Jorge Iparraguirre, Xabier Monjas y Leire Gil: «Muchas pequeñas aportaciones pueden conseguir algo grande»
Metta Bidasoa
Metta Bidasoa busca apoyos y proyectos para hacer de Irun una ciudad más emprendedora y solidaria en la que las calles no estén vacías
Metta (sí, con doble t). En sánscrito quiere decir amabilidad con cariño, simpatía, benevolencia, amistad y/o buena voluntad. No, no vamos a hacer yoga. Vamos a emprender, por eso también hablaremos de la meta (con una t). Y es que la definición de llegar a la meta con cariño y amistad es 'Metta Bidasoa'. Una asociación que ha nacido de la inquietud de algunos empresarios y empresarias de la comarca por ayudar a emprendedores bidasotarras. Con ellos estamos más cerca de crear el 'Made in Bidasoa' total.
- Jorge, todo por-para-en la comarca del Bidasoa...
- A por todas, sí. En Metta Bidasoa lo que queremos es ayudar a emprendedores de la comarca, a esas personas que quieren crear algo para nuestra ciudad. Al final, todos los programas están enfocados al negocio, pero ¿y la persona? ¿Qué pasa con las personas? Los negocios los llevan personas, ahí es donde queremos focalizar nuestra ayuda.
- ¿Cuándo, dónde y por qué nace Metta Bidasoa?
- Es una asociación que ya lleva unos años trabajando. Surgió de la inquietud de algunos empresarios y empresarias de la comarca por intentar ayudar a esa gente que, en época de crisis, trataba de emprender negocios pero que no tenían forma de conseguir dinero. Surgió de la intención de echar una mano para que la gente pudiera tirar para adelante.
- ¿Metta Bidasoa, entonces, es como un banco?
- ¡No! Recuerda la simpatía y la amistad de la definición (Risas). Somos un fondo de avales que tienen como objetivo ofrecer a la gente que no tiene posibilidad de acceder a financiación ese «yo te avalo», pero con un plan de negocio bien hecho y bien estudiado.
- Un plan de negocio bien hecho. Suena complicado, Xabier.
- No es complicado, pero sí requiere de mucho trabajo y mucha reflexión. El plan de negocio no deja de ser una declaración de intenciones. Con él te obligas a hacer preguntas y a tratar de encontrar respuestas, pero no deja de ser un mapa. Y el mapa no es el terreno, en el terreno hay charcos que no conoces, zarzas que no esperabas, barro... Es una imagen, los golpes, luego, llegan por todas partes.
- ¿Estás de acuerdo, Leire?
- Totalmente. Además, diré que en la mayoría de los casos no podemos evitar el golpe. El golpe te lo tienes que dar, pero es mejor caer de un primero que de un quinto ¿sí? Pues hay que intentar caer de un primero para que el golpe sea menor.
- El fracaso es parte de la idiosincrasia del emprendizaje, ¿verdad?
- Claro, pero no tenemos interiorizado que si fracasas es porque de eso vas a aprender algo súper importante y vas a crecer. Socialmente, fracasar, está mal visto. Luego también, a veces, estamos tan obcecados en una idea que nos parece maravillosa y... ¡no lo es! Puede que no sea vendible o que no sepamos cómo hacerlo.
- Jorge, ¿es mejor tener una gran idea o un buen plan?
- Mira, yo he visto grandes ideas fracasar y luego ideas que a priori no pintaban nada, pero que quien lo ha gestionado lo ha hecho tan bien, que han salido muy bien. La capacidad de adaptación es muy importante.
- Adaptarse/reinventarse o morir.
- Así es, por eso tenemos pensado en Metta Bidasoa ofrecer un pequeño programa de mentoring con el que poder trabajar durante dos o tres meses y poder poner patas arriba el plan de negocio.
- Será difícil meter mano a esos planes de negocio,¿verdad, Xabier?
- Claro. Lo que suele pasar es que cuando emprendes, estás tan obcecado en tu pequeño mundo que solo tienes tu visión y, a veces, no se corresponde con la realidad. La posibilidad de acceder a las experiencias de otros le puede dar una visión más nítida al emprendedor. Pero sí, hay gente que no acepta cambios. La idea es su niño o su niña y...
- Lo educo yo y nadie más.
- Más o menos. Es muy típico preguntar: «¿Esto que tienes lo ha probado alguien?». La respuesta: «Sí, mi madre, mi padre y mis colegas de la uni». Llegas al mercado y es un desastre, claro.
- Ahora lo entiendo. Menos mal que existe el mentoring, Jorge.
- Sí, hay que tener mucha sensibilidad. El programa de mentoring está enfocado a que la persona reflexione. No queremos decirle qué es lo que tiene que hacer, queremos ponerle en el brete de tener que elegir. Hay que tener mano izquierda, pero sin invadir.
- Leire, no estamos acostumbrados al fracaso, ¿pero sí a apoyar a emprendedores?
- Creemos que sí. Lo normal es que la gente de aquí, apoye a la gente de aquí. Es lo que se ha hecho toda la vida, ¿no? Cada día oigo a gente quejarse de que Irun se está quedando vacío, que están cerrando un montón de negocios, que qué pena las calles... Nosotros somos una asociación pequeña que quiere apoyar pequeños proyectos, pero muchas pequeñas acciones y aportaciones pueden hacer grandes cosas. Todos podemos ayudar. Pues esos 200 euros, en vez de dárselos a un proyecto ubicado lejos... ¿por qué no invertirlo en algo que va a estar en tu ciudad?
- Xabier...
- Estoy totalmente de acuerdo. Es algo tangible. La persona a la que apoyas vive cerca, va a trabajar cerca e incluso puede que abra un negocio muy cerca de tu casa.
- Qué necesitáis, ¿aliados o ideas?
- Aliados. Estamos abiertos a que venga cualquier empresa grande de Irun o de donde sea a hacer una gran aportación, pero lo que queremos es que la gente también se involucre. Así, cada vez que paseemos por la ciudad podremos ver esos negocios a los que tú has ayudado, esos a los que tú has aportado tu granito de arena. Es algo que tiene vuelta, con lo que todos salimos ganando.
- Lo difícil, Jorge, será confiar en que el dinero no caerá en saco roto.
- Para eso también está el plan de mentoring. Una vez que se conceda el aval, queremos mantener el contacto. Esto no es «toma el dinero y suerte». De hecho, lo peor que puedes hacerle a un emprendedor es darle el dinero y listo. No nos podemos relajar, el dinero se acaba y si no se gestionan bien las ideas, al final acabas teniendo dos problemas: no sabes qué hacer con tu vida y no sabes cómo devolver el dinero.
- Escuchar a la voz de la experiencia supongo que ayudará...
- Aquí todos de una forma u otra hemos emprendido o hemos estado en contacto con emprendedores. Yo empecé solo, con 24 años, de una manera absolutamente inconsciente. Si me preguntas si lo volvería a hacer, ¡te diría que no! (Risas)
- Leire, ¿por qué te ríes?
- Porque yo tampoco lo volvería a hacer. Quiero decir, que no lo haría igual. Por eso es tan importante escuchar a quienes tienen algo de experiencia, tener capacidad de sacrificio y... ¡mucha paciencia!
- La madre de la ciencia, Xabier.
- Sí, emprender tiene algo de ciencia. Todo es prueba-error. Emprender es testar hipótesis, sin duda.
- ¿Irun puede ser cuna de emprendedores, Jorge?
- Eso queremos. Estamos trabajando para aliarnos con Mondragón Unibertsitatea. Ha surgido un diálogo en el que queremos posicionar a Irun en algún punto del desarrollo económico. La idea es crear un punto de encuentro en el que la gente pueda aportar ideas para que sepamos de qué hilo tirar. ¿En qué os gustaría que destacara o innovara Irun? Ahí dejo la pregunta, ahora a reflexionar, emprender y ayudar.
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