Los procesos de participación ciudadana de Artia y Belaskoenea tienen su origen en enmiendas presentadas por el PNV a los presupuestos de 2012 para actuaciones concretas en ambos barrios. Dichas enmiendas desembocaron en otras transaccionales para abrir procesos de participación y estudiar diferentes proyectos de mejora. Finalmente, en Pleno del pasado marzo, se aprobó, con este fin, una partida de 100.000 euros (50.000 para cada barrio), de los que 21.000 se destinaron al desarrollo del propio proceso de participación, que ha sido llevado a cabo por una empresa especializada. Este gasto fue criticado por el PNV, que lo consideró «absolutamente prescindible». Pedro Alegre defendió ayer el encargo del proceso a la firma Elhuyar Aholkularitza. «Valoramos hacerlo por nuestros propios medios, pero vimos que no teníamos suficiente capacidad. Por otra parte, valoramos la cuestión de la imparcialidad», explicó el delegado. «Se hizo una contratación menor, con solicitud de tres ofertas y, con los informes técnicos oportunos, se adjudicó el proceso a una empresa con experiencia y que no era la solicitante más cara». Alegre añadió que el proceso de participación obtuvo una subvención de Diputación de 3.400 euros, «por lo que la cifra resultante fue de 17.650 euros. En Gipuzkoa, las administraciones gastan dinero en procesos de participación ciudadana e Irun no es de los municipios que más gasta en esto».
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