Los hoteles de la ciudad alcanzan una ocupación similar a la del verano de 2018
Bidasoa activa valora como «dato positivo» la ocupación en un año turísticamente complicado y considera que la ciudad consolida su atracción
El verano turísticamente más difícil en muchos años no está funcionando del todo mal en la comarca del Bidasoa. Obviamente, no podría haber sido de otra manera, la ocupación hotelera en Irun durante el mes de julio ha bajado. La pasada campaña, el mes de julio dejó datos espectaculares para el séptimo mes del año, con una media del 90% de las camas ocupadas, un dato que en este 2020 se ha quedado en el 74,13%, 16 puntos por debajo. Sin embargo, desde la agencia de desarrollo, que gestiona la oferta turística comarcal desde lo público, resaltan que la cifra no está demasiado alejada de los resultado de julio de 2018, que se saldó con una ocupación media del 80%.
Más allá de la referencia final, hay un aspecto cualitativo que también se ha distanciado de los números que se habían venido registrando en los últimos años. Se trata del origen de los visitantes que se alojan en la ciudad. En julio de 2019 el 70% de quienes pernoctaron en los hoteles irundarras eran turistas nacionales y el 30% tenía su origen en otros países. Esta vez turismo nacional ha supuesto el 60% y el extranjero el 40%, lo que apunta a que la comarca ha continuado atrayendo a personas de terceros países, pero refleja también un descenso en el número de turistas nacionales.
Los datos
- Ocupación a 3/4
- Tanto Irun (74%) como Hondarribia (73%) han alojado muchos visitantes en julio. En el caso de Irun, muy cerca de las cifras de 2018.
- Más porcentaje de extranjeros
- Los turistas extranjeros que han dormido en la ciudad han pasado de representar el 30% a ser el 40% del total.
- Oficina de Turismo
- Las cifras de visitas son incluso mayores que en 2019, pero debido al incremento en el uso por irundarras. El número de atención a franceses sí se mantiene.
Sí ha habido mejora respecto a ejercicios anteriores en cuanto a las noches que cada usuario pasa en la ciudad, una referencia en la que se viene trabajando desde hace tiempo con el objetivo de elevarla. En ese caso, se han alcanzado las dos noches por visitante, un incremento sensible sobre la situación en 2019, cuando la media fue de 1,6 noches.
«Positivo», dada la situación
Los responsables políticos de Bidasoa activa, el presidente, Miguel Ángel Páez, y la vicepresidenta, María Serrano, encuentran halagüeñas las cifras que el verano está dejando en la comarca en su conjunto y en Irun en particular. La ocupación hotelera, que en Hondarribia ha sido del 73% y en Irun del 74%, es «un dato positivo para la situación que estamos viviendo», afirmaba Miguel Ángel Páez.
En la misma línea, la vicepresidenta de Bidasoa activa, comentó que «ya el pasado verano el turismo en Irun estaba en auge y, a pesar de todo lo que ha acontecido durante los últimos meses, este año hemos visto que se han mantenido las cifras de visitantes. Esto demuestra», afirmó María Serrano, «que la ciudad se está consolidando como un destino turístico».
En esa línea, la Oficina de Turismo de Irun ha seguido recibiendo un buen número de visitantes durante este mes de julio. En realidad lo que refleja la estadística es un ligero incremento en el número de atenciones realizadas, siete más que en 2019, hasta 1.377, pero el dato hay que leerlo atendiendo a que el porcentaje de irundarras que han hecho uso del servicio ha crecido un 50% respecto al pasado año y sumado un total de 834, lo que viene a representar, aproximadamente, un 60% del total.
Visitantes de otros municipios vascos, 24, han significado una parte muy pequeña del total, mientras que del resto del Estado sí se ha alcanzado una buena cifra, 206, principalmente de Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha. Las 313 personas restantes procedían de otros países, principalmente de Francia («el número de turistas franceses atendidos ha sido igual que el del pasado año»), Alemania, Holanda y Bélgica.
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