El sábado retoma su pulso en Urdanibia
El mercadillo recupera sus asentadores habituales, aunque el acceso sigue estando controlado y las medidas de higiene, muy presentes
La vuelta a la actividad del mercadillo de los sábados en la Parte de Vieja de Irun ha sido incesantemente progresiva desde el 18 de abril. Aquel día tres productores agrícolas locales de se ubicaron en el frontón Txiki del Uranzu. Cada semana se fueron sumando nuevos asentadores lo que llevó primero a usar el frontón grande y trasladar después el evento a su espacio natural, la plaza Urdanibia. La pasada semana, el mercadillo se presentaba ya con toda su oferta de alimentación y ayer entraron el resto de puestos.
«Sinceramente pensaba que a Irun le iba a costar un poco más volver, pero creo que el técnico que se encarga de esto ha hecho muy buen trabajo», decía Omar. Lleva 20 años vendiendo ropa de mujer en la plaza Urdanibia cada sábado. «También voy a otros mercados de la provincia y todos se han puesto en marcha ya esta semana, salvo el de Lasarte. Cumplimos con todas las medidas de higiene, tenemos geles...». «Desinfectamos la ropa y la dejamos en cuarentena si alguien se la prueba hasta que la podamos desinfectar», coincide con él Sandra. Ella, irundarra, también supera las dos décadas en la plaza, en su caso con ropa interior, camisetas y algunas otras prendas. «Han sido meses duros y teníamos muchísimas ganas de trabajar, Las tiendas han podido reactivarse hace un mes, pero nosotros llevamos prácticamente tres sin haber podido vender nada. Al poco de empezar el confinamiento, nosotros nos planteamos incluso vender a domicilio porque tenemos clientes conocidos con los que tenemos contacto, pero es que entre que nuestros márgenes son minúsculos y que tampoco podíamos ir a Correos a hacer las entregas, no vimos la manera».
Ayer terminó su sequía en una mañana soleada que invitaba a acercarse. Con Protección Civil y Policía Local regulando el acceso a la plaza para que no se produjeran aglomeraciones, hubo colas para entrar desde primera hora y durante toda la mañana, especialmente en la parte de alimentación, aunque en los textiles «no nos podemos quejar. Tenemos clientes todo el rato y la gente ha venido con idea de hacer gasto, aunque hay muchos que van justos. Nos lo están diciendo», apuntaba Sandra.
María Josefa Irazusta se acercó a la plaza Urdanibia desde Hondarribia. Es clienta de Omar desde «hace 20 años. Es un chico que siempre se porta de maravilla. ¡Pero si hasta me felicitó el día de la madre!». Así que ayer mismo se acercó a comprar, «un pantalón e igual alguna otra cosa. Llevaba meses sin poder comprarme nada, pero con mi pensión, tampoco te creas que da para mucho. Pero creo que en este momento tenemos que ayudarnos entre todos, hacer gasto, que haya movimiento».
Ese movimiento ya se ha activado en el mercadillo. «Para nosotros es muy importante» subraya Omar, «pero no sólo para nosotros. Los bares y las tiendas de alrededor de la plaza seguro que notan la diferencia entre que haya mercadillo o no un sábado por la mañana. Ahora ya estamos de vuelta y esperemos que sin más sobresaltos».
