«Se pidió la participación al profesorado
y enseguida se creó un grupo de voluntarios»
Alberto Arranz Molinero, director del Instituto Bidasoa
Profesores del Instituto Bidasoa están confeccionando material para proteger a los profesionales sanitarios de Osakidetza, así como a policías, comerciantes y personal de residencias. Hablamos con su director, Alberto Arranz, de cómo surge la iniciativa y en qué se están centrando.
– ¿Cómo deciden dar el paso de confeccionar material de protección?
En un principio, desde la Dirección de Formación Profesional y coordinado por Tknika (centro de innovación para la Formación Profesional de Euskadi) se propone a los centros de FP que cuentan con impresoras 3D participar en la fabricación de pantallas de protección, en un principio, para los profesionales sanitarios de Osakidetza. El diseño inicial se va mejorando en función de las aportaciones y requerimientos de estos sanitarios.
– ¿Qué tipo de material están elaborando?
Lo que se fabrica principalmente, tras valorar diversas alternativas, es un modelo de pantalla protectora basado en una sencilla diadema fabricada por impresión 3D con un material de bajo coste y habitualmente utilizado con esta tecnología (PLA, ácido poliláctico, un material sostenible que se produce a partir de materias primas renovables y no se basa en combustibles fósiles). A esta diadema que se ajusta a la cabeza se le coloca sobre unos resaltes incluidos en el diseño una lámina de plástico transparente. Es un diseño sencillo y muy práctico que se ha replicado en muchas otras comunidades con gran éxito.
– No solo han confeccionado material para los profesionales sanitarios, también, por lo que tengo entendido, para los cuerpos de seguridad y los comerciantes de la ciudad…
En principio se da prioridad al personal sanitario de Osakidetza, aunque posteriormente se colabora también con otros centros sanitarios, con la Ertzaintza, comerciantes de la comarca, residencias de mayores, empresas… en general, para las personas más expuestas de nuestro entorno.
– ¿Son ellos los que se han puesto en contacto con ustedes pidiéndoles ayuda o son ustedes los que han contactado con ellos?
En la mayoría de los casos se han dirigido al centro haciendo la solicitud y, en muchos momentos no eramos capaces de fabricar todo lo que nos pedían. En algunos casos, sobre todo residencias de mayores y comercios de la zona, ha sido iniciativa del centro el ofrecimiento, que en todos los casos ha sido muy bien acogido.
– Me gustaría preguntarles por el número de personas que tienen dedicadas a esta labor y si son profesores, estudiantes, voluntarios…
Se pidió la participación al profesorado (no podíamos pedir la participación al alumnado por la situación de confinamiento, que estamos seguros que hubiera colaborado muy gustosamente) y enseguida se creó un grupo de voluntarios que las fabrica bien en las instalaciones del centro o bien en sus domicilios con máquinas del centro o de su propiedad.
– Tengo entendido que han puesto en marcha otras iniciativas complementarias, como habilitar el parking del instituto para el personal del ambulatorio…
Sí, no somos un centro que, aunque nos gustaría, podamos colaborar mucho más en temas de salud, porque lo nuestro son temas industriales, pero en la medida de lo posible sí queríamos aportar nuestro granito de arena. Una de las colaboraciones ha sido ceder el uso del patio en estas fechas al personal sanitario del ambulatorio de la avenida de Gipuzkoa por las dificultades que tienen actualmente al no estar activa la OTA y haber muy poca rotación en los vehículos debido al confinamiento. También se ha colaborado con residencias y otras entidades donando el material de protección que utilizamos en nuestras instalaciones y talleres (guantes y mascarillas).
– Aprovecho la entrevista para preguntarle por el curso académico. ¿Cree que podrá retomarse o habrá que buscar fórmulas alternativas para cerrarlo de la mejor manera posible?
Esperamos que pueda retomarse, aunque sean las últimas semanas del curso, pero es algo que todavía no lo sabemos. Ante esta incertidumbre nos hemos puesto en el peor de los casos y, con un esfuerzo enorme del profesorado y con una participación elogiable por parte del alumnado, se ha diseñado una programación basada en unos contenidos mínimos pero que abarquen todos los resultados de aprendizaje de cada uno de los ciclos formativos que se imparten. Sin duda y a pesar de todos los esfuerzos, resulta muy complicado una impartición en modalidad telemática de contenidos tan prácticos de los estudios de la Formación Profesional, pero no nos cabe la menor duda de que el curso se va a salvar gracias a ese trabajo de todas y todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario