Taupadak sale al rescate en Bolivia
La ONG guipuzcoana se esfuerza en que los 20.000 habitantes de San Ignacio de Moxos resistan a una doble amenaza: el coronavirus y el hambre
Taupadak, la ONG con sede en Irun, trata de extender el brazo y tender la mano hasta el otro lado del océano, más concretamente, hasta Bolivia. Allí se encuentra la ciudad de San Ignacio de Moxos, situada a unos 500 kilómetros al este de la capital del país, La Paz, y que se apresta a vivir una doble amenaza: el coronavirus y el hambre.
Taupadak está sumergida desde hace varios años en proyectos solidarios en Bolivia, y más en particular en esta localidad, que cuenta con algo más de 20.000 habitantes. La ONG ha mandado una petición de ayuda a ayuntamientos e instituciones, que también extiende a particulares para ayudar a esta población boliviana a combatir la falta de recursos. El objetivo es recaudar en torno a 15.000 euros, que abastecerían durante una semana a mil familias de cinco miembros cada una.
La previsión es conseguir para cada una de las familias siete kilos de arroz y de harina, cuatro kilos de azúcar, dos kilos de macarrones, un kilo de sal, dos litros de aceite, dos cajas de té y dos bolsas de jabón en polvo. Son sólo productos imperecederos y se estima que esta ración alcanza para una semana para una familia de cinco personas. Hay que tener en cuenta que la dieta no contemplará ni carne ni verduras, productos que no se encuentran en San Ignacio de Moxos.
Ante la llegada del Covid-19, el gobierno de La Paz decretó el confinamiento en todo el país, consciente de que Bolivia no está preparada ni logística ni organizativamente para enfrentarse a la pandemia. Por eso, se intenta que no se multipliquen los casos y de ahí al medida de aislarse en las casas. En poblaciones como San Ignacio, no hay absolutamente ninguna empresa y sólo tienen ingresos durante la cuarentena los funcionarios municipales -profesores y personal sanitario- con lo que la situación que se les plantea es de absoluta necesidad para conseguir alimentos al resto de la población.
«La mayoría, por no decir la totalidad de los habitantes, vive del dinero que consigue día a día, así que si están confinados, no tienen opción de lograr recursos para poder seguir adelante», cuenta Toño Puerta, liberado de Taupadak en Bolivia y coordinador de proyectos.
Esto deriva en el doble peligro de la pandemia y el hambre. «La gente de aquí le está dejando de tener miedo al virus y ahora lo primero que les importa es no tener nada que llevarse a la boca», explica. «Se han organizado manifestaciones a pesar del llamamiento a no realizarlas por el riesgo de contagio», relata. Un ejemplo del doble peligro al que se enfrentan los habitantes de San Ignacio.
Una ayuda de 53 euros
Taupadak, antes de recibir ninguna ayuda externa, salió el miércoles pasado a Trinidad -capital del departamento- con un permiso especial de circulación, que sólo se concede para los transportes de alimentos, y se gastó más de 4.000 dólares para confeccionar 250 cestas de comida, a base de productos no perecederos. El gobierno departamental ha prometido otras 750 raciones de la misma composición.
Por su parte, el gobierno municipal no tiene presupuesto para cubrir esta necesidad, aunque todos los funcionarios municipales están poniendo un porcentaje de su sueldo para apoyar esta campaña. En este momento, los funcionarios municipales están elaborando la lista de beneficiarios, puerta por puerta. Es decir, están contabilizando las familias que necesitan esta ayuda, porque no están teniendo ingresos y tampoco van a percibir un bono de emergencia, decretado por el gobierno central, que asciende a 400 bolivianos, unos 53 euros.
«Las medidas paliativas del gobierno están siendo un poco discriminatorias porque el reparto está siendo desigual. Nos unimos a la iniciativa del gobierno para ver si todos hacemos montoncitos y se puede ir subsanando esta carencia de alimentos», dice Puerta en cuanto a la situación que atraviesa la localidad boliviana.
Se estima que se podrá hacer acopio en breve de «la misma cantidad que recogimos», unas 250 cestas de comida, y se espera que la cantidad recaudada «se destine a esa necesidad». Las donaciones a título personal se pueden realizar en la cuenta de Taupadak en Laboral Kutxa o en la web kukumiku.com.
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