Noticia publicada en Diario Vasco,el viernes día 5 de Agosto de 2022.
Las VPO de Alarde tendrán alquiler protegido, materiales sostenibles y consumos casi nulos
La promoción de diez VPO de renta pública que Irunvi está desarrollando en Lapice tiene una serie de características que la hacen muy singular
La Sociedad de Vivienda Pública Municipal, Irunvi, tiene en construcción dos promociones de pisos públicos en el barrio de Lapice. Una de ellas, con 42 viviendas, se ubica en el tramo final de la avenida de Euskal Herria, en la misma parcela en la que recientemente se ha completado una promoción privada cuya fachada principal da a la rotonda de los olivos. La otra, con 10 manos, se encuentra en el cruce de las calles Alarde y Lapice, detrás de ese mismo recién estrenado edificio residencial. Este segundo proyecto salió adelante gracias al acuerdo presupuestario entre el Gobierno municipal y EH Bildu en 2019.
La gerente de Irunvi, Idoia Yarza, junto con el alcalde en funciones, Miguel Angel Páez, y la delegada de Vivienda, Rebeca González, visitó esta semana el desarrollo de los trabajos en esa promoción de la calle Alarde, un proyecto que reúne una serie de características que lo hacen realmente singular.
De guiar el recorrido por la zona de obra se encargaron, por un lado, Miguel Goikoetxea, director técnico de la constructora Sukia, que es la que está ejecutando los trabajos, y por otro los arquitectos Xabier Arruabarrena y María Tapias, de la UTE Arruabarrena Arquitectura-ACHE Arquitectos.
Ejemplo de futuro
La presencia de los responsables municipales y de Irunvi se justifica por «la singularidad del sistema que se ha elegido para este edificio», explicaba Miguel Ángel Páez. «No es nada habitual en nuestro entorno. Con construcción en madera hizo algo similar Visesa en Hondarribia, pero no era lo mismo que aquí porque este edificio cumple además los estándares Passivhaus».
Páez dejó en manos de los técnicos las explicaciones detalladas sobre lo que supone ese modelo de construcción, pero sí subrayó que se trata de una apuesta clara y firme por un modelo edificatorio sostenible y de ahorro energético, «un ámbito en el que nos sentimos agusto. Es importante que desde lo público empecemos a dar ejemplo en esta forma de hacer las cosas y tengo la esperanza», señaló, «de que este modelo se pueda extender a las promociones de los privados. Me consta el esfuerzo que se está haciendo desde Irunvi para que podamos llevar adelante este tipo de construcción, que es más costosa que la construcción tradicional, pero sus ventajas son muy notables y este edificio, cuando esté finalizado y habitado, debería ser un ejemplo que se pueda tener como referencia a la hora de promover nuevas viviendas. Insisto», dijo el alcalde en funciones, «en que sabemos que, por costes, es difícil que lo podamos llevar a promociones de VPO más grandes pero es importante desde lo público proyectar hacia los privados una forma de hacer las cosas de cara al futuro».
LA CIFRA
52 viviendas de alquiler protegido está promocionando Irunvi, en el ámbito Alarde: 42 en el llamado Edificio B (Avda. de Euskal Herria) y 10 en el Edificio C (calle Alarde). La previsión es que las bases de adjudicación se publiquen a principios del año próximo con la idea de poder adjudicarlas en los meses siguientes y realizar la entrega de llaves en el segundo semestre de 2023.
De momento, el edificio muestra los muros de madera de las plantas baja y primera y tiene acopiados los módulos necesarios para montar el segundo piso durante los próximos días. «Una vez que llega el material, avanzamos a un ritmo de un piso por semana», señalaba Goikoetxea. Se avanza rápido en esa fase con las piezas de madera que llegan fabricadas del taller. Luego habrá partes más delicadas, «cuando haya que meter las instalaciones y rematar los acabados, porque queremos que en algunos puntos de la casa parte de esa estructura de madera quede a la vista, como en el techo del salón por ejemplo», anunciaba el arquietecto irundarra Xabier Arruabarrena.
Su compañera Tapias añadía que hay una voluntad por aportar «arquitectura y aplicar todo lo que hemos aprendido sobre cómo hacer mejores viviendas».
Más rápida
En cualquier caso, la construcción mediante este sistema sí acaba siendo más rápida que usando la habitual de hormigón por lo que en Irunvi cuentan con que, aunque empezó más tarde, el edificio termine de construirse a la par que el de la avenida de Euskal Herria, «hacia mediados del año que viene», estimaba la gerente, Idoia Yarza. Con esa previsión, las bases para la adjudicación de las 52 viviendas de renta protegida se harán públicas «a comienzos del próximo año».
Un edificio Passivhaus de arquitectura sostenible único en todo Gipuzkoa
Los arquitectos Xabier Arruabarena y María Tapias explicaron las características del edificio en construcción en la calle Alarde. Tiene dos elementos novedosos: la estructura de madera y el sistema Passivhaus, un modelo de edificación sostenible desarrollado en Alemania y que tiene como objetivo poder minimizar los consumos con una mayor eficiencia energetica.
Al ser un Passivhaus, el edificio tiene que cumplir un estándar más restrictivo respecto al gasto energético, en el que una auditoría externa lleva el control de que la demanda energética no supere los 15Kwh/m2 al año. Se estima que gastará un 75% menos de energía en la climatización que un edificio normal.
En este tipo de proyectos se busca un estandar constructivo más cuidado en el que se tienen en cuenta unos principios básicos. Uno de estos fundamentos consiste en un buen aíslamiento térmico con mayores espesores que los indicados en la normativa, en este caso tiene 15 cm en toda la envolvente. Otro de los puntos se basa en la ausencia de puentes térmicos, que es esencial para que no haya fugas. Lo siguen la colocación en las ventanas de vidrios triples y la hermeticidad, que impide la entrada y salida del aire, a la vez que evita la pérdida energética y la propagación del ruido del exterior al interior. A su vez, se utiliza una ventilación mecánica con recuperación de calor, que permite ventilar el interior de forma continua y sin perder energía, además de que los filtros aportan al aire que circula una calidad superior. Asimismo, cuenta con un diseño bioclimático en el que se tienen muy presentes factores como la orientación del edificio y la protección solar, que evita el sobrecalentamiento de las viviendas.
La estructura de madera está hecha con CLT o madera contralaminada de pino radiata de plantaciones vascas sostenibles de Km0, cuyos beneficios van mucho más allá de la sostenibilidad de los materiales. Un ejemplo es la higroscopicidad de la misma, que hace que la madera absorba la humedad del ambiente, o que la dé en algunos casos. De igual manera, al no usar hormigón, la estructura pesa menos y la emisión de CO2 se reduce una tonelada por metro cúbico, es decir, 250 toneladas en este edificio.
Otra de las ventajas que tiene la estructura de madera es que se puede realizar en el taller, lo cual implica una construcción más rápida. Según comentó Arruabarena, este sistema no tiene perjuicios; el único inconveniente es que tiene un mayor coste, el resto son todo ventajas.
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