miércoles, 25 de enero de 2012

"Sé que he hecho lo peor, pero no soy violento; estoy arrepentido de todo"


(efe)

Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa , el miércoles día 25 de Enero de 2012.

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"Sé que he hecho lo peor, pero no soy violento; estoy arrepentido de todo"

EL ACUSADO DE MATAR A YASMÍN RODRÍGUEZ ASEGURA NO RECORDAR NADA DE LO OCURRIDO

La amiga que acompañaba a la víctima relata que Edward le dijo que mataría a Yasmín, pero esta confiaba en él y no lo creyó

ANA ÚRSULA SOTO - Miércoles, 25 de Enero de 2012 - Actualizado a las 05:26h

DONOSTIA. "Cómo quiere que me sienta, sé que he hecho lo peor, pero no soy una persona violenta. Estoy arrepentido de todo, de una brutalidad como esta, y más a ella". Edward Enrique San Clemente, el acusado de matar a Yasmín Zamira Rodríguez el 9 de mayo de 2009 en Irun y herir a Juan Pablo Urtizberea cuando este intentó intermediar entre ambos, ofreció ayer un testimonio vago e inconcreto. Fue el primero en declarar durante la segunda jornada del juicio por estos hechos que se celebra en la Audiencia de Gipuzkoa. A lo largo de las casi dos horas que duró su declaración, "no recuerdo" fueron sus palabras más repetidas, sobre todo para referirse al momento en el que acabó con la vida de Yasmín a cuchilladas y a las horas previas en las que discutió con ella.

Edward relató que Yasmín y él se conocieron en Colombia, pero se casaron cuando ya los dos vivían en Irun, en marzo de 2003. Ambos, junto con Angie Lorena -la hija de Yasmín-, convivieron durante un tiempo hasta que la relación se rompió. Según explicó la hija, quien también declaró ayer, la razón fue una infidelidad por parte de él, aunque San Clemente lo negó y alegó que su trabajo como portero en un club de alterne creó "inseguridad" en la pareja. Pese a ello, en el momento de los hechos se estaban dando "una nueva oportunidad", aunque iban "paso a paso", según confesó el agresor.

Con cierto baile de horas, Edward relató la tarde previa a los hechos, en la que Yasmín fue a comer a su casa. Con posterioridad, ella se marchó para asistir a una cena de despedida de un compañero de trabajo del hotel en el que limpiaba. Según San Clemente, ella le dijo que luego se verían, que le iba a "llamar". Según su relato, él espero en casa bebiendo "tres vasos de whisky" con su compañera de piso, pero a partir de ese momento, ya no recuerda qué pasó, ni cómo llegó a los alrededores del pub The Corner -en la calle Mayor, cerca del Ayuntamiento-, al que se dirigió Yasmín con el resto de compañeros para tomar unas copas.

Según explicó Inés Alicia, amiga íntima de Yasmín y testigo del crimen que también declaró ayer, San Clemente les estaba esperando en la zona y se puso a hablar con Yasmín, a la que "cogió del brazo" y "le tiraba de él". A Inés Alicia le pareció que Edward Enrique estaba "alterado", pero "no" bajo los efectos del alcohol. "No se le veía que estuviera borracho", afirmó durante su declaración. En un momento dado, Yasmín se fue del lugar, pero Edward siguió hablando hacia Inés, según relató ayer esta irundarra de origen colombiano. "Te juro que la mato, la mato, la mato", fueron las palabras que Edward le dirigió. "Lo repitió tres veces y yo me asusté", aseguró Inés, quien se fue hacia al bar para advertirle a Yasmín de las intenciones de su marido, pero esta le restó importancia. "Me dijo: Tranquila guapetona, que él no me hace nada". Si no le creyó fue, en opinión de Inés Alicia, "porque confiaba mucho en él".

Respecto a ese momento, el acusado solo dijo que recuerda que "ella estaba llorando" pero, sin embargo, no sabe "cómo había llegado allí".

Según explicó Inés Alicia, una vez se cerró el pub, ella y Yasmín se dirigieron al hotel, donde tomaron "un café" y cogieron el coche de la víctima para ir a casa. A la altura de la avenida Letxunborro de Irun, sintieron un primer golpe. "¿Qué mami, le diste a algún gato?", le preguntó Inés a Yasmín, a lo que ella le contestó. "No mami, fue Edward". El segundo golpe, sin embargo, fue con "mucha violencia", por lo que acabaron "atravesadas" en la calle y "aturdidas".

En ese momento, según detalló la amiga de la víctima, se bajó del coche para llamar al 112, mientras Yasmín le decía que "iba a hablar con él (Edward)". "Cuando me bajé del coche, le vi bajar con el cuchillo en la mano", aseguró, aunque ya no recuerda qué pasó, solo que vio a Yasmín en el suelo "balbuceando" y con los ojos entornados. "Todo sucedió tan rápido...", apostilló.

Edward, sin embargo, reiteró que no se acuerda de lo que ocurrió. "No sé cómo he hecho todo eso", afirmó, aunque relató un flash que le venía a la mente durante la discusión que tuvo con Yasmín cerca del Ayuntamiento. "Se qué estaba llorando", dijo al respecto.

Pero ni siquiera reconoció que el cuchillo con el que supuestamente mató a Yasmín hirió a Urtizberea y él mismo lo entregó a la Policía fuera de su casa. "Podría ser", expuso.

San Clemente se definió a sí mismo como una persona "no violenta", algo en lo que coincidieron tanto Inés Alicia como Angie al declarar sobre el carácter del imputado. Sin embargo, aunque él aseguro no ser celoso, este punto fue muy discutido por ambas. "Le acosaba muchas veces cuando salíamos del hotel. Le esperaba escondido en el parking", relató Inés Alicia, quien también aseguró que recibía llamadas de Edward "a las cuatro de la mañana" preguntando por Yasmín.

Juan Pablo Urtizberea, quien también declaró en la jornada de ayer, aseguró que él regresaba a casa cuando una mujer en la carretera le paró diciendo: "Me la están matando". Él, que en principio creyó que se trataba de "un accidente de tráfico", vio a "dos personas, una encima de la otra", y fue a "separarlas". Cuando agarró a una de la cabeza, este se puso a "golpearle". "Yo no entendía nada. Intentas mediar y la persona en cuestión se pone a agredirme", dijo, pero no fue consciente de que le habían acuchillado hasta que vio que el otro, cuando cruzaba la carretera "tranquilamente", blandía un cuchillo en la mano. "Sentí calor en el abdomen, me abrí el plumífero, me eché la mano y se me estaban saliendo las vísceras", recordó este irundarra, que afirmó que este suceso le ha cambiado la vida. "Me encuentro vacío, no tengo la vitalidad de antes", expuso. El juicio por estos hechos, para los que el Ministerio Fiscal pide 50 años de prisión por diversos delitos, continúa hoy.


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