Servicios de Txingudi ya ha adjudicado el contrato para sanear las balsas de Urune
La obra en los antiguos cebaderos de Montero arrancará en cuanto se cierre el convenio con el Gobierno Vasco, «si puede ser este verano, pero en todo caso antes de noviembre»
El ámbito de Urune es uno de los más comprometidos en un sentido medioambiental en todo el valle de Olaberria. Lo que hasta hace casi treinta años fueron las balsas de purines de los cebaderos del Matadero Montero, continuaron degradándose con otros vertidos hasta mediados de la pasada década. Ha costado su recuperación por la dificultad técnica del propio proyecto de limpieza de las balsas y por el alto coste. Finalmente, Ayuntamiento y Servicios de Txingudi, tras positivas conversaciones con el Gobierno Vasco, redactaron un proyecto «que ya está adjudicado», informó ayer el presidente de la Mancomunidad y alcalde de Irun, José Antonio Santano.
Los pliegos que aprobó la Mancomunidad para este contrato incluían una cláusula suspensiva, una suerte de moratoria que permite al contratante demorar el arranque de las obras hasta el mes de noviembre. «Lo hicimos porque el coste de la obra es de 1,7 millones de euros y una parte relevante la va a asumir el Gobierno Vasco. Tenemos un acuerdo verbal, pero hay que concretarlo en un documento y aprobarlo antes de poder empezar la obra». Será un convenio a tres partes, porque también el Ayuntamiento de Irun hará una aportación a Servicios de Txingudi, que será quien ejecute la obra. La Mancomunidad celebró ayer una Asamblea «y hemos intentado que el convenio estuviera para aprobarlo en ella, pero no ha podido ser. Esperamos que pueda estar en cosa de un par de semanas y que la obra arranque este verano», apuntó la gerente de Servicios de Txingudi, Leire Zubitur.
Una primera fase
La actuación prevista supone vaciar de agua cada una de las cuatro balsas del ámbito de Urune «para extraer el residuo. Se realizará in situ un desecado de ese residuo y, en función de su caracterización, se trasladará al vertedero que corresponda», detalló Zubitur.
Con las pozas limpias y saneadas concluirá esta fase de actuación y lo que venga después será cosa del Ayuntamiento de Irun. «La idea que se baraja para esta zona es revegetar y establecer unos caminos; que pueda servir como punto de acceso al valle de Olaberria», apuntó Santano, aunque admitió que el detalle hay que definirlo más adelante. Probablemente, sea necesario atender al contenido de un Plan Especial de Protección del Valle de Olaberria cuya aprobación, parece, tendrá que esperar al próximo mandato. El delegado de Medio Ambiente, Miguel Ángel Páez, y el entonces delegado de Urbanismo, Xabier Iridoy, presentaron la elaboración del documento en febrero de 2016. Tras el diagnóstico y contando con la fase de participación ciudadana que arrancaba entonces, se estimaba en un año el plazo para su finalización. Aunque ya se advirtió entonces que «no se buscará tanto cumplir plazos como alcanzar un consenso político y social», el Plan de Olaberria se está haciendo esperar.
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