Los centros vascos de acogida de migrantes se preparan para el posible aumento de llegadas
Los recursos se están adaptando a las medidas sanitarias del Covid y el Gobierno Vasco prevé tres escenarios en función de la demanda
La apertura de fronteras con otros países podría provocar, a partir de mediados de julio, un aumento de las entradas de migrantes a la península. Estas llegadas, aunque se han producido, se han reducido considerablemente desde marzo, pero se espera que con la contención del virus y la libre circulación entre países europeos el flujo vuelva a crecer. El Gobierno Vasco ya se prepara para hacer frente a una posible llegada masiva de personas en tránsito, como ya ocurrió en 2018 y en menor medida el año pasado, con el Plan de Contingencia elaborado junto a Cruz Roja, entidad encargada de atender a los migrantes. Todo ello, aplicando además las medidas sanitarias por el Covid.
El departamento de Políticas Sociales prevé tres escenarios, como ya hizo en 2019, basados en la demanda. En un primer escenario se estiman los flujos de tránsito del año pasado, con la llegada de cien personas en un solo día. Los albergues de Irun, Bilbao, Vitoria, Oñati o Berriz «deberán adecuar sus plazas a las nuevas limitaciones generadas por el riesgo de contagio». En un segundo escenario los flujos de llegada pueden duplicar a los de 2019, y puntualmente, en los momentos más álgidos, podría registrarse la llegada de hasta 200 personas en un solo día, con lo que se analiza la posibilidad de abrir un nuevo recurso en Gipuzkoa.
Finalmente, en un tercer escenario excepcional se podrá atender la afluencia de hasta 400 personas en un solo día, con el mantenimiento de los recursos que se encuentren ya en marcha y la apertura de instalaciones de urgencia en los tres territorios.
En recursos como el de Irun, en Belaskoenea, debido a la crisis sanitaria, las personas usuarias deberán identificarse de forma más exhaustiva, a fin de poder garantizar «la trazabilidad de movimientos» de quienes pretenden ingresar en el centro y «evitar posibles contagios». Deberán utilizar mascarilla en zonas comunes y siempre que no se garantice la distancia de seguridad y se realizarán tomas de temperatura periódicas.
En el interior de los centros además Cruz Roja está habilitando espacios en los que se pueda dar atención a las personas usuarias con síntomas y se intentará que las personas usuarias accedan al mínimo de espacios posibles para reducir las opciones de contagio. Medidas, señalan desde el Gobierno Vasco, para proteger a los migrantes y evitar posibles brotes como el sucedido en un centro de acogida de Málaga, como a los propios trabajadores de Cruz Roja.
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