Los trabajos para recuperar las termas de Oiasso en Irun ya han comenzado. El objetivo de las obras es ampliar el museo en la parcela municipal colindante, donde aparecieron ruinas romanas de las antiguas termas, con un nuevo edifico que contará con una superficie útil interior de 448 metros cuadrados.

Este servirá, por un lado, para proteger las ruinas romanas que se descubrieron en 1996 en dicha parcela. Se trata de restos de suma importancia para la caracterización del asentamiento romano en Oiasso y de las construcciones tipológicas que la constituían.

Por otro lado, mediante los trabajos se pretende extender el recorrido museístico. Para ello se instalará una pasarela metálica y ovalada sobreelevada por encima del nivel de las ruinas, que partirá de la salida trasera del edificio principal, conectando ambas construcciones en ese punto, y ofrecerá una plataforma de observación de la parroquia del Juncal, otra plataforma central para observar las ruinas, y otra para conectar con la plaza nueva en la calle Sarasate, mediante una salida de emergencia..

Por último, el proyecto persigue habilitar un espacio urbano de acercamiento a las ruinas, adyacente al nuevo edificio. Para ello se ha planteado una urbanización que se adapta a los nuevos pavimentos de Fermín Calbetón y a las losas de arenisca de la casa de Beraun. Por otra parte, desde el Ayuntamiento destacan que el nuevo edificio ofrecerá asimismo la posibilidad de acercarse y observar a las ruinas mediante unas grandes vidrieras que se instalarán a modo de escaparate expositorio, así como de una franja de pavimento de vidrio, que permitirá ver cómo las ruinas se extienden más allá de los límites del mismo.

A día de hoy se están ejecutando las primeras tareas de las obras, como la retirada de tejavana y la subestructura de protección de los restos romanos, el desbroce de la zona verde o el refuerzo de la protección mediante geotextiles de los restos más expuestos, a criterio de una empresa especialista de arqueología.