«Estamos fastidiados por la cumbre porque agosto es el principal mes de ventas»
Comerciantes de Irun muestran su malestar por la repercursión de la reunión del G-7. Además del colapso en las carreteras, temen que se produzcan disturbios que provoquen daños en los locales que regentan
Incertidumbre, preocupación, psicosis, desconocimiento... Esto es lo que sienten los comerciantes y hosteleros de Behobia ante el último fin de semana de agosto que se les avecina por la cumbre del G-7 en Biarritz. Jamás hubieran pensado que la celebración de un acontecimiento a 33 kilómetros pudiera tener tanta repercusión en sus vidas y sobre todo, en su trabajo. «Estamos trabajando a tope, por las fechas que son y está claro que vamos a dejar de trabajar esos días por el colapso fronterizo que va a haber», aseguraba de Rubén Fraile Imaz ,del centro comercial La Cave.
«En el mes de agosto facturamos un 20% de lo que se factura todo el año. Hay que reconocer que los últimos años han sido complicados e incluso se han cerrado algunos comercios en Behobia. Si al comercio que está muy débil en este momento le quitas un 20% o 10% de la facturación de estos días, puede que cierre. Pero es que no son solo son los tres días de la cumbre. Ya lo llevamos notando los últimos 15 por la celebración de una cumbre en unas fechas y unos lugares que no deben hacerlas», afirma, al recordar que las autoridades piden que no se circule del 23 al 26 de agosto por la muga de Irun.
Ricardo Aranburu, de Estancos Aranburu, reconoce que la «incertidumbre que ha generado el desconocimiento de lo qué va a ocurrir ha creado una cierta psicosis y miedo entre los comerciantes. Aunque desde las administraciones nos transmiten cierta tranquilidad, nosotros que tenemos mucha clientela francesa y viendo lo que se va a formar, teniendo en cuenta la policía que va a venir, se está creando cierta incertidumbre y hay mucho miedo creado».
Cierre de comercios
Aranburu reconoce que están «bastante fastidiados porque agosto es el principal mes para la facturación de la mayoría de los establecimientos de Irun, bueno del Bidasoa. Lo que si se sabe y va a ser sí o sí, es un caos circulatorio enorme». A eso hay que sumar que «nadie garantiza que las manifestaciones, que anuncian van a ser pacíficas, no lo sean, porque van a venir otros grupos que pueden ser más violentos. Es verdad que aquí en Irun van a estar centralizados en la parte de Santiago, en la zona de Ficoba. Hablando con amigos de allí ya han decidido que van a cerrar, porque han hecho los cálculos y les sale mejor cerrar que haya una repercusión violenta y el tiempo de respuesta va a ser menor. Aquí en Behobia hemos decidido que vamos a abrir, sabemos que vamos a trabajar poco. Aprovecharemos para hacer limpiezas generales, inventarios, estocages... y si vemos que la cosa no pinta bien, pues cogeremos vacaciones».
De momento, el comerciante reconoce que estos días anteriores están trabajando bien. «Yo creo que bastante gente ha adelantado las compras a la primera quincena de agosto e incluso, lo notaremos la primera de septiembre. Lo que sí está claro es que el que haya cambiado la zona turística lo hemos perdido, pero el que haya venido ha hecho acopio de tabaco en nuestro caso».
La situación es algo más dura en Hendaia, según cuenta Aranburu. «Amigos que tienen negocios allí ya me han dicho que salen fuera. Incluso gente tiene que tiene una inmobiliaria y un restaurante van a cerrar una quincena en agosto, con los gastos de seguridad y las pérdidas económicas que eso acarrea».
Jamal Belmoudden, de L'Souveniers, reconoce que la mayoría de sus clientes son franceses. «El 99% son franceses, entonces si cierran la frontera no pintamos nada aquí. Mejor cerrar, ahorrar la factura de la luz y descansar aunque nos resulta algo duro porque son buenos días de trabajo. Son los últimos días de agosto y la gente aprovecha para comprar lo necesario para el nuevo curso escolar francés».
Belmoudden reconoce que «si cierro la pérdida va a ser considerable. Los pequeños comercios de Behobia, como en mi caso, perderán mil euros al día, pero hay establecimientos más grandes, como los que venden alcohol y tabaco, que perderán 12.000-15.000 euros» asegura el comerciante. «Un contratiempo que Jamal tiene asumido porque qué le vamos a hacer. Nosotros no somos nadie ni podemos hacer nada para bloquear esta cumbre». Jamal se acercará a su negocio y tiene previsto abrirlo pero «si no hay trabajo, cerraré».
Celestino Arévalo, de Souvenirs García N 7, asegura que el problema de este fin de semana con motivo de la celebración de la cumbre del G-7 se sentirá en las ventas, pero ya «cuatro días a la semana tenemos problemas con las retenciones y es verdad que en este caso no vamos a poder hacer nada pero creo que el resto del año se podría buscar una solución». Arévalo asegura que «si no trabajamos en el mes de agosto, el invierno es muy duro. A nosotros nos van a hacer una p... pero no queda otra». Celestino, que lleva ya 40 años en su comercio de Behobia, considera que «la cumbre tenían que haberla celebrado en capitales grandes. No en Biarritz que es una zona pequeña y está muy encajonada». Además, «creo que deberían dejar la autopista libre. Hacer una pasillo en la autopista para que la gente que viene de Portugal o Marruecos, conduciendo horas y horas, cansados, darles salida por la autopista, buscando una alternativa buena y rápida para todos», asegura el comerciante. «Mi opinión es que no va a ser tanto como dicen, pero como están asustando a la gente, eso hará que no venga a comprar».
«Trabajaremos menos»
Josema Elosua, del bar Faisán, tiene claro que no va a cerrar su negocio hostelero. Es optimista porque según asegura que «la previsión de las autoridades es que no va a pasar nada ese fin de semana. Nosotros vamos a abrir como siempre, nos repercutirá porque vamos a tener menos clientela, pero atenderemos a quienes se acerquen hasta aquí». El hostelero insiste en que «nadie sabe con certeza qué va a pasar. Hay muchos bulos, mensajes y se han dicho muchas cosas pero las reacciones y las revisiones, según lo que nos han dicho las autoridades a la asociación de comerciantes es que no prevén que el sábado con motivo de la manifestación vaya a haber mayores incidentes y el resto de los días no tendría que haber ningún problema para que tengamos que cerrar nuestros comercios o tengamos que tomar medidas especiales». Reconoce que «nuestra clientela fundamental viene de Iparralde y no va a poder llegar por los colapsos. Aparte, están asustados por lo que se está difundiendo. Los pocos que no se hayan ido de vacaciones, no creo que vengan a Behobia. Trabajaremos menos, pero de ahí a cerrar...»
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