Los cursos de envejecimiento activo vuelven en septiembre
El programa para evitar el aislamiento de personas mayores se ha puesto en contacto con 244 vecinos que viven solos en la ciudad
El programa que acerca servicios y actividades para evitar el aislamiento de las personas mayores entra en su segunda fase. La delegada de Bienestar Social, Cristina Laborda, y la técnico del área, Aloña Zurutuza, presentaron la vuelta de estos cursos, que comenzarán en septiembre.
Estos cursos están dirigidos a las personas mayores de 75 años que viven solas en Irun. «Al principio de año el departamento pide al padrón un listado y lo cotejamos con la información que tenemos», explicaba la técnico Aloña Zurutuza el procedimiento. Se envía una carta a esas personas y la psicóloga del programa se pone en contacto con ellos para fijar una cita en la que se les realizará una entrevista personal.
Mediante esta comunicación por escrito, los vecinos de la ciudad pueden conocer más detalles sobre el programa. Además, también se les facilita la información con el resto de iniciativas que impulsa el Ayuntamiento en materia de recursos para las personas mayores. «El objetivo fundamental es ponernos en contacto con las personas mayores de 75 años del municipio que viven solas para detectar si existe un riesgo de aislamiento y ofrecerles los servicios que tiene la ciudad para esas personas», comentaba Cristina Laborda.
Este año son 244 personas mayores de 75 años las que viven solas en Irun, por lo que están siendo las principales destinatarias del programa. A comienzos de año siempre se contacta con un grupo de personas y en el segundo semestre, con el resto. Así, en el primer trimestre del año 150 personas recibieron una carta en la que se les trasladaba la posibilidad de acogerse a este programa y ahora Bienestar Social completa su contacto escribiendo a otras 94 personas.
Talleres específicos
En la primera fase, además de a 150 mayores, también se contactó con 100 personas que en su día no quisieron participar en el programa. «Han pasado unos años desde que contactamos con ellos y quizá su situación haya cambiado», señalaba Laborda.
En el primer bloque de este año, de enero a junio, se contabilizaron 35 horas de llamadas, 66 entrevistas y 60 sesiones de talleres «para conseguir un diagnóstico de la situación de esas personas para luego derivarlas a los recursos que puedan ayudarles a prevenir ese aislamento», detallaba Zurutuza.
Parte siginificativa de este programa son los talleres específicos. Bajo el título 'Estimulación cognitiva y fomento de las habilidades cognitivas y sociales', el curso seimparte en el Centro Social Iraso, Palmera Montero y en los apartamentos de Leka Enea.
Programa de más de 10 años
Los talleres que se desarrollan en esos tres espacios se llevaron a cabo de enero a junio y volverán en septiembre, después del parón durante los meses de julio y agosto. «En estos talleres participan personas de años anteriores y las nuevas personas que se unan ahora», decía la técnico Aloña Zurutuza.
Este programa se puso en marcha hace más de 10 años, siendo «pionero en detectar estos casos de aislamiento, soledad y dependencia», aseguraba Laborda.
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