Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa el domingo 6 de Febrero de 2011.
IRUN
Mil metros cuadrados de «solución transitoria» para la Parte Vieja
El Ayuntamiento quiere habilitar una zona de esparcimiento en parte del ámbito de Korrokoitz. Las 250 viviendas que se prevén allí son esenciales para recuperar la Parte Vieja, pero su desarrollo se encuentra bloqueado desde hace años
06.02.11 - 02:02 -
IÑIGO MORONDO IRUN.
Nadie puede discutir a estas alturas que la imagen que proyecta su Parte Vieja no le hace justicia a la ciudad de Irun. Inmersa en un proceso de rehabilitación integral de la mano del Gobierno Vasco y con la plaza de San Juan en plena transformación, algo empieza a moverse.
Pero la solución es más sencilla de entender. Y mucho más compleja de conseguir. Los espacios degradados de Korrokoitz y Papinea, pendientes de desarrollo residencial, son la principal fuente de mala imagen y, al mismo tiempo, los más capaces de aportar la solución. Desde 1999 tiene pendiente Korrokoitz su desarrollo urbanístico, que prevé 250 viviendas, 50 de ellas de VPO. Su hermano pequeño, Papinea, sumará 80 viviendas más. Tanto nuevo vecino supondría un gran cambio en términos comerciales y sociales y se resolvería ese tramo de la calle Uranzu, entre la plaza de Urdanibia y el canal, que hoy en día es, sin duda, uno de los espacios más degradados de Irun.
Actuación temporal
De momento, en un intento por mejorar la zona, el Ayuntamiento se plantea una actuación «transitoria» para adecentar el entorno mientras se siguen negociando los cauces que posibiliten las promociones residenciales. Con la última propuesta que el delegado de Obras y Desarrollo Urbano, Miguel Ángel Páez, ha puesto sobre la mesa se pretende habilitar un área de esparcimiento público (una zona con canastas y porterías) de unos mil metros cuadrados en el ámbito de Korrokoitz. Para ello, el consistorio necesita el acuerdo con varios de los propietarios.
«Todavía no hemos conseguido cerrarlo, pero soy optimista, porque he percibido interés por su parte», destaca el edil.
El suelo estará siempre disponible para que las viviendas se ejecuten en cuanto se pueda y Páez explica que «es una práctica habitual en ciudades como Barcelona; se aprovechan solares vacíos con este tipo de instalaciones mientras se gestionan los trámites, aunque sea para seis meses».
Más durarán, por desgracia, las instalaciones de Korrokoitz, porque la distancia entre Ayuntamiento y promotores en las condiciones de desarrollo aún es grande.
El porqué del bloqueo
Las cosas no suelen pasar porque sí y cuando una operación da tantos problemas, suele haber motivos. Para empezar, es un suelo muy fragmentado en su propiedad, lo cual dificulta cualquier negociación. Y cualquier negocio.
Luego, como en toda promoción, el Ayuntamiento atribuye a los promotores unas cargas urbanizadoras. El problema aquí es el borde del canal, «porque entendemos que no cabe pensar en el desarrollo residencial sin mejorar esa zona», expone Páez. A eso hay que sumar las actuaciones interiores y perimetrales habituales (aceras, carreteras, infraestructuras subterráneas) y 40 realojos de residentes en el ámbito. «Y las cuentas no les salen. No les han salido ni en 2006, antes de la crisis», cuando la promoción inmobiliaria vivía su momento más dulce. «Es el gran quebradero de cabeza de este Ayuntamiento en cuanto a recuperación de espacio urbano, junto con San Miguel-Anaka», reconoce Páez. «Aparte de negociar, poco más podemos hacer, porque no hay herramientas en la administración que puedan obligar a promover un suelo de propiedad totalmente privada», alega. Así que continúa el tira y afloja, pero sabiendo que igual que la parte privada tiene su lícita línea roja (no perder dinero en la operación) también el consistorio la tiene. «No podemos hacer que todos los irundarras carguen con el coste de unas obras que son muy caras, como estas de regenerar el borde del canal, cuando van incluidas en una promoción privada de viviendas, así que tenemos que exigir que paguen una parte. Sí estamos abiertos a otras fórmulas, como reducir el tamaño de los pisos para aumentar el número». Por esa vía, y sabedor de que «los promotores nos van a hacer una propuesta», Páez espera que la operación se desbloquee y avance hacia una solución, «como está haciendo Papinea».
pie de fotos:Degradado. El tramo de la calle Uranzu entre el canal y la plaza de Urdanibia. :: F. DE LA HERA
Korrokoitz. El ámbito lleva décadas esperando una solución con decenas de viviendas fuera de ordenación y en un entorno descuidado y ruinoso :: F. DE LA HERA
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