es leal cuándo tiene que colaborar con un alcalde socialista?
- A los hechos me remito. Si a la mayoría de los municipios en los que gobernamos no han querido entrar... Cada uno sacará sus conclusiones. Los hechos son incontestables. ¿Qué lectura tiene eso?
- ¿Acertó el PSE-EE al firmar un acuerdo global para cogobernar con el PNV en las instituciones locales vascas?
- Sí. Hizo lo que debía hacer. Se hizo de una manera muy honesta para dar estabilidad al país y eso se ha conseguido tanto en diputaciones como en el Gobierno vasco. En el ámbito de la gestión somos un partido muy próximo a las personas. En Euskadi nuestra seña de identidad es la convivencia y el PSE-EE tiene que marcar una diferencia con alguna parte del PNV. Nosotros creemos que este es un país abierto, que se convive en igualdad. Hay cosas que escucho del diputado general Markel Olano sobre la envidia que le genera Cataluña que supone nuestra diferencia fundamental. En la política es muy importante la gestión pero más la convivencia y ahí tenemos que poner el acento. Tenemos que buscar lo que nos une.
- ¿Usted es un referente del PSE-EE en Gipuzkoa y reconocido como alcalde pero ¿por qué los vascos no sitúan al PSE dentro del actual Gobierno vasco?
- Es una buena pregunta. El PNV ocupa mucho espacio, mucho poder porque lidera las instituciones y con una larga trayectoria. No habrá muchos partidos que se mantengan tanto tiempo en el poder. Muchos ciudadanos identifican el nombre de un partido con la gestión. Puede pasar lo mismo en Irún cuando se identifique aquí la gestión con el Partido Socialista. Pero grandes avances en Euskadi los impulsaron políticos socialistas en Educación, en Sanidad...
- ¿Esta en riesgo la convivencia con el acuerdo entre PNV y EH Bildu sobre el nuevo Estatuto?
- He leído la propuesta y a mí no me gusta. Se incluyen propuestas que establecerían distintos tipos de vascos y eso no nos puede gustar a nadie. Hay muchos nacionalistas a los que tampoco les gusta. Tenemos la confianza de que el PNV acepte planteamientos de otra naturaleza y cambie. Esa propuesta refleja pulsiones de nacionalismo radical que no son buenas.
- ¿Comparte la petición de Eguigueren a Idoia Mendia de que tiene que ser más dura con el PNV para evitar que el nuevo Estatuto derive hacia los postulados del 'plan Ibarretxe'?
- Idoia Mendia esta marcando ese discurso. A medida que pase el tiempo se va a profundizar. Ella está marcando el camino advirtiendo de que ese nuevo Estatuto puede afectar a la convivencia. Yo a Jesús [Eguiguren] le respeto mucho y quizá esta diciendo desde fuera de la política activa.
- ¿Usted estaría dispuesto ahora a apoyar alguna formulación del derecho a decidir para acercar posturas con el PNV?
- Hemos convertido en fetiche algunos conceptos. Los vascos ejercemos el derecho a decidir; cuando votamos en las generales, elegimos a los diputados forales, a los alcaldes. Tenemos derecho a decidir en un marco y yo me pregunto ¿España que derecho a decidir tiene en materia presupuestaria? Acaba de enviarlo a Europa y, por lo tanto, tiene derecho a decidir en un ámbito muy concreto porque si Europa ordena corregirlo habrá que hacerlo. Vivimos en un mundo interrelacionado y nuestras decisiones de producen en unos ámbitos. Alguien quiere dar a entender que se tiene el derecho a decidir absoluto y eso no existe nunca.
- En los últimos meses ha reclamado levantar la voz la diferencia de trato que percibe en inversiones de Euskotren, ¿se siente discriminado respecto a San Sebastián?
- A Irún nos cuesta muchísimo sacar las cosas adelante y el ejemplo de Euskotren es muy bueno. Irún tiene una operación urbanística de primer orden en un espacio ferroviario en el que también está incorporado Euskotren. La línea del Topo atraviesa Irún y nos está costando que Euskotren asuma que esa cicatriz que divide Irún hay que solucionarla. Yo estoy pidiendo un soterramiento o un traslado de 800 metros y no es tan difícil de entender que no podemos mantener en el Paseo Colón una línea del Topo que atraviesa la mitad de la ciudad. ¿Estoy pidiendo algo extraordinario? Veo las estaciones del Topo en San Sebastián que son fantásticas y las comparo con la segunda estación con más viajeros de toda la línea y a mí me da vergüenza. Existimos y queremos ser tratados como una ciudad con mucha historia y con un futuro que nos puede dar un protagonismo todavía mayor.
- En ese futuro tiene una enorme importante la llegada de la Alta Velocidad pero ¿qué va a hacer Irún para aprovechar esta infraestructura y no sólo ser una ciudad de paso?
- Es nuestro gran objetivo con Vía Irún. Vamos a tener 6 hectáreas y media en el centro de la ciudad para crear una nueva ciudad de la innovación al pie de la Alta Velocidad. Esto no lo tiene nadie. La Alta Velocidad, junto al centro de la ciudad y un espacio transfronterizo. Nos gustaría que todo el mundo viera el potencial que tiene liberar 65.000 metros cuadrados urbanizados en medio de una eurociudad de 600.000 habitantes. Es una oportunidad única. Hay un consenso político abierto ahora a la participación ciudadana para que más del 60% de ese espacio esté destinado a actividad económica nueva. Contamos con empresas líderes como CAF y Uvesco para desarrollar proyectos en movilidad eléctrica y en logístico y queremos que las universidades desarrollen innovación en emprendimiento. Cada vez veo más implicado al Estado y necesitamos más compromiso del Gobierno vasco y de la Diputación de Gipuzkoa. Lo que tenemos aquí es un diamante para el país.
- ¿Cómo ha afrontado Irún la llegada imprevista de migrantes de paso y que puede convertirse en un fenómeno constante?
- Es un fenómeno que ha venido para quedarse aunque varíen las intensidades. El volumen de personas que llega en el día a día no es descomunal pero afrontamos un problema que nos supera a los ayuntamientos. Por estar en la frontera tenemos un problema añadido porque no hay certidumbres y en una noche te puede llegar un autobús con 60 personas. Se llegaron a utilizar imágenes de personas durmiendo en la calle que no eran imágenes tomadas en Irún porque nos hemos movido entre 6 y 15 personas alojadas cada noche. Pero este es un problema de país. La coordinación ha funcionado hasta cierto punto pero somos los ayuntamientos quienes estamos afrontando este reto.
- ¿Qué pasa con los alardes en Irún y Hondarribia y por qué no recibe al Alarde Mixto?
- Vamos por partes. Hay dos maneras de entender la fiesta pero hay una parte de la población de Irún que tiene plenamente interiorizado que el origen de la discrepancia festiva es político. Veinte años después más del 25% de los iruneses dicen que las razones de este conflicto son de origen político y se puede imaginar a lo que me refiero. En segundo lugar, la convivencia está garantizada en Irún y eso hay que preservarlo siempre. La gente no es consciente fuera de que en una gran mayoría de los vecinos de Irún se sienten agredidos por comentarios sobre un alarde machista o discriminatorio cuando hay incluso sentencias del Tribunal Supremo avalando el Alarde Tradicional. También se sienten agredidos cuando hay un desembarco institucional exterior que no acude al Tradicional. Lo más importante es convivir y en eso me desgañito.
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