Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 5 de Abril de 2022.
Un año con inundaciones y con los efectos de la pandemia todavía muy presentes
El pasado no fue un año tan fuera de lo normal como 2020, pero para la actividad de Servicios de Txingudi siguió aún afectada por la pandemia. Por un lado porque se mantuvieron servicios especiales durante buena parte del ejercicio, pero también por las distintas medidas paliativas adoptadas como parte de los planes de acción de los Ayuntamientos de Irun y Hondarribia para ayudar a los sectores de población que se vieron más afectados por las restricciones que acompañaban cada ola de contagios.
Leire Zubitur aportó ayer que 91 familias vulnerables se vieron bonificadas el pasado año y un total de 134 establecimientos (incluida toda la hostelería, pero también sociedades, centros culturales y otros similares que tuvieron que cerrar o restringir significativamente su actividad) pudieron ahorrarse el cobro de una de las facturas del año (en 93 casos) o de tres de ellas o más (en 41 casos). Zubitur calculó que la cantidad que Servicios de Txingudi dejó de ingresar por el conjunto de estas bonificaciones fue de 56.000 euros.
También recordó la gerente que a final de año se produjo un temporal con graves consecuencias. Hubo un corrimiento de tierras en la parcela de la depuradora de Atalerreka, en Hondarribia, y otro en el canal de Domiko, cuyas conducciones quedaron gravemente afectadas y se está redactando un proyecto para repararlo. En Behobia hubo una crecida del Bidasoa que provocó severas afecciones y que requirió por parte de Servicios de Txingudi un importante despliegue de personas y recursos materiales para ayudar y limpiar.
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