Osalan reconoce por primera vez que un trabajador de CAF Irun murió por amianto
Osalan admite que fue este material lo que provocó cáncer a un empleado
Planta de CAF en la calle Anaka de Irun
Osalan ha reconocido por primera vez enfermedad profesional por amianto a un antiguo trabajador de CAF-Irun, ya fallecido, según ha informado el responsable de Salud Laboral de CC.OO Euskadi, Jesús Uzkudun, en un comunicado. A petición del sindicato, Osalan ha realizado una investigación e informe favorable al reconocimiento de enfermedad profesional como causa del cáncer y la muerte de un antiguo trabajador de CAF en su planta de Irun, el pasado 21 de octubre, por su exposición al amianto durante su vida laboral, como calderero/montador, desde 1946 hasta su jubilación en 1995.
El reconocimiento de este primer cáncer profesional en la planta de Irun, pone al descubierto, a juicio del sindicato, la amplia exposición laboral al amianto, “sin información del riesgo, ni prevención alguna del riesgo cancerigeno”. Además, considera que este primer reconocimiento de exposición al amianto “deja en evidencia la actitud de la empresa”, al comunicar exclusivamente su utilización en Beasain. En este sentido, Uzkudun recordaba que hasta los años 90 los vagones de viajeros de la serie 6000 y 8000 que reparaban venían forrados de amianto, “sustancia que arrancaban, cortaban y soplaban para limpiar o colocar nuevas planchas, aplicando incluso amianto a pistola, con nubes de fibras cancerigenas”. “En el mismo espacio de trabajo, los trabajadores comían o trasladaban la ropa de trabajo impregnada para su lavado en el domicilio”, ha añadido.
Apuntaba que Osakidetza del Bidasoa, “incumplió una vez más con los protocolos establecidos al no comunicar la sospecha de enfermedad profesional, una vez diagnosticado el mesotelioma, cáncer de indiscutible origen profesional, mostrando el falso compromiso de los gestores políticos, a pesar de sus declaraciones institucionales”. Para Comisiones, es evidente que sin su compromiso sindical “esta enfermedad y muerte del extrabajador de CAF, al igual que otras muchas, hubiera quedado oculta, ayudando a deteriorar la sanidad pública, al asumir cuantiosos gastos que pertenecen a Mutualia”.
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