Los cuatro hombres acusados de secuestrar a un varón y propinarle una brutal paliza en Irun han sido condenados a penas que suman cuatro años y un día de prisión por un delito de lesiones, otro de detención ilegal y un tercero de amenazas.

Inicialmente, la Fiscalía pedía once años y medio de cárcel para los cuatro procesados, todos ellos de nacionalidad ucraniana, aunque momentos antes de la vista oral, celebrada este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, ha alcanzado un acuerdo de conformidad con los procesados y con la acusación particular que ejerce la víctima, de origen camerunés, por el que los inculpados han reconocido los hechos.

Tres de ellos han consignado 3.500 euros en la cuenta del juzgado para compensar a la víctima, mientras que el cuarto ha ingresado 1.000 euros, de forma que el Ministerio Público ha accedido a aplicarles a todos la atenuante de haber reparado el daño causado.

Además de las citadas penas de prisión, los cuatro encausados no podrán acercarse ni comunicarse con su víctima durante seis años y un día.

El suceso

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, los hechos sucedieron sobre las 17.00 horas del pasado 16 de febrero, cuando dos de los acusados abordaron a la víctima, de 34 años, en el exterior de la estación de autobuses de la localidad fronteriza donde "habían quedado previamente".

Seguidamente, lo trasladaron en una furgoneta a un piso alquilado de la misma ciudad en el que, junto a los otros dos acusados que se encontraban ya en el domicilio, comenzaron a agredir a la víctima con un palo, además de propinarle puñetazos y patadas "por todo el cuerpo".

El perjudicado cayó al suelo, donde continuó siendo agredido y uno de los procesados le golpeó con una silla en la cabeza, tras lo que todos ellos lo amordazaron y le ataron los pies y las manos con cinta de embalar, mientras "esgrimían un cuchillo de cocina" y le decían que "le iban a matar y que iba a descansar en el mar".

Una hora más tarde, uno de los captores fue a buscar su vehículo mientras los tres restantes bajaron a la víctima maniatada al portal, al tiempo que hacían gestos de clavarle el cuchillo en la tripa "si hacía algo", tras lo que lo condujeron a la furgoneta, a pesar de que el agredido "intentó resistirse" y pedir ayuda, por lo que volvió a ser golpeado "con violencia" por los acusados.

Finalmente, lograron introducirlo "a la fuerza" en la parte trasera del vehículo donde "continuaron con los golpes" hasta que la furgoneta, que circulaba "a gran velocidad", fue interceptada por la Policía en la rotonda del Café Irun de la Avenida de Letxunborro.

Los agentes liberaron entonces a la víctima, "que seguía maniatada en el suelo" del automóvil y detuvieron a los cuatro acusados.