Cae una banda que cobraba por llevar a inmigrantes de Irun a Baiona
El precio oscilaba entre los 40 y los 100 euros, hay cuatro detenidos y la investigación sigue abierta
Miércoles, 1 de Mayo de 2019 - Actualizado a las 06:03h
Varios inmigrantes llegados a Irun el pasado año.
DONOSTIA- Irun continúa siendo un destino obligado para buena parte de los inmigrantes que llegan de África con destino Francia. Prueba de ello es el grupo criminal que han desarticulado agentes de la Policía Nacional en esta ciudad gracias a una operación que todavía sigue abierta y que se ha saldado con la detención de, por el momento, cuatro personas por su presunta relación en el tráfico de seres humanos.
Según informaron ayer en una nota el Ministerio del Interior y la Dirección General de la Policía, a los cuatro detenidos se les imputan diferentes delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, además de la pertenencia a grupo criminal.
El modo de actuar de la banda, liderada por un ciudadano de Bangladesh, consistía en la captación de extranjeros llegados en pateras a las costas andaluzas y que habían alcanzado finalmente Irun con la intención de desplazarse a otros países europeos.
De esta manera, “aprovechándose de su situación de vulnerabilidad”, los arrestados, todos ellos extranjeros, les ofrecían presuntamente cruzar la frontera y conducirlos hasta Baiona sin el riesgo de ser detenidos por las fuerzas policiales.
Para ello, el grupo criminal negociaba con cada persona un precio que oscilaba entre los 40 y 100 euros.
Los arrestados, que hacían una media de dos viajes diarios en los que en total transportaban a media docena de inmigrantes, eran conocedores de los cambios de turno de la Policía gala y adoptaban distintas medidas de seguridad para no ser detectados por ella.
Para ello, observaban diariamente la presencia policial en la frontera, empleaban varios vehículos en sus viajes, hacían cambios de ruta, daban varias vueltas en las rotondas, realizaban cambios de sentido y usaban coches lanzaderas.
Tal y como informó la Policía en la nota, el objetivo de estas maniobras no solo era despistar a los agentes, sino también tratar de “hace el mayor número posible de viajes diarios y aumentar así su beneficio económico”.
La operación ha sido desarrollada a lo largo de cuatro meses por la Comisaría Local de Irun, perteneciente a la Jefatura Superior de Policía de Euskadi.
Ante las sospechas de que el número de integrantes sea mayor, la investigación continúa abierta. - N.G./Efe
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