jueves, 7 de abril de 2022

Una presentación en casa

Noticia publicada en Diario vasco,el miércoles día 6 de Abril de 2022.

Una presentación en casa

El reconocido periodista irundarra Jon Sistiaga presentó 'Purgatorio', su primera novela, el pasado viernes en la biblioteca CBA de Irun.


 Jon Sistiaga durante el acto de presentación junto a la escritora Itziar Sistiaga -izquierda- y la delegada de Cultura del Ayuntamiento, Juncal Eizaguirre . / FOTOS DE LA HERA

 

ANIA M. SEISDEDOS

Minutos antes de que diera comienzo el acto de presentación de 'Purgatorio' en la biblioteca CBA de Irun, el periodista irundarra Jon Sistiaga confesaba que «el corazón se me ha puesto a cien. Presentarla en casa es para mí el culmen del recorrido de esta novela». Una emoción que se entiende mejor cuando uno lee la siguiente frase en los agradecimientos del libro: «A mi gente de Irun, por ser mi anclaje».

Probablemente por este motivo Jon comenzó su intervención asegurando sentirse «muy feliz de estar aquí». Después se adentró en un diálogo con la escritora irundarra Itziar Sistiaga –con quien comparte apellido, pero no parentesco– y con la delegada de Cultura del Ayuntamiento, Juncal Eizaguirre. A través del mismo fue desvelando algunas de las claves de la novela, así como de su proceso de escritura.

Para introducir a los presentes en la obra, explicó que la historia comienza hace treinta y cinco años, con el secuestro y la posterior ejecución de una persona, cuyos asesinos nunca fueron detenidos ni identificados. Hasta que años más tarde, en la Euskadi actual, uno de ellos decide confesar. Escribe por ello una carta a su compañero de comando, otra a la hija de la víctima y una tercera al comisario que investigó el secuestro. Sin embargo, solo confesará si el policía reconoce a su vez que fue un despiadado torturador.

«El purgatorio es un lugar donde hay que pasar a expiar los pecados, donde hay que mirarse en el espejo y ver qué imagen te refleja de tu vida anterior, decidir si te gusta o no, si sales con la cabeza alta o baja», explicó el periodista. «Lo que quería conseguir es que todos los personajes, excepto la víctima, pasaran por ese purgatorio y le hicieran pasar también al lector».

«Menear un poco esa amnesia colectiva en la que se vive actualmente en Euskadi» es otro de los objetivos que persigue el autor. «Nos hemos olvidado de contarle todo esto a nuestros hijos. Los chavales de entre 15 y 35 años no tienen ni idea de quién era Miguel Ángel Blanco. Nos estamos olvidando de nosotros, de nuestro pasado reciente. Por eso 'Purgatorio' pretende que todos volemos 35 años atrás».

Respecto al origen de la novela, Sistiaga contó que la historia llevaba tiempo dentro de su cabeza, pero que hasta el confinamiento no encontró el momento para escribirla. «Cuando tienes una trayectoria periodística larga acumulas un montón de párrafos que no puedes contar, por respeto a tu código deontológico. Pero los vas apuntando y se van quedando en tus libretas. Historias que te cuentan y, aunque no están comprobadas, sabes que existen. Así que decidí que iba a contarlo a través de la ficción. Pero todo lo que sale en el libro, o me lo han contado, o lo he vivido».

En la misma línea relató que los de 'Purgatorio' son personajes «hechos con retales de mucha gente que me he encontrado a lo largo de mi vida».

Exponiendo estas y otras ideas, el periodista captó por completo la atención de un numerosísimo público, entre el que se encontraban muchos de sus amigos y familiares, como sus hermanos, Txomin y Nekane, o sus cuñados, Juncal Mendibil y Gorka Etxepare.

También, entre otros, el alcalde, José Antonio Santano, Javier Gil Díez-Conde –que fuera profesor de Literatura de Sistiaga en su juventud–, Rafa González Merino, Koldo Susperregui, Julia Gamboa, Mañu de la Puente, Alberto Buen, Margot Sanz, Raquel Rico, María Aránzazu Jaso, Inés Barreda, Ramón Aramburu, Iñigo Lavado y los escritores bidasoarras Román Huarte, Fernando García, Virginia Gasull y Bakarne Atxukarro.

Para finalizar el acto, Jon respondió a varias preguntas del público. Después se ofreció a dedicar ejemplares de la novela, que trasladará a sus lectores bidasoarras «a lugares que han pateado muchas veces, como el bidegorri, los meandros del Bidasoa o Jaizkibel».


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