Noticia publicada en Diario Vasco sección Más Actualidad Sociedad el sábado día 21 de Enreo de 2012.

AL DÍA

Jubilados solidarios

Nagusilan se refuerza en el año del Envejecimiento Activo. Cuenta con 1.400 voluntarios en sus sedes de Gipuzkoa, Vizcaya, Álava, Navarra, Madrid Andalucía y Zaragoza

21.01.12 - 02:45 -

CRISTINA TURRAU | SAN SEBASTIÁN.

Tener una jubilación activa y ayudar a otros que no pueden tenerla. Es la filosofía de la asociación Nagusilan, que inició su andadura en San Sebastián en 1995 y cuenta con casi 900 voluntarios en Gipuzkoa y 500 más repartidos en sus sedes de Bizkaia, Araba, Navarra, Zaragoza, Madrid y Granada. La entidad quiere reforzar sus actividades en los próximos meses, dentro del Año Europeo del Envejecimiento Activo en el que nos encontramos. «Queremos construir una sociedad para todas las edades y ayudar a aquellos a los que más les cuesta participar», explica María Jesús Garitano, coordinadora de Nagusilan en Gipuzkoa. «Con esta filosofía nació la asociación».

La principal labor que realizan los voluntarios de Nagusilan es acompañar a las personas mayores, charlar y pasear con ellas. «Acudimos tanto a domicilios particulares como a residencias de ancianos, siempre por petición de los Servicios Sociales o trabajadores sociales de los Ayuntamientos», explica Garitano. «No tomamos decisiones sin contar con este personal ni hacemos labores que sean competencia de otros profesionales».

En las residencias de ancianos se realizan actividades de animación, siempre de acuerdo con la dirección del centro. «También acompañamos a realizar pequeñas gestiones personales a quienes no tienen apoyos familiares ni económicos», añade.

Cada voluntario se compromete a dedicar determinadas horas semanales a la labor, aunque hay un mínimo aconsejado de dos horas. «Lo importante es no fallar a la persona que acompañamos. Es un rato de visita o paseo con alguien que se termina convirtiendo en un amigo».

1.400 participantes

Nagusilan cuenta en la actualidad con unos 1.400 de voluntarios, de los que 897 están en Gipuzkoa y el resto, repartidos en las sedes en Bizkaia, Araba, Zaragoza, Granada, Navarra y Madrid. En Gipuzkoa, los voluntarios realizaron en 2011 un total de 200.632 horas de acompañamiento y actividades, con una media de 227,97 horas anuales por cada voluntario. «Quien no puede dedicarnos tiempo pero apoya nuestro trabajo, puede colaborar económicamente con la asociación», explica la coordinadora.

Julián Azpiroz es uno de estos voluntarios. Entró en Nagusilan en 2001, con 72 años. Pensó que al cumplir los 80 se 'jubilaría' pero va a cumplir 83 y sigue en la tarea. Si le hubieran dicho hace años que cantaría bingo o se vestiría de rey mago no se lo hubiera creído, porque se considera una persona tímida. «Siempre he sido muy vergonzoso, pero estas actividades me han ayudado mucho y le he echado cara».

Es el encargado del bingo en las residencias de San José de la Montaña y Aldakonea, en Donostia. También pasea con un residente de Alai Etxe, entre otras actividades. «Resulta gratificante, porque notas que cuando fallas por un motivo de fuerza mayor, echa mucho de menos la actividad. Que te necesiten, compensa».

Ha concentrado sus actividades en Nagusilan de lunes a miércoles para tener libre el resto de la semana y poder hacer escapadas fuera de San Sebastián con su mujer. A sus hijos les pide a veces colaboración. «En lo paseos, según de qué hablemos, surgen dudas y ellos me buscan la información por internet».

La donostiarra Adelina Busto, de 78 años, entró en Nagusilan en 2004, después de jubilarse como modista. «Es una experiencia estupenda, porque recibes más de lo que das», relata. Ha trabado una gran amistad con personas con las que ha paseado. «En esos casos ya no piensas en el tiempo que les dedicas. Y a veces, fuera de los horarios, les llamas por si quieren apuntarse a algo».

Maite Jauregi tiene 66 años y entró en Nagusilan en 1999. Nacida en San Sebastián, vivió en Herrera hasta los 48 años, cuando se trasladó a Errentería. Trabajó en una pastelería hasta que cambió de municipio. Cuando sus hijos tenían 14 y 12 años entró a la asociación. Es la responsable de Nagusilan en Errenteria y coordina un equipo de 35 personas. También canta en el coro de Nagusilan. «Animo a todo el mundo a colaborar. Se recibe más de lo que se da».