SPI, PNV y Bildu suman otros 250.000 euros a la modificación de créditos
Ayer detallaron un plan de «impulso a los barrios» al que se destinaría esa cuantía y anunciaron que han aceptado una de las peticiones que les hizo el delegado de Hacienda
La situación que la ruptura del pacto PSE-PNV el pasado enero ha dejado en el Ayuntamiento provoca situaciones fuera de lo habitual. Ahora mismo, en la negociación de una modificación del presupuesto, se está produciendo una de ellas. Sí se Puede Irun, EAJ-PNV y EH Bildu respondieron a la propuesta que hizo el Gobierno municipal con un documento alternativo que eliminaba más o menos la mitad del contenido y lo sustituía por un listado consensuado entre ellos, tres grupos que suman mayoría en el Pleno.
El delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, comunicó que negociaría con los grupos en busca de un acuerdo y solicitaría recuperar algunas de las partidas que inicialmente llevaba la modificación y que desaparecieron en la versión de SPI, PNV y Bildu. Al revés de lo acostumbrado, parece que en esta ocasión no es la oposición la que sugiere y el Gobierno quien decide si acepta, sino a la inversa. Ayer, los portavoces de SPI, David Soto; PNV, Xabier Iridoy, y EH Bildu, Jokin Melida, anunciaron que de las peticiones de Páez, la solicitud de la Mesa de Comercio de elaborar un Plan Estratégico es la única «que hemos decidido aceptar».
A las demás, los tres grupos le han dado respuesta negativa. «Y le hemos explicado al delegado los motivos», aseguró Soto. «La reurbanización de Lapice urge hacerla, pero no tiene sentido que se efectúe ahora, sin saber si las instalaciones de Plaiaundi se ubicarán en Txenperenea», dijo Soto, aunque expresó el compromiso de los tres grupos de incluir la partida en las cuentas de 2019 «junto al proyecto de instalaciones deportivas». La redacción de proyecto para el vial de la plaza del Ensanche entre Cipriano Larrañaga y República Argentina «no urge, ya que está sujeta a que se finalice la construcción de viviendas». Sobre la reparación de ventanas de la casa consistorial alegó que «hemos incluido la reparación del tejado. Las ventanas entendemos que pueden ir en una partida de los presupuestos de 2019». Por último, el medio millón para reparar el edificio de Emigración, «depende de la cesión del Consejo de Ministros al Ayuntamiento y podría tramitarse en los presupuestos, cuando la titularidad sea municipal».
Además de algunos retoques en las partidas de su propuesta alternativa, SPI, PNV y Bildu han añadido a la modificación 250.000 euros para lo que Iridoy denominó «'Impulso a los barrios', unas iniciativas que se pueden acometer de manera urgente e inminente», dijo el jeltzale. Se trata de mejoras en aceras en Artia, San Miguel y Tadeo Murguía y de iluminación en Puiana y Mendibil, además de mejoras de juegos infantiles y otras actuaciones.
«Nuevos tiempos»
Iridoy defendió que los tres grupos creen que «para mejorar Irun y la vida de la ciudadanía irundarra, debemos dejar de lados las posiciones cerradas, tender a la pluralidad y a la tolerancia, hacia una actitud mucho más tolerante que la que hasta hoy está teniendo el gobierno socialista. Hay que ir a planteamientos de respeto a distintas formas de entender distintos proyectos de ciudad que podamos tener los distintos grupos».
«Animamos al partido socialista a entender que éstos son los nuevos tiempos para Irun», acompañó Soto. «El cambio es éste y esperamos que acojan esta dinámica como una práctica propia, que el PSE deje de creer que la ciudad es suya y de patrimonializar todas las iniciativas que se ponen en marcha en Irun por haberla gobernado durante 35 años. Esperamos que empiecen a trabajar desde la perspectiva de lo común y empiecen a contar con el resto de los grupos con tolerancia y capacidad de acordar y de dialogar».
Melida fue más claro aún al emplazar a Páez «a valorar si se suma a nuestra propuesta, que es beneficiosa para la ciudadanía irundarra y está pensada en las demandas y necesidades expuestas desde los barrios». Queda por saber si el dictamen iría a pleno si no lo hace, qué ocurriría si el Gobierno no lo apoya. «Aún no hemos hablado de eso y tendríamos que valorarlo entre los tres», respondía Iridoy. «De momento, lo que puedo decir es que el delegado no ha argumentado nada en contra de lo que le hemos planteado. Por tanto, creemos de momento que esto va ir para adelante». «La negociación no ha acabado», añadía Melida. «Las posiciones están más claras, pero aún nos reuniremos de nuevo el lunes».
También sigue aún en el aire la moción de censura contra el alcalde, José Antonio Santano, que dos de estos grupos, SPI y EH Bildu, dijeron que estarían dispuestos a presentar si contaban con el necesario apoyo del PNV. Éste no ha llegado a pronunciarse definitivamente, aunque sí solicitó al alcalde que dimitiera. «No me parece de recibo que cuando a alguien le trasladas una petición no te conteste», se quejó Iridoy. «La pregunta está en el tejado del alcalde y él debe contestar. Después, ya veremos». «Lo que está claro», apuntó Melida, «es que la película no ha terminado aún».
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