PILAR DÍEZ ALARCÓN, PROPIETARIA DE BED’S DE IRUN, GANADORA DE 10 BITXIAK
“Nada me hace más ilusión que un cliente me reconozca por la calle y me diga que está satisfecho con su compra”
La colchonería Bed’s de Irun obtuvo el pasado viernes el título de joya comercial de Gipuzkoa al haber sido elegida, por parte del resto de comerciantes de la comarca, como la ganadora del galardón 10 Bitxiak de Bidasoaldea
JON GUEZALA - Miércoles, 27 de Noviembre de 2019 - Actualizado a las 06:03h
Pilar Díez Alarcón.
IRUN- ¿Cuándo y cómo decidió lanzarse a abrir su propio negocio?
-Bed’s abrió sus puertas en Irun en 2012. Decidí lanzarme porque yo ya tenía siete años de experiencia en la venta de colchonería: primero en Alcampo, luego en Colchones Pikolin y finalmente en Colchonería Idra. A la hora de empezar por mi cuenta lo tuve claro, siempre es mejor dedicarte a lo que ya conoces;en mi caso, a los sistemas de descanso.
¿Qué balance hace del camino que ha recorrido hasta el momento al frente de Bed’s?
-Han sido años difíciles, empecé justo con la crisis, pero estoy muy contenta con la respuesta de los clientes. Eso sí, a día de hoy los autónomos tenemos tantos impuestos que hay meses que vendes, vendes y vendes pero no ves la luz. Sin embargo, la evolución del negocio ha sido muy positiva. Además, considero que empecé con ventaja, porque muchos de los clientes con los que la tienda dio sus primeros pasos ya me conocían de mis anteriores trabajos.
En los últimos años el comercio electrónico ha ganado mucha popularidad, lo que parece que está afectando al pequeño comercio en muchas poblaciones. ¿Tiene la sensación de que en Irun también existe ese problema?
-Sí, por supuesto. El daño que está haciendo el comercio por Internet al comercio de proximidad es bestial. En el caso de la colchonería es diferente, porque a la gente le gusta poder probar el producto en tienda antes de comprarlo. Adquirir colchones por Internet no es habitual. Cuando se hace luego vienen los problemas: que si el colchón se hunde, que si no se puede localizar al proveedor, que si se rompe el abatible... Precisamente esa garantía de solución de problemas es lo que diferencia al comercio local, y habría que valorarlo.
¿Es usted miembro de alguna asociación local de comerciantes?
-Sí, estoy en Bidashop. Tengo muy claro que los comerciantes tenemos que estar unidos, seamos del gremio del que seamos;hay que hacer piña frente a los grandes.
Un colchón no es algo que se compre a diario. ¿Cuántos clientes puede llegar a tener en un día?
-Cambia mucho en función del día de la semana. De lunes a jueves no suele venir tanta gente, dos o tres personas, quizás. Actualmente mi público objetivo es la gente joven, y cuando más movimiento hay en la tienda son los fines de semana. El otro día, por ejemplo, atendí a seis clientes a la vez yo sola;mientras uno probaba el colchón, hacía el pedido de otro... La verdad es que mis clientes son muy pacientes, no se agobian, y es de agradecer.
El pasado viernes su establecimiento fue elegido como una de las diez joyas comerciales de Gipuzkoa gracias a los votos de sus compañeros comerciantes de la comarca del Bidasoa. ¿Qué supone un galardón de este tipo para usted?
-Me ha hecho una ilusión tremenda recibir este premio. Que los comerciantes de Irun y Hondarribia me hayan elegido hace que me sienta muy arropada;ese premio, el apoyo de los compañeros, es mejor que cualquier otro que me puedan dar.
Su tienda es muy conocida por no perderse ninguna convocatoria a los concursos de escaparates de la ciudad y ha ganado algunos de ellos. ¿Qué importancia tienen ese tipo de iniciativas a la hora de gestionar un comercio?
-Es importantísimo, está claro: mi tienda se reconoce por los escaparates que preparamos, nos dan mucha visibilidad. Estoy convencida de que mucha gente no conoce el nombre del establecimiento y dice “vamos a la tienda de los escaparates bonitos”.
Lleva muchos años trabajando de cara al público. ¿Considera que es un trabajo duro?
-Para nada, si es lo que más me gusta. No hay nada que me haga más ilusión que un cliente me reconozca en el cine, por ejemplo, y me diga que está contento con la compra que hizo en la tienda. Más de una pareja ya me ha dicho eso de “tú nos vendiste el primer colchón de matrimonio cuando nos casamos”. Volver a verles años después, ya con hijos y en otra etapa de la vida, es verdaderamente emocionante.
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