Noticia publicada en Diario Vasco, el Domingo día 25 de Julio de 2021.
Arte contemporáneo y accesible
En la mitad de la plaza de San Juan, Kontenporanea sirvió de nuevo para poner la creatividad de los artistas al alcance de muchísimos irundarras
Los talleres y el mercado de arte, al fondo, atrajeron numeroso público ayer a Kontemporanea./F.DE LA HERA.
Alimentada por el buen tiempo, la feria Kontenporanea vivió ayer una gran segunda jornada después de estrenarse el viernes muy afectada por la lluvia. Es la variable fundamental para las actividades al aire libre, por mucho que una carpa ayude a celebrar algunas de las actividades que sin ella, tampoco se hubieran celebrado.
El mercado de arte no se encontró problemas de ese tipo ayer por la mañana. Al contrario, animados por el sol, muchísimos irundarras de todas las edades se acercaron a los diferentes puestos situados en el recinto vallado de Kontenporanea en la plaza de San Juan. La carpa, de la que colgaban las ocho lonas de otros tantos artistas que conformaban la exposición para la presente edición, tenía como función ayer propiciar sombra a quienes ofrecían los diferentes talleres y charlas y a quienes participaban de estas actividades. También sostener la malla metálica que servía de base para una de las creaciones artísticas digitales de Leo Pum.
Su propuesta partía de códigos QR para, a través de la red Instagram, mostrar en la pantalla de los móviles (en un caso con la ayuda de la malla, en el resto, en cualquier lugar de Irun) una escultura basada en el concepto digital de la realidad aumentada que se podía capturar y compartir en redes sociales.
«Aunque se dirige especialmente a público joven, Kontenporanea está abierta a todo el mundo, a público de todas las edades», decía Alba Aguado, una de las tres jóvenes irundarras que han formado el comité organizador de esta feria de arte contemporáneo por la que apuesta, desde hace ya unos años, el Ayuntamiento de Irun. «Esta vez, con la incertidumbre por la pandemia, no ha habido mucho margen para organizarla, apenas dos meses» y el formato de día y medio, renunciando a la jornada del domingo, ha sido una de las consecuencias de las limitaciones.
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