Gurasoekin invita a los hombres a unirse a sus grupos de apoyo a la crianza
Bienestar social organiza una nueva edición del programa dirigido a padres y madres | El 81% de las personas que participaron el año pasado en la iniciativa fueron mujeres
El programa Gurasoekinlleva 25 años ofreciendo a padres y madres de Irun un espacio en el que compartir inquietudes en torno a la crianza, una tarea tan bonita y agradecida como ardua. Bienestar social pone en marcha, un año más, una nueva edición de la iniciativa que presentó la delegada del área, Cristina Laborda.
«Gurasoekin es uno de los programas más antiguos que tenemos. Las necesidades van cambiando, pero hay un elemento que une a todas las generaciones de padres y madres: tener hijos es una de las cosas más importantes y positivas que nos pueden pasar en la vida, pero también presenta dificultades y pueden llegar a faltar herramientas para afrontar el día a día», señaló Cristina Laborda. «Con ese objetivo nació Gurasoekin: dar respuesta a las dudas e inquietudes y ayudar a padres y madres en la crianza de los hijos».
La técnico de Bienestar social Aitziber Iratzoki concretó que los distintos grupos de Gurasoekin se conforman «en función de la edad de los hijos e hijas de los participantes»: de 0 a 2 años, de 3 a 6 años, de 7 a 11 y adolescentes. «Algunos se reúnen quincenalmente y otros, que necesitan un apoyo mayor, cada semana», explicó en euskera.
Parentalidad positiva
Ana Elosegui forma parte del equipo de profesionales de la psicología que dinamiza los grupos de Gurasoekin. El programa «está basado en una serie de principios básicos que estructuran una manera de educar que denominamos parentalidad positiva». Esas premisas contemplan la existencia de «vínculos afectivos cálidos, protectores y estables, para que los niños y niñas se sientan aceptados y queridos». El segundo principio es «un entorno estructurado que proporcione modelo y guía para que hijos e hijas aprendan las normas y valores». También se requiere «estimulación y apoyo al aprendizaje cotidiano y escolar», así como «reconocimiento de valor de los hijos e hijas. Es decir, mostrar interés por su mundo, validar sus experiencias, implicarse en sus preocupaciones...».
La quinta premisa pasa por «la capacitación de hijos e hijas, potenciando su percepción de que son agentes activos, competentes y capaces de cambiar las cosas e influir sobre los demás». Finalmente, la parentalidad positiva se sustenta también en «una educación sin violencia, incluyendo toda forma de castigo físico o psicológico degradante», explicó Ana Elosegui.
Sobre esas base pivota el programa Gurasoekin,encaminado a «desarrollar la capacidad de empatía hacia los hijos e hijas», pero también a «establecer normas y límites consistentes y adecuados a su edad». Los participantes también podrán aprender «estrategias para la resolución de conflictos». La metodología que se emplea en las sesiones es «experiencial y práctica. Los asistentes plantean dudas y cuestiones y el grupo reflexiona. Pero, sobre todo, incidimos en una reflexión interna como padres y madres». Las psicólogas que conducen las sesiones «realizamos aportaciones teóricas para entender qué está pasando» en cada situación. Asimismo, se ofrecen «estrategias prácticas» para afrontarlas.
Ana Elosegui animó a participar en el programa, especialmente, a los hombres: «el año pasado, las mujeres eran el 81%» de los asistentes. «Es un indicativo de que hay muchas cosas que cambiar en la sociedad. Hago una llamada a los aitas: os necesitamos. Los chicos y chicas os necesitan, desde que nacen hasta la adultez».
Los interesados en asistir a las sesiones de Gurasoekin pueden apuntarse hasta el 15 de octubre, a través de la web www.irun.orgo llamando al 010.Las plazas son limitadas y la participación en el programa es gratuita.
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