El Gobierno local retrasa el primer trámite para que Zaisa pueda gestionar Vía Irun
PNV, SPI y EH Bildu mostraron dudas ante el informe realizado por los técnicos municipales
No es fácil explicar lo ocurrido el viernes en el pleno en un punto relacionado con Vía Irun cuyo debate se extendió una hora y veinte minutos más otros cincuenta minutos extra en un receso intercalado para la discusión en privado de los portavoces.
El 15 de noviembre el Consejo de Administración de Zaisa aprobó por unanimidad la idea de modificar sus estatutos para poder ser la herramienta de gestión de Vía Irun, como recoge el convenio que el ayuntamiento aprobó por unanimidad y todas las instituciones implicadas (Adif, Gobierno Vasco; Diputación de Gipuzkoa y el propio consistorio) firmaron hace 10 días. Para hacer efectivo el cambio de estatutos, los dueños de Zaisa (Gobierno Vasco, diputación y ayuntamiento) deben dar el visto bueno a la modificación, cada uno con su procedimiento. El del ayuntamiento empezaba con la toma en consideración de una memoria jurídico-económica realizada entre «el interventor, la secretaria general, el servicio de Economía y los arquitectos municipales», anunció el delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez.
Según el edil, la memoria estudia «las diferentes opciones de gestión de Vía Irun y la situación de Zaisa» y concluye que «si bien parte de previsiones urbanísticas, la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera» de Zaisa no estarían «en riesgo» y «estima conforme con los intereses municipales» que Zaisa asuma la gestión de Vía Irun.
Discrepancias
David Soto (SPI), Jokin Melida (Bildu) y Xabier Iridoy (PNV) expresaron discrepancias. El primero y el segundo, básicamente, porque la memoria considera aspectos de ordenación (30.000 m2 de suelo para actividad económica; 24.000 m2 para residencial) que podrían variar en el proceso de participación que está en marcha. Iridoy compartió esa y sumó más dudas. «Lo responsable es contar antes con el estudio de viabilidad de la ordenación que se decida», aseguró Iridoy. «La propia memoria aconseja esperar a la aprobación inicial de la modificación del Plan General». Añadió reparos por la financiación de los 30 millones que el Adif prevé invertir en la estación y porque los socios de Zaisa no conocen esta memoria. «Consideraciones que no son baladís, que son de enjundia», valoró el jeltzale. «Está en juego la viabilidad económica de Zaisa».
A petición del alcalde, la secretaria municipal explicó que se trataba de «tomar en consideración la memoria elaborada por el equipo técnico» para someterla a un proceso de exposición pública y compartirla con los socios en Zaisa. Se modificará si es necesario, «pero hay que empezar por aquí», insistió Santano, que recordó a Iridoy que en Zaisa él votó a favor del cambio de estatutos y que éste es un primer paso para que el ayuntamiento pueda validar ese cambio. No lo vio así Iridoy que negó con la cabeza las palabras del primer edil. Tras el receso, SPI pidió dejar sobre la mesa el punto para aclarar las dudas y tratar de «mantener la unanimidad sobre Vía Irun», pero anunció que facilitará que se apruebe «antes de que acabe el mandato». Iridoy pidió «el tiempo necesario para conseguir una memoria consensuada que hoy no tenemos».
Santano aseguró tras el pleno que la memoria se votará antes de mayo. «Todos estamos a favor de que Zaisa sea la herramienta de gestión y todos en el Consejo de administración de Zaisa ya votamos a favor. La ley nos obliga como ayuntamiento a elaborar una memoria técnica con la información disponible y en eso estamos. Zaisa no puede esperar un año a la modificación del Plan general porque las vertientes en las que va a trabajar son mucho más amplias y van a empezar mucho antes», pero prefirió retrasar el trámite «en un intento de mantener el consenso».
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